#NoRenuncio: Dennis Quiñones
La segunda entrega de esta colaboración entre Bacánika y Finesse está protagonizada por Dennis Quiñones, una ilustradora que ha encontrado su propia voz a través de nuevas experiencias y emocionantes travesías.
#NoRenuncio y reparo mi propio corazón
Tener el corazón roto, no solo una sino varias veces, ha sido de los mejores regalos. Me ha dado perspectiva y una fuerza demoledora, y ha sido clave para convertirme en mi mejor versión. Reparando mi corazón conocí el Kintsugi, una técnica japonesa de reparación de cerámica donde se unen los trozos usando oro con el objetivo de exaltar la belleza de la cicatriz. Aplico esta metáfora en mi vida constantemente al no renunciar a mis errores, mis pasos y mi camino. Mi corazón hoy está unido con oro, brilla, y muestra sus cicatrices con orgullo.
#NoRenuncio a empezar nuevas travesías
Uno de los momentos más decisivos de mi vida fue dejar un empleo que me proporcionaba seguridad económica y saltar a la vida freelance. El detonante de la decisión fue el cansancio mental y emocional, y después de pensarlo mucho dije adiós sin tener un plan definido. Me di un mes para organizar mi vida, mis sueños, aspiraciones y expectativas. Con miedo empecé esta travesía, pero hoy puedo decir que me convertí en mi mejor versión cuando di ese salto al vacío.
#NoRenuncio cuando me atrevo a soñar
Luego de renunciar a mi empleo (y después de invertir mis ahorros en mi adorada tabla digitalizadora) me invitaron a mi primer taller de Inteligencia financiera. Me asusté porque la inversión era alta pero decidí sumergirme en esa experiencia teniendo la certeza de que algo grande saldría de allí. No me equivoqué: ese taller cambió mi vida, mi mente y mis opciones. Aprendí que todo lo que quería lograr estaba relacionado con no renunciar a lo que yo soy, que yo también puedo soñar. Decidí emprender un autodescubrimiento que predomina en mi vida hoy. La inversión se recuperó y la experiencia y la lección continúan conmigo.
#NoRenuncio a nuevas experiencias y amistades
Después de haber tomado mi primer vuelo internacional y de hacer dos escalas, aterricé en la isla de Malta. Como no sabía inglés, pensé que mis recursos más valiosos serían internet y mis manos para hacerme entender. Sin embargo, resultó que hablar sería lo más importante para encontrar mi mejor versión, pues había personas que sabían español. Algo que nunca olvidaré es la sensación de haber pasado tres días de viaje sin pegar el ojo por la ansiedad y la soledad, y la tranquilidad cuando conocí a quien hoy llamo mi Hermanita de Malta, una chica que vi durante los vuelos y con quien empecé a hablar durante la escala en Múnich. Nos dimos cuenta de que compartíamos el mismo destino y gracias a sentirnos acompañadas pudimos dormir en la última escala. Una gran amiga al día de hoy.
#NoRenuncio y respiro otros aires
Abro los ojos y miro por la ventanilla del avión. Malta se veía pequeña desde arriba, y cuando la vi empecé a pensar lo que es vivir en una isla. Estaría en medio del mar durante los próximos meses. ¡Waooo! Uno de los viajes que movió mi mundo y que me impulsó a ser mi mejor versión: viví y estudié con gente de diferentes países, diferentes idiomas, diferentes costumbres, mi perspectiva nuevamente se amplió y desde allí emprendí viajes, conocí otras culturas, probé otras comidas, respiré otros aires. Hoy tengo amigos regados por el mundo y soy más segura, más abierta y por supuesto hablo y entiende mejor inglés, que aunque no es perfecto, pero es útil. Ya no renuncio a equivocarme.
#NoRenuncio
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