La tiraera: décadas antes de Residente y J Balvin

La tiraera alcanzó un punto histórico con el lanzamiento de la sesión número 49 de Bizarrap protagonizada por un altivo Residente contra J Balvin. ¿Qué hay detrás de esta forma de rapear? Aquí, la historia breve en plastilina.

“Tiraera” es la forma como Latinoamérica ha traducido el fenómeno del “Diss Track”. Es decir, es una canción contra alguien, creada para atacar. Tiene una base sólida en las batallas de freestyle en las que se ponía a prueba las capacidades de síntesis, imaginación y el aguante de los participantes. Aquí las llamamos, mucho tiempo después, “batallas de gallos”, pues enfrentan a dos talentos en un combate en el que su dignidad y honra es lo que está en juego. En un mundo en el cual la actitud es todo, un enfrentamiento de este orden puede convertirte en el nuevo jefe o devolverte llorando a los brazos de tu madre. Puede hacerte o destruirte. Es hip hop 101: real, crudo, directo. Es el Bronx en su esplendor cultural, un lugar vital para el reggaetón en su génesis.

Hoy, a la luz de la discusión en torno a la viral sesión número 49 del productor argentino Bizarrap en la que Residente ataca a J Balvin, nos preguntamos por la historia de esta práctica en la historia del hip hop, el reggaetón y el género urbano, lo que sea que esta categoría signifique.

Esta modalidad ha evolucionado en la historia del hip hop –quizás la influencia más directa del reggaetón– desde 1984 hasta nuestros días y continúa siendo parte esencial de la conversación del género, pues de alguna manera devela las luchas internas de creadores que buscan conservar su esencia una vez han alcanzado el éxito. Así se mantienen cerca de casa, el barrio y la calle, mientras se mudan a una nueva mansión en un vecindario privado para ricos y famosos.

Los beefs, enfrentamientos entre raperos, tienen su primer hito con las llamadas “Roxanne’s Wars”. “Roxanne’s Revenge” es un ataque directo de la rapera Roxanne Shanté y el DJ Marley Marl hacía el trío UTFO, una muestra de enorme habilidad para una artista que ya hablaba de asuntos de género en la industria musical cuando tenía solo trece años. UTFO respondió en 1985 con “The Real Roxanne” acrecentando una rivalidad a la que se fueron sumando nuevos actores con sus lanzamientos propios. Esta es la primera grabación de la historia de los beefs y marca un hito no solo por ser la primera, sino por haber logrado tanto en tan poco tiempo y en una sola toma. Reina absoluta.

A partir de entonces, alrededor de 1986, empezaron a producirse sencillos que enfrentaban a raperos contra raperos, a raperos contra empresarios, a raperos contra sellos discográficos. Kool Moe Dee se regó en prosa contra LL Cool J en 1987 con “How You Like Me Now” y luego en 1989 con “Let’s Go”, atacando al rimador por robar su estilo de rapear. Tras la separación de Ice Cube de N.W.A., proyecto que había fundado con Dr Dre, Eazy E, entre otros, el colectivo de raperos presentó “Real Niggaz” en 1991, burlándose de la aparente falta de credibilidad de Cube. El rapero y actor respondió con gracia en “No Vaseline”, corte en el que les reprochaba ya no ser del barrio sino haberse ido lejos a un vecindario de blancos en el que ningún otro negro estaba presente. Para Cube, N.W.A. se había ablandado y tenía toda la razón: su aporte a las letras del colectivo fue clave para el éxito del proyecto. 

Casos notables en el hip hop hay varios. Eminem vs The Game, Mariah Carey, Machine Gun Kelly, Benzino, Ja Rule, Everlast, su madre, su ex esposa, Dios, sus demonios,  entre muchos otros. 50 Cent, Dr Dre, André 3000, Kanye West, Kid Cudi y hasta Drake han competido en la categoría de las mejores tiraeras, llevando el juego hacia una categoría propia dentro del género. Sin embargo, estos juegos, como hemos visto, pueden terminar en tragedia. Muchos de los compositores más famosos del hip hop vienen de un contexto que no es propiamente rosa y muchos, también, mantienen este estilo de vida aún cuando han alcanzado el éxito y están en el centro de la atención. Cerca ochenta raperos han muerto en tiroteos en la historia del género, siendo Einár el caso más reciente luego de haber sido secuestrado por una pandilla rival en Suecia en octubre de 2021.

