
En el umbral de la sombra: las pinturas de Juan Sebastián Franco
¿Qué es la sombra? ¿Qué es eso que nos devuelve la mirada entre las ramas de nuestro pensamiento, en los lugares más recónditos de nuestra intimidad? En la galería SKETCH de Bogotá, visite hasta el 31 de agosto la primera exposición en solitario del pintor Juan Sebastián Franco, que abre ventanas para que el espectador explore estas preguntas. Aquí una mirada a esas pinturas desde la voz del artista.
En el umbral de la sombra
Juan Sebastián Franco
Pintura y escultura hecha entre 2023 y 2025
Galería Sketch, San Felipe – Bogotá
Lo primero es un telón rojo, aterciopelado, teatral, junto a un maestro de ceremonias de tamaño humano que parece invitarnos a correrlo y pasar. Y tal como podría suceder en los sueños, del otro lado de ese umbral el maestro de ceremonias vuelve a aparecer, pero esta vez se ha hecho enorme; preside el espacio rodeado por cuadros desde los cuales nos miran otros personajes ocultos, furtivos. Algo extraño se instala entre la claridad del espacio de la galería y la paleta predominantemente oscura de las pinturas, como si fueran ventanas a la noche.
“Yo creo que uno de cierta manera es un poco ciego a su propio trabajo. Un día en Instagram llegó un tipo muy sensible, con muy buen ojo, y me dijo: ‘Me encanta como todas sus pinturas parecen estar bañadas bajo la luz de la luna’. Me sorprendió porque para mí fue tan acertado, pero yo no lo había visto y, ya después cuando uno se pone a ver, claro: si hay una luz en esta exposición, es la luz de la luna, la que lo baña todo, la que nos deja ver estas pizcas de oscuridad”, explica Franco.

El título de la exposición parte, justamente, de la idea de sombra a la que dedicó en buena medida su estudio el psicoanalista Carl Gustav Jung: “todo tiene que ver con el subconsciente, entonces Jung dice que la sombra es como eso propio desconocido, eso que tenemos dentro que a veces no queremos aceptar o el doble oculto. Y este solo es el umbral, solo la entrada a lo extraño propio, a lo que desconocemos pero que siempre existe dentro de nosotros.”
Las obras aquí reunidas, de hecho, son tan extrañas y ajenas para su autor como para el espectador: no se sabe qué está pasando en cada una, no son escenas premeditadas con una narrativa definida. Algunas suceden en teatros, otras en el bosque, todas parecen nocturnas. Las miradas de los personajes, el ocultamiento de cada uno en la opacidad de esa luz y lo furtivo de sus presencias instala una atmósfera que le habla a cada cual de un modo personal. Y esa es la idea: “El teatro y la pintura son como espacios de ficción preconcebidos donde el otro entra y observa, donde el otro es invitado, donde el otro puede entrar a ver. Por eso me interesa mucho también lo ambiguo, que todo tenga una lectura abierta, como sumergido en el misterio”.
“El teatro es como una ficción que no se cuestiona: puede haber un personaje con dos cabezas, alguien puede morir, puede haber cosas sin sentido, ilógicas, y nadie cuestiona por qué. Y ese es mi punto de entrada, la excusa para que se diera la bienvenida hacia lo interior y lo subconsciente, a lo ilógico, a lo irreal, a lo extraño, a lo mágico, pero todo eso no se encuentra por fuera, sino por dentro.”


En ese sentido, para Franco han sido claves: “Los pintores modernos como Marc Chagall, James Ensor, Eduard Munch, Picasso, pero también hay mucha pintura contemporánea que me encanta, pintores impresionantes como Sanya Kantarovsky y Peter Doig, muy importantes para mí ahora. O como Miriam Cahn y Marlene Dumas. Todos son pintores que no le temen a lo oscuro. Todo eso que sea incómodo, que sea fuerte, que esté cargado, me interesa mucho”.
Recapitulando sobre la producción de las obras que componen esta exposición, Franco recuerda el tinte pesadillesco que tuvo armar las dos esculturas en papel maché. Mientras iban tomando forma se desfiguraban y despegaban: “Se me caían, se les caía la cabeza, el brazo, no… Eso fue terrible [risas]”. Ambas fueron hechas ex profeso para completar el ciclo de obras, las pinturas que las rodean. “Estoy feliz con el resultado, me gustan mucho las dos esculturas. Pero pues ya: este año no va a haber nada más en papel maché [risas]”.
Luego de años de haberse dedicado a la pintura realista, Juan Sebastián Franco decidió abandonar ese camino, dejar atrás la idea y el acompañamiento del referente. “Ganas todo cuando renuncias a él”, explica. De esa exploración iniciada en 2023 y con algunas piezas culminadas este 2025 como las esculturas y algunas pinturas que han recibido retoques, es que ha surgido todo lo que llena por estos días y hasta el 31 de agosto el espacio de la galería SKETCH en Bogotá.
El proceso en todas ha sido el mismo: sin partir de un boceto, ni una imagen preconcebida, armado de esas paletas nocturnas de púrpura, azules, verdes y negros, pintar para Juan Sebastián Franco ha sido ir al encuentro con la visión de eso desconocido para nosotros y que nos habita, que nos devuelve torva la mirada cuando decidimos correr el telón para darle lugar y ser expectadores de nuestra propia oscuridad.
Visita la exposición hasta el 31 de agosto en Galería Sketch (Carrera 23 # 77 - 41) en el Barrio San Felipe de Bogotá de lunes a viernes entre 10:00 am a 1:00 pm y de 2:00 a 6:00 pm y los sábados de 11:00 am a 2:00 pm y de 3:00 pm a 7:00 pm.


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