Moliendo café
Esta es una cafetería independiente.
Tanto, que funciona sobre cuatro ruedas y nos da un ejemplo
de rebusque y emprendimiento.
Aunque la greca debería ser símbolo patrio, los colombianos nos hemos relegado a las grandes cadenas de cafeterías, con precios de Nueva York a pesar de estar en Bogotá. Sin embargo, la necesidad y las ganas de ser independiente llevaron a Cristian Ortiz a montar su propio negocio apelando a otro símbolo patrio: el yipao, ese carrito que durante casi un siglo ha trepado las montañas del eje cafetero cargando bultos de café.
Montado en las cuatro ruedas de este clásico, Cristian se fue hasta Caldas a traer café, lo molió en su casa, le instaló una greca al carro y se fue a las calles de la ciudad a vender su propio café. Es poco probable que su idea se convierta en una multinacional que, además de tintos, vende camisetas, pero lo que sí está claro es que le da para vivir bien, darle trabajo a varias personas y deleitar a oficinistas y transeúntes con su propio tostión.
Un ejemplo más de que el rebusque también es emprendimiento.
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