Pasar al contenido principal

 

Escribe más de 3 caracteres

“El dibujo me encontró a mí”: Zokos

“El dibujo me encontró a mí”: Zokos

Fotografía
Fue policía, metalero y vendedor de fruta. Al contrario de otros artistas que llevan décadas explorando y consolidando su estilo, Zokos llegó al dibujo hace relativamente poco, pero se enamoró al nivel de darlo todo por experimentar y construir su mundo.

separador

arribo-alta

E

n el barrio San Felipe hay una casa de ladrillo oscuro y rejas color curuba. El piso es de madera y su arquitectura es como la de las casas antiguas de Bogotá que han ido pariendo cuartos de la nada, encadenados por pasillos y escaleras, formando un monstruo de Frankenstein de concreto. En el segundo piso, un cuarto tiene la puerta entreabierta, es el taller de Ricardo Correa Sepúlveda, más conocido como Zokos, ilustrador, grafitero y artista. 

El espacio es luminoso y a la vez crudo. Las paredes y los armarios están ligeramente pelados y dejan ver las capas de pintura. Un gato negro con ojos verde menta asoma su cara por el dintel y Zokos se apresura a cerrar la puerta. “Le gusta marcar su territorio”, dice, mientras empuja al animal hacia afuera. 

Ricardo mide poco más de metro setenta, y su pelo se riega como un líquido uniforme sobre su cabeza. Sus ojos tienen un aire asiático que se esfuma cuando habla un perfecto español bogotano. “¿Qué más? ¿Todo bien?”. Se pone una capa blanca y se sienta en el suelo. Su delantal de trabajo tiene los números 3634-07. 

**

Encuentro

Ricardo creció en una urbanización del barrio Bellavista, en el sur de Bogotá. En aquel tiempo, la ciudad aún conservaba mordiscos del campo y era frecuente encontrar riachuelos, vacas y potreros. Además de entretenerse a lo Tom Sawyer con cuanto bicho y sapo se le apareciera, jugaba fútbol y oprimía timbres de diferentes casas para luego salir a correr muerto de risa.

Además, le gustaba jugar a las escondidas, pero lo disfrutaba aún más cuando el gobierno promovió apagones para racionar energía eléctrica en 1992. Mientras muchos padres les decían a sus hijos que se quedaran en casa después de las cinco de la tarde, él salía con sus amigos y aprovechaban la oscuridad para refugiarse en las sombras.

IMG 6207

Desde que era niño lo ha perseguido un libro que no ha podido encontrar: es uno de fábulas de Esopo con ilustraciones en tintas azules y muchos arabescos (si alguien lo conoce o sabe dónde está, no dude en escribirle). Y a medida que fue creciendo, se comió cuanto texto le coqueteó en calles y vitrinas. Los domingos jugaba Mario Bros. con su consola Family y veía películas en VHS de Chuck Norris, La India María o Vicente Fernández, las preferidas de su papá. Además, recuerda el olor de incienso de la Iglesia del Divino Niño Jesús en el barrio Veinte de Julio, a la que iban cada primero de enero para pedirle un milagrito al bebé más venerado de Colombia. 

Ricardo tuvo una infancia feliz, eso dice con una sonrisa. Pero cuando hablamos de su adolescencia, mira un cuadro al lado opuesto del taller. Cuando estaba en octavo grado, le dejaron de importar las calificaciones, las anotaciones en el observador o las citaciones a sus padres, se entregó al metal y a la vagancia y con todo y su espíritu de renegado, se graduó a los dieciséis.

IMG 6240

Las peleas, los castigos y los conflictos con su papá fueron aumentando, él quería que su hijo se convirtiera en un policía o en un cajero de banco, pero Ricardo ni siquiera había contemplado estudiar una carrera, y entre dilema y dilema, fue convocado a prestar servicio militar, que, según él,  fueron unas vacaciones pagas. “Yo estaba de ‘chúcaro’ en patrullas escolares, entonces, me tocaba ir los viernes a Salitre, y cuando terminaba de trabajar, me iba a farrear a punta de vino. En ese tiempo yo estaba como díscolo y uno tiende a juntarse con los que son más pailas. De ahí conservo a un par de amigos muy buenos, pero fue una farra completa”, cuenta.  

