6 grafiteras colombianas
Continuamos con nuestro homenaje a las creativas colombianas. En esta entrega presentamos a 6 grafiteras colombianas que por medio de su trabajo dejan una huella en las paredes del mundo.
El paisaje de varias ciudades colombianas ha cambiado en los últimos años gracias al colorido trabajo de varias generaciones de talentosos artistas urbanos. Entre las firmas más destacadas se encuentran varias mujeres que se han ido abriendo camino en un terreno que por mucho tiempo ha tenido predominio masculino. Gracias a sus miradas y búsquedas la estética de las calles se ha ido enriqueciendo.
En esta serie de homenajes a creativas colombianas, que ya incluye ilustradoras y tatuadoras, sumamos a anteriores listados de grafiteras seis nuevos nombres. Los invitamos a nutrir esta lista con sus comentarios.
Marcela Esguerra / Perversa
(Bogotá)
Inspirada en su hija, Marcela lleva 13 años pintando las calles de las ciudades de Colombia con la intención de crear espacios más amables para los niños. Gracias al interés en ese público, una parte de su obra está llena de monstruos de colores, incluyen referencias a videojuegos, comic y caricaturas de los años noventa. Sin embargo, ha continuado el camino hacia nuevas exploraciones con estética y temas muy distintos: hace cuatro años, Marcela dirige un proyecto llamado “Ven, seremos” orientado a temas políticos pero también con un enfoque de género, recordando a las mujeres que no están solas.
“Mi trabajo tiene dos enfoques, en uno quería compartirle a mi hija un mundo de colores y dibujos, y con el otro quería reivindicar mi género, así que escribí en las calles lo que nosotras necesitábamos leer”.
Maria Camila Bernal Toro
(Bogotá)
Desde hace 15 años, esta artista urbana desarrolla un trabajo que conecta la naturaleza y la memoria, inspirado en la ilustración botánica y en el trópico. Estos proyectos han despertado la atención de grandes marcas con las que ha trabajado, como Converse, Nike, Starbucks y L’Oreal. Entre sus influencias está la corriente artística art nouveau, que utiliza figuras geométricas delineadas con precisión acompañadas de colores fuertes y llamativos. Aparte de esta referencia estética, María Camila tiene presente al momento de inspirarse los trabajos de músicos como Yann Tiersen, Ludovico Einaudi y Bjork.
“Busco con mi trabajo la transparencia, consecuencia entre pensamiento, sentimiento e imagen, que en armonía se hable en un mismo lenguaje que surge de lo femenino. Relaciono las formas curvas y orgánicas con la libertad y el movimiento. En la mayoría de los casos, la protagonista es una mujer que representa con su gesto una idea del equilibrio entre lo etéreo y lo fuerte, lo sublime y lo mortal”, afirma María Camila.
Nirvana Sabina / Psylo Sabin
(Pasto)
A sus 16 años exploró técnicas como el stencil y el paste up, métodos que tomaron forma durante su paso por la Universidad de Caldas, donde estudió diseño. Junto a un grupo de amigos crearon un colectivo llamado “Muros Libres”. Después de su regreso a Pasto en el 2014, de la mano de Suku crearon el Colectivo Colorama del cual hace parte actualmente. Para Nirvana su trabajo es una expresión de vida, que habla de la magia que existe en la naturaleza y el poder artesanal. Su trabajo está influenciado por los dibujos animados, la literatura infantil y la iconografía prehispánica, caracterizada porque sus dibujos se encuentran de perfil, utilizando trazos sencillos, formas cerradas y llenos de color.
“El hecho de ser mujer hace que sea creadora, creativa, intuitiva y esto que me acompaña en todo mi accionar está presente en mi obra”.
Paula Osorio / Ladelrio
(Bogotá)
Paula lleva cuatro años compartiendo sus pinturas con el público. Ella define su estilo como un juego en el que toma imágenes para sacarlas de su contexto y ponerlas junto a otras formas logrando combinaciones sorprendentes. Su trabajo le ha abierto las puertas de festivales como Pictopia (Medellín), Ciudad Graffiti (Bogotá), Abierto Mexicano de Diseño (México), entre otros. En compañía de Gabriel / ARK, Colectivo Atempo y Nats Garu participó en el proyecto social Lidera La Vida, con el cual denunciaban la muerte de líderes sociales.
Ana Luciana Morales Pulido
(Cali)
Desde la intimidad de su casa en Cali, Ana Luciana comenzó a pintar los murales de su habitación, explorando poco a poco el arte urbano. Ya con seis años de experiencia Luciana define su estilo como un autoconocimiento del despertar espiritual, inspirada por las culturas que ha ido conociendo, pero también por experiencias sensoriales, meditaciones y recuerdos.
“Ser mujer no hace de mi trabajo algo distinto, creo que todos tenemos la capacidad de caminar de la mano con el arte y poder ver más allá de lo que parece evidente y terrenal. Solo hay que conectarse con esa sensibilidad, esa fuerza y valentía de arriesgarnos a salir de lo que creemos que es normal. Estamos en el momento de romper lo establecido e, independientemente del género (que no creo en él), tenemos las mismas capacidades de expresarnos y crear”.
Natalia García / Nats Garu
(Santa Marta)
Con ocho años de experiencia en el arte urbano, Natalia no solo pinta en los murales de las calles más concurridas de Santa Marta y Bogotá, sino también en el cuerpo de las personas. A través del tatuaje lleva su estilo ilustrativo, surreal y botánico a otro espacio. Sus obras buscan una armonía entre ilustración japonesa, muralismo mexicano, arte védico y surrealismo.
“Ser mujer influencia todo. Influencia mi mirada, mi sensibilidad, mi relación con los procesos y la innovación. Asumo mi trabajo como un ser humano, abordo temas que no solo hablan desde lo femenino. Sin embargo, es importante resaltar que en un escena mayormente dominada por hombres, la gráfica hecha por mujeres tiene mucho que mostrar”.
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