Puro amor

Cynthia López es una artista que plasma la maravilla y el misterio de ser mujer.

n un municipio entre la cordillera occidental y la cordillera central de los Andes colombianos, al sur del Valle del Cauca, nació en 1989 una mujer que décadas después dejaría su obra en murales, galerías y esculturas a lo largo del país. Su nombre es Cynthia López. Tiene un fuerte acento caleño y una simpática y constante risa que sale a la luz a medida que responde las preguntas sobre su vida, sus influencias y el arte. Ella trabaja desde la tinta china hasta la escultura, usa el papel y los murales y plasma la ternura y la violencia.

Estudió Artes Visuales en la Universidad Javeriana de Cali, pero desde que tiene nueve años encontró en el dibujo un medio de comunicación con el mundo. Trabaja bajo el seudónimo Puro Amor, que nació en 2006 como una intervención urbana que pensaba que iba a ser temporal. Con ella buscaba generar tensión entre imagen y palabra. En aquella época le interesaba mezclar elementos que generan ternura –una niña– e incorporar componentes violentos, como que la misma niña se sacara las entrañas o mutilara a un conejo.

Quizá lo más difícil al retratar a esta artista sea separar a Cynthia López de Puro Amor. Puro Amor representa las intervenciones urbanas, mientras que Cynthia López es la firma que realiza en sus obras de otros formatos. “Cabe decir que dentro de poco habrá una fusión entre ambas expresiones, y quizá sea también la ocasión para hacer la integración definitiva de ambos nombres. ¡Habrá que ver!”, dice.

Obras en tinta china de quince por diez centímetros en las que se destacan elementos propios de la naturaleza son parte de Wild (2015), una muestra del trabajo personal de esta artista. Pero para llegar a este punto, el recorrido fue largo. Paulatinamente, ella ha desarrollado la paciencia y la obsesión por los detalles que el dibujo demanda. A lo mejor, parte de la influencia para llegar a ser la meticulosa creadora de estas obras es su madre, una de sus mejores y más duras críticas. A eso se le puede sumar que el mural tuvo fuerza en su proceso plástico, aunque a medida que realizaba sus estudios universitarios centró la atención nuevamente en el papel. El salto definitivo se dio en 2012, año en el que presentó su proyecto de grado, De ida y de vuelta, que fue expuesto en el Museo Arqueológico La Merced de Cali.

Cynthia siente que cada una de sus obras representa un universo propio. Sin embargo, al dejar retazos de ella, es inevitable que sus creaciones representen, también, una de las tantas variables de lo que ella es. Desde 2012 ha abordado una serie de conceptos que podrían leerse como una continuidad, sin que lleguen a ser limitantes para la expresión misma de la obra, que se va manifestando en el momento que se empieza a gestar. Elementos como la naturaleza, el espíritu o la figura femenina, son componentes destilados en la tinta y a través de las manos de esta mujer.

Todas sus muestras artísticas han estado relacionadas con las experiencias que ha vivido, unas veces más consciente de la relación que en otras. Al dibujar establece un diálogo interno, que en muchas ocasiones no logra comprender en su totalidad. En dicho diálogo, ella revisa, reflexiona, analiza, experimenta, siente y avanza, o simplemente atraviesa por lo que sea que está vivenciando. El arte resulta entonces en una forma de vivir. Por otro lado, el arte es su oficio y, como en cualquier otra profesión, ha tenido que aprender día a día a moverse dentro de su campo de acción.

Para ella, un artista puede ser desnudado a través de su obra. La cuestión es que quien despoja de su vestidura al artista, debe tener también la habilidad de leer una obra más allá del espejo que esta misma pueda ser. Muchas veces, esa lectura llega tan a fondo que descubre ideas encriptadas que ni siquiera son visibles para el autor.

Su obra Emma (2015) es un dibujo en tinta de ochenta por sesenta centímetros que realizó para la revista Don Juan. Recibe su nombre por la mujer que le dio parte de la inspiración para ese rostro en tinta roja, Emma Watson, y es en la complejidad de los detalles donde reside parte de la belleza de su creación. A gran escala, acá se puede contemplar el valor de la figura femenina en su trabajo, que es el ser mujer en sí, la maravilla y el misterio que eso representa para ella. Si bien Cynthia no tiene una obra preferida, las que más le gustan son aquellas que ella misma no puede descifrar cómo hizo ni de dónde vinieron. El inconsciente es un universo vasto con el cual le gusta estimular el encuentro y al cual procura prestarle atención.

El trabajo más reciente de López fue La Gata Constelada, escultura que hace parte del programa “Las Gatas del Río” de la Cámara de Comercio de Cali (CCC). Después de indagar mucho, fue la idea de los sueños que se hacen realidad de donde nació Constelada. Para la artista, esta escultura responde a una criatura que ha trepado el Árbol Sagrado (símbolo de muchas culturas que representa un puente entre lo terrenal y lo celestial) hasta una de sus ramas más altas y, en este asomo espiritual, una de las hojas se ha prendido a sus ojos. Las semillas que trae consigo se derraman en fertilidad para fortalecer el vínculo, la relación entre cielo y tierra que hace posible que los sueños se hagan realidad. Sus ojos están cubiertos porque sólo con los ojos del alma se puede ver, percibir, intuir las estructuras del Universo y su infinita sabiduría.

Cynthia López también es maestra: desde que tiene 17 años ha dictado talleres cortos en contextos diferentes. Los primeros que realizó estaban relacionados con pintura mural. Pero a partir de 2012, después de graduarse, empezó a interesarse mucho más en la enseñanza, tomó un curso virtual con el Sena sobre pedagogía y empezó a investigar sobre la docencia en el campo de las artes. Ha dictado varios talleres de dibujo en escenarios como la Universidad del Cauca, el Liceo Francés Paul Valery y el Colegio Bennett, ha realizado acompañamientos personalizados y actualmente se encuentra dictando la asignatura de Seminario de Investigación en Arte I de la carrera de Artes Visuales en la Javeriana de Cali.

Desde una escultura cincelada en el espíritu, dibujos que emulan la evolución del orbe partiendo del equilibrio milenario de la vida, niñas mutilando mamíferos, obras inspiradas en el trabajo de Botticelli, mariposas azules, mujeres rojas, vegetación negra, hasta Carlos Vives cabalgando un pez en el fondo del mar, todos y cada uno de los trabajos de Cynthia López están cargados de detalles, historias, pedacitos de su ser y, sobre todo, de amor, de puro amor. 

Es egresada de la Universidad Javeriana de Cali de Artes Visuales donde también dicta clases. Desde 2013 ha venido participando de una exposición colectiva en Galería Museo que se llama “lenguajes en papel” con la que también participó en la Galería Fernando Pradilla en Madrid y en la Gallery House de Nueva York. 

¿Qué es la fusión para Puro amor?

Para Cynthia la creación de una nueva imagen siempre es la fusión de otras imágenes, es un proceso de collage, lo relaciono más con la parte alquímica como un juego de mezclar diferentes texturas.

// Fotos: José Varón. //

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Cynthia López