Al terminar de prestar servicio, no quiso asumir su papel de adulto, pero poco después tendría que enfrentarse al reto de serlo, pues se convirtió en padre de María Fernanda. Cuando nació supo que no podía continuar con el ritmo de vida que llevaba, por lo que comenzó a trabajar como repartidor de domicilios en una frutería y por primera vez se planteó estudiar algo. 

Sus papás nunca habían considerado una carrera académica como un futuro para su hijo y aunque él tampoco tenía muy claro qué quería hacer, escogió Tecnología Industrial (aún no sabe de qué se trata). Dos semestres después, decidió retirarse e irse por otro camino con menos números y más imaginación.

Serie-Kadupul---acrilico-sobre-madera

A diferencia de muchos artistas que cogen el lápiz desde pequeños y no lo sueltan nunca, Ricardo no se acercó al dibujo hasta que tuvo veintitrés años. Y aunque sus padres no estuvieron muy de acuerdo, decidió estudiar Diseño Gráfico en la Corporación Unificada Nacional de Educación Superior (CUN).

Para su sorpresa, descubrió que era mejor de lo que pensaba y se interesó por explorar procesos y técnicas. A la par, fue testigo de toda la movida del grafiti que se estaba gestando en 2004 en Bogotá, y al ver el contacto del aerosol con las paredes vírgenes, quiso descubrir la magia de rayar paredes. “El dibujo me encontró a mí”, dice. 

La primera vez que pintó con una lata, fue en un muro en la calle 106 con 15, donde plasmó el juego de palabras “Bush, bull, shit”, del diseñador francés Alain Le Quernec. Aunque aún no dominaba por completo esta técnica, siguió rayando la ciudad a punta de esténcil con cuatro amigos de la CUN, con los que conformó el colectivo “Zokos”. Esta palabra no es otra cosa que el mote con el que se trataban entre sus amigos. En vez del popular y querido “parce”, ellos se decían “quiubo, zoko”. 

“Realmente empezó como ese proyecto de diversión. Rayamos dentro de la universidad, luego nos pasamos a la pared de al frente, después fuimos al centro y se fue creciendo el parche”, relata.

Prey---oleo-sobre-lienzo

La primera figura que hizo fue un muñeco con el que aprendió a dejar que el aerosol hablara a través de su mano. Pero no siempre ha vivido días gozosos: una vez se cayó y se rompió una costilla mientras pegaba un cartel en un muro de un segundo piso; en otra ocasión, se quedó atrapado en una grúa durante cuatro horas mientras pintaba un mural, y otras veces ha tenido encontrones con la policía. 

Al principio le gustaba la adrenalina que sentía al pintar a escondidas, pero, gracias a un marco legal sobre grafiti en Bogotá, se han abierto espacios para que artistas urbanos puedan rayar las paredes. A Ricardo, esto le ha dado la posibilidad de recibir dinero por su trabajo y de hacerlo con más tiempo y dedicación sin tener que huir con su muro a medio hacer por no tener un papel. 

Con el tiempo, cada uno de los miembros del colectivo se fue graduando, unos pocos continuaron con el proyecto hasta que Ricardo fue el último caballero que siguió pintando y decidió conservar el nombre de Zokos. En el 2006 se dio cuenta de que tenía otras oportunidades más allá que las de trabajar en una agencia o una empresa por el resto de sus días y en el aerosol encontró algunas respuestas.

Long-lost-to-where-no-pathway-goes

“Yo creo que con el grafiti me pasa un poco como cuando estoy pintando en el taller: siempre hay un momento en el que uno se sublima y cree que lo que está haciendo está del putas. No es desde el principio sino más al final, siempre hay un momento de efervescencia que dura como media hora, y siempre que pinto un muro me pasa eso. Eso me parece chévere”, cuenta. 

Un personaje crucial para su técnica fue el experimentado grafitero Ospen, quien lo invitó a olvidar la plantilla y a dejar la mano libre. A su vez, el también artista callejero Notable lo alentó a dejar que su muñeca siguiera un trazo completo en grandes formatos. De hecho, Ricardo dice que es negado para piezas pequeñas.

IMG 6285

A medida que fue adquiriendo experticia, su vicio no pasó desapercibido entre el círculo de artistas que lo invitó a participar en otros espacios como galerías y muestras de arte. En ese momento comenzó a pintar en otros formatos, y dio el paso del grafiti a la ilustración. Ha hecho proyectos para revistas y carátulas de discos para Macóvhana y la orquesta de jazz Carrera Quinta. “Todavía tengo la frustración de no haber hecho algo con una banda de metal”.

