Los estudiantes tienen la batuta
Creatividad, espíritu crítico y resistencia han acompañado a les estudiantes a ocupar un lugar central para dinamizar cambios sociales a través de la protesta en distintos momentos de la historia.
l protagonismo que han tenido los estudiantes en las últimas semanas en Colombia no es un caso aislado. Jóvenes enérgicos que concurren en espacios académicos, propicios para el debate y la crítica, conforman una fuerza capaz de traducir la inconformidad en movilización ciudadana.
La protesta estudiantil que se toma las calles en marchas y plantones se conjuga con mecanismos de participación política y con una fuerte carga simbólica que ha marcado la forma de pensar de generaciones enteras a través del arte y la creatividad. Desde arengas hasta murales, desde carteles hasta memes, desde las calles o desde los estrados, en muchos momentos los estudiantes se han parado en la raya para ser la voz más fuerte y enérgica de sociedades inconformes en momentos críticos.
Hay algo que tienen en común todas las manifestaciones estudiantiles citadas en esta lista: todas han sido reprimidas violentamente –en muchas ocasiones por la Fuerza Pública–. No ha sido fácil. Resistir tampoco es una nueva consigna. En varios momentos y lugares de la historia esa condensación de ímpetu y paciencia ha sido la forma de reclamar derechos fundamentales, enfrentar gobiernos represivos y promover reformas constitucionales.
Derechos civiles de la población afro
(Estados Unidos, 1957)
Una de las primeras acciones de protesta en contra de la segregación racial en Estados Unidos la desencadenaron unos jóvenes afroamericanos que pasaron a la historia como Los nueve de Little Rock. En cumplimiento de un dictamen de la Corte Suprema de los Estados Unidos, que desde el año 1954 declaró la segregación racial en el sistema educativo como inconstitucional, la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color matriculó a nueve estudiantes afroamericanos en el Little Rock Central High School, un colegio de Arkansas al que solo asistían estudiantes blancos. Aunque el distrito escolar de Little Rock accedió a matricularlos en esa escuela, el primer día de clases (4 de septiembre de 1957), el gobernador del estado ordenó que los nueve estudiantes fueran detenidos por la Guardia Nacional. El momento generó una controversia denominada La crisis de Little Rock, donde los estudiantes estuvieron amenazados de linchamiento por multitudes y que cesó cuando el presidente Eisenhower intervino quitándole poder al gobernador y poniéndolo a él y a la Guardia Nacional de Arkansas bajo mando militar federal.
Mayo del 68
(Francia, 1968)
Después de casi una década del general Charles de Gaulle en la presidencia, Francia vivía una situación paradójica. Desempleo creciente y crisis empresarial ante una apertura económica reciente al libre comercio, jóvenes con mal prospecto de empleabilidad, muchos después de volver de la derrota absurda y sangrienta en la Guerra de Argelia, que había logrado su independencia en 1962. De este acumulado de tensiones, un llamado general a la huelga desencadenó en el movimiento más grande e importante del siglo XX en Francia. Esta cadena de protestas en contra del autoritarismo y de problemáticas estructurales de la sociedad de la época no logró un cambio inmediato pero dejó sobre la mesa conversaciones relevantes y luchas que aún se dan en la actualidad como el ecologismo, las libertades sexuales y el feminismo. Los estudiantes movieron su protesta a las calles para exigir libertades sexuales y de cátedra. Allí se unieron sectores como la construcción y el transporte. Mayo del 68 dejó el precedente de una sociedad más abierta e igualitaria que provocó una nueva reforma universitaria y que nos dejó muchos de los lemas que hoy en día utilizamos como “haz el amor y no la guerra” y “prohibido prohibir”.
Noche de los Lápices
(Argentina, 1976)
En la década de los 70 en Argentina, estudiantes de secundaria y de primeros semestres de universidad irrumpieron la escena política y social por medio de protestas. Una de las más conocidas fue aquella realizada para conseguir el “medio boleto”, un auxilio de transporte para asistir a clases. La lucha en contra de la dictadura de Videla en el país siempre estuvo organizada por jóvenes estudiantes y por eso se convirtieron en los principales blancos de persecución. Diez jóvenes entre los 14 y 17 años, que hacían parte de la Unión de Estudiantes y de la Juventud Guevarista y que impulsaron en gran medida las manifestaciones del medio boleto, fueron secuestrados y torturados por la dictadura militar en 1976; a la serie de desapariciones forzadas se le conoce históricamente como La noche de los lápices. Todos estuvieron retenidos durante cinco meses en centros clandestinos y solo cuatro de ellos sobrevivieron.