Un punto importante a considerar es la rivalidad histórica entre la Costa Este y la Costa Oeste de Estados Unidos y las disqueras que representaban a cada una de las costas (Death Row Records y Bad Boy Records, más notablemente), que se acentuó a fondo desde comienzos de los años noventa. Este momento oscuro de la historia de la música alcanzó un punto central en la discusión cuando quienes fueron colegas empezaron a atacarse públicamente en un tira y afloja que en últimas terminaría por costarles la vida, o eso dice la leyenda. Tupac Shakur y  The Notorious B.I.G., dos de los nombres principales de la historia del hip hop, acabaron sus vidas sin poder hacer las paces. "Hit 'Em Up" de Tupac signó el final de su amistad y el inicio de su rivalidad. Biggie, en cambio, decidió no responder.

Sumándose a esto, en 1995, durante los Source Awards, Suge Knight (empresario a la cabeza de Death Row) atacó públicamente a los raperos neoyorquinos del momento, representados principalmente por P. Diddy, lo que llevó a que Snoop Dogg perdiera los estribos cuando recibió un premio y el público no respondió como esperaba: “¿La Costa Este no ama a Dr Dre y a Snoop Dogg?”. A sus preguntas respondieron los chiflidos. La sentencia estaba escrita y a Tupac le arrancarían el talento a plomo en una noche infame de septiembre de 1996.

Los enfrentamientos en canciones se han convertido en uno de los fenómenos más comentados de la crítica musical. Con cada nuevo lanzamiento, los críticos y periodistas se encargan de hacer un desgloce milimétrico de cada una de las barras, buscando cuán ingeniosas habían sido sus críticas o a qué historia se referían. El reggaetón de principios de la década de los 2000 se unió a este fenómeno con enfrentamientos notables entre Don Omar y Daddy Yankee, Don Omar y Héctor el Father, Almighty contra El Sica en su segundo sencillo, Cosculluela contra Anuel AA y, más recientemente, Residente contra J Balvin, entre decenas de casos. En más de veinte años de evolución de esta forma del “maleanteo”, ha habido de todo: pobres intentos de lamerse las heridas, dinamita pura (“si tú eres un caballo, yo soy el dueño del hipódromo”) y sencillos anodinos que solo buscan mantener al algoritmo con vida.

Master Drew TV, creador de contenido enfocado en las formas más líricas del perreo, tiene una larga serie de análisis sobre las tiraeras en la industria, que cada vez son más famosas y frecuentes. A la luz de eso no está de más volver a la reflexión inicial sobre los números y preguntarnos cuán honesto es cada uno de estos esfuerzos musicales. En una era en la que los sencillos se devoran, se regurgitan y se olvidan con celeridad, generar un ruido mediático en torno a la polémica es la forma más segura de seguir siendo relevante en un juego que cada vez tiene más autores y protagonistas.

Recientemente Rauw Alejandro y Jhay Cortez iniciaron una guerra a muerte en redes sociales que pronto migró hacia la producción de canciones en las que se atacan mutuamente. Es la sociedad del espectáculo en una píldora. Lo que importa son los números. No sería una locura imaginar a los equipos de PR de ambos artistas reunidos en un salón de Miami como estrategas planeando el siguiente movimiento de sus artistas. Tenemos el video de Kanye West consultando a Taylor Swift sobre su canción “Famous” de The Life of Pablo, en el que la artista le da su aprobación para lanzarla, solo para armar un escándalo mundial tras su estreno y enfocar la narrativa en torno suyo. Ahora, en la era de las redes sociales, hemos llegado a un nuevo nivel en las tiraeras, un nivel inmediato en el que cada producto no solo recibe una réplica del primer atacado, sino un desglose extenso por creadores de contenidos, periodistas y usuarios de Tik Tok. ¿Es el final de una rica historia de afrentas?