***

Algunas paredes están cubiertas por sus trabajos más recientes: pinturas al óleo, retratos y figuras humanas se secan con el sol y el viento que se cuela por los orificios de los marcos de las ventanas. 

Antes, Zokos se decantaba por personajes más surrealistas y paisajes oníricos, pero en el camino decidió darle un vuelco a lo que venía haciendo y comenzó a experimentar. Desde que tomó un taller de esta técnica con Henry González, hace tres años, la textura de la pintura y la exploración del volumen lo han llevado por nuevos rumbos. 

Para él, toda idea sale del papel. No importa si es óleo, ilustración digital o grafiti, Zokos tiene libretas gordas en las que el proceso de estos casi diez años de trabajo está guardado sin una mancha de café o de tiempo.

IMG 6308

“Siento que lo digital unifica la imagen y son solo dígitos guardados en un disco. En cambio, el trazo a mano tiene impresa la firma de cada persona, es un objeto que tiene textura, que se puede dañar y se convierte en una pieza. La imperfección lo vuelve más real”. 

Y es desde el primer trazo en el lienzo, desde la primera mancha que comienza sus cuadros. Zokos lo mira y sigue otra voz, la de su muñeca, y cuando tiene un ritmo, su cabeza empieza a encontrarle formas. Le gusta reflexionar sobre la idea preconcebida y la experiencia de dejar que el encuentro con la pieza en blanco lo guíe en el camino. Las manos sucias también son parte de la obra.

Zokos no sabe si le disgusta el ruido que hace la gente o es solo la gente la que le incomoda a la hora de crear, lo que sí es cierto es que le gusta controlar el espacio en el que está. Tool, Strapping Young Lad o Devin Townsend son sus músicos favoritos.

IMG 6208

Después de que se graduó, se empleó como diseñador en la Universidad del Bosque, lugar en el que ha podido participar en proyectos editoriales, corporativos y de ilustración, pero hasta hace un par de años decidió elegir entre un horario fijo y su proyecto y eligió este último. Desde entonces, trabaja desde las ocho o nueve en su sueño, en las tardes ilustra y bocetea por encargo y dicta clases de ilustración y diseño industrial.

****

Macovhana

Diez años después de haber seguido su intuición y haberse entregado al arte, a Zokos no le interesan mucho los reconocimientos pero sí el apoyo de sus papás. Desde su adolescencia, su relación estuvo llena de enfrentamientos sobre su carrera y su futuro, pero el ver que su hijo no solo le gusta lo que hace sino que puede vivir de eso, les ha cambiado el chip. 

Zokos comienza a desabotonarse la camisa de trabajo y hace una pausa. “El número 3634-07 que está cosido en este delantal tiene mucho significado para mí porque en este momento mi papá está muy orgulloso de mi trabajo y me da mucha alegría poder pintar con lo que el man trabajaba”, dice mientras retiene un par de lágrimas en sus ojos de japonés. 

separador

Andrea Melo Tobón

Escribo, bailo y sostengo la cuchara con la nariz. He trabajado en la radio pública de Colombia, el portal En Órbita, Canal Trece y la casa bella, Bacánika. Desaprendo mañas y aprendo nuevas. Periodista en deconstrucción.

Escribo, bailo y sostengo la cuchara con la nariz. He trabajado en la radio pública de Colombia, el portal En Órbita, Canal Trece y la casa bella, Bacánika. Desaprendo mañas y aprendo nuevas. Periodista en deconstrucción.

Escribo, bailo y sostengo la cuchara con la nariz. He trabajado en la radio pública de Colombia, el portal En Órbita, Canal Trece y la casa bella, Bacánika. Desaprendo mañas y aprendo nuevas. Periodista en deconstrucción.

Escribo, bailo y sostengo la cuchara con la nariz. He trabajado en la radio pública de Colombia, el portal En Órbita, Canal Trece y la casa bella, Bacánika. Desaprendo mañas y aprendo nuevas. Periodista en deconstrucción.