Protestas en Tiananmén
(China, 1989)
Las protestas que estallaron en Pekín en 1989 tuvieron lugar por un duelo público impulsado por estudiantes que negaron a los partidos políticos estudiantiles oficiales y consolidaron partidos nuevos. Hu Yaobang, un líder político marginado del partido comunista e impulsor del liberalismo económico, murió a causa de un infarto en el miocardio. Esto ocasionó un duelo nacional y público que provocó la efervescencia entre movimientos estudiantiles que buscaban un cambio en la forma represiva en la que el gobierno dirigía al país. El resultado fue una serie de manifestaciones en las que hasta un millón de personas se congregaron pacíficamente en la plaza de Tiananmen. Las manifestaciones estuvieron a punto de hacer que hubiese un momento histórico de cambio para el país, pero entre el 15 de abril y el 4 de junio de 1989, cientos de personas fueron asesinadas en plaza pública por el Ejército Chino. Aún el contenido y las conmemoraciones de la historia de las protestas son censurados: decenas de jóvenes chinos aún desconocen esa información y el gobierno de ese entonces negó que hubieran asesinatos en la plaza.
Séptima papeleta
(Colombia, 1991)
La séptima papeleta fue el movimiento que logró la Constituyente de 1991 en Colombia, ya que la constitución que regía al país desde 1886 prohibía el divorcio, se regía bajo la asesoría de la iglesia católica y le daba facultades extraordinarias al presidente, como escoger gobernadores. En 1990, el pueblo colombiano se disponía a elegir senadores, representantes a la cámara, diputados, concejales, alcaldes y al candidato presidencial del partido Liberal: seis papeletas (tarjetones para votar) y seis elecciones. Pero un grupo de estudiantes en sus veintes, en su mayoría de derecho, empezaron una campaña para impulsar una séptima papeleta no oficial que terminó siendo la más importante. La papeleta decía “Plebiscito por Colombia, voto por una Asamblea Constituyente que reforme la Constitución y determine cambios políticos, sociales y económicos en beneficio del pueblo“ y fue repartida en las calles y en periódicos y miles de personas la depositaron junto a las otras papeletas oficiales el día de las elecciones. Esto ocasionó que el entonces presidente, Virgilio Barco, declarara un estado de sitio para realizar un Plebiscito Constitucional en el que 5.236.863 colombianos votaron a favor de una asamblea constituyente.
Protestas universitarias contra Yanukóvich
(Ucrania, 2013)
Decenas de estudiantes ucranianos iniciaron una convocatoria que terminó en las manifestaciones reprimidas que tuvieron lugar en Ucrania entre 2013 y 2014. Los universitarios marcaron un precedente de organización que no se evidenció en los demás colectivos que protestaban. Ellos se encargaron de repartir comida, crear esquemas de guardias de seguridad y turnos en la cocina. Las protestas tuvieron lugar porque el presidente, Víctor Yanukóvich decidió darle la espalda a Europa, además del constante incremento de grupos fascistas y nacionalistas internos que coartaban aún más las libertades de la sociedad ucraniana.
Manifestaciones contra el alza en el pasaje del metro
(Chile, 2018)
El último estallido social y uno de los más grandes en la historia de Chile tuvo lugar gracias a decenas de jóvenes estudiantes que empezaron a hacer evasiones masivas en el metro de Santiago de Chile: se colaban, armaban plantones en las estaciones y abrían a la fuerza las puertas de los vagones para que las personas entraran. Todo porque el presidente Sebastián Piñera decidió hacer un alza en los pasajes del metro que afectaba directamente a toda la población. Este fue el comienzo de las protestas multitudinarias que se extendieron por tres años y dieron como resultado un plebiscito y más tarde una constituyente alejada de la dictadura de Pinochet y una Nueva agenda social con enfoque feminista que garantiza mejores salarios y administración pública, y garantías para el sistema de salud.
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