Cultura Pop
Le puede interesar

Tierra que se destaca por la ternura y sonoridad de sus palabras, invitamos a Caroca a ilustrar algunas de nuestras favoritas. ¿Ya las conocía?
Carolina Cardona (Caroca)
Carolina Cardona (Caroca)
-Octubre/04/2024
Desde Pereira, Cali, Medellín y Bogotá, estas muestras de arte y espectáculos son los recomendados de Bacánika para que se programe para un mes cargado.
Bacanika
Bacánika
-Octubre/03/2024
¡Aliste ese portafolio y datos personales! Ya llegó nuestro listado mensual de convocatorias para creativos, ilustradores, fotógrafas y artistas.
Bacanika
Bacánika
-Octubre/02/2024
25 obras fueron seleccionadas por el curador Elías Doria y 5 puestas en lista de espera para hacer parte de la exposición. ¡Felicidades a los seleccionados!
Bacanika
Bacánika
-Octubre/01/2024
Su pinta de hoy tuvo origen en la clase trabajadora: esa historia está manchada tanto con tintes de colonialismo y racismo, como de rebelión y cultura pop.
Adela Cardona
-Septiembre/30/2024
Invitamos a Luto a ilustrarnos algunos de los más famosos apocalipsis que seguimos esperando mientras se termina la jornada para irnos del trabajo.
Bacanika
Bacánika
-Septiembre/26/2024
Aunque son una compañía cada vez más popular, son pocos los que conocen las plantas que tienen en casa. Aquí se las presentamos para que las pueda cuidar.
Mariana Martínez Ochoa
Mariana Martínez Ochoa
-Septiembre/26/2024
¿Sirve para algo el estilo ajeno? ¿El estilo ajeno o propio es algo más que un invento del arte moderno? Artistas, curadores y académicos nos cuentan.
Soraya Yamhure Jesurun
Soraya Yamhure Jesurun
-Septiembre/24/2024
Si está en Bogotá desde el 30 de septiembre la Fundación Universitaria Los Libertadores trae varios imperdibles para diseñadores, cinéfilos y periodistas.
Bacanika
Bacánika
-Septiembre/23/2024
31 Minutos trascendió la pantalla y dejó una huella imborrable en quienes los siguieron. Una de nuestras periodistas les escribe aquí una carta de amor.
Valeria Herrera Oliveros
Valeria Herrera Oliveros
-Septiembre/23/2024
Una Reina del Drama nos ilustra este catálogo de momentos en los que fue perfectamente ridículo adelantarnos tanto o leer tan mal el contexto.
Una reina del drama
-Septiembre/20/2024
Pronunciamiento oficial del equipo de Bacánika a las reacciones suscitadas por el anuncio de los ganadores de este año.
Bacanika
Bacánika
-Septiembre/20/2024
¿Podría reconocer una potencial pareja en una conversación de 5 minutos con alguien que nunca ha visto? El autor de esta crónica nos cuenta cómo le fue.
John William Archbold
John William Archbold
-Septiembre/18/2024
Si lo cogió la noche sin ideas mientras llega el Día del Amor y la Amistad, no se preocupe: aquí le tenemos más de 20 planes entre Bogotá, Cali y Medellín.
Bacanika
Bacánika
-Septiembre/17/2024
La moda puede hacernos sentir más cómodos dentro de nuestra propia piel. Este diseñador chiquinquireño ha dedicado sus habilidades a traer a la realidad los sueños y personajes que muchas drag queens llevan a su estudio. Aquí una mirada a su trabajo y visión.
Laura Daniela Soto Patiño
Laura Daniela Soto Patiño
-Septiembre/16/2024
¡Ojo pues! Le traemos convocatorias dirigidas a artistas, fotógrafos/as, realizadores audiovisuales, cineastas, estudiantes y periodistas para que se postule.
Bacanika
Bacánika
-Septiembre/16/2024
¿Por qué es tan fácil tragarse de quien no nos dará ni la hora? Son las insidiosas canciones del gran Juan Luis Guerra: aquí sus mejores versos ilustrados.
Laura Daniela Soto Patiño
Laura Daniela Soto Patiño
-Septiembre/13/2024
¡Ya tenemos los 80 seleccionados que harán parte de la muestra del Salón Visual Bacánika 2024 en la Bodega/Comfama de Medellín! Consulte la lista aquí.
Bacanika
Bacánika
-Septiembre/12/2024
Vivir con Síndrome de Ovario Poliquístico es mucho más que no menstruar todos los meses. La autora nos cuenta su experiencia de la mano de una experta.
María Alejandra Argel Guerra
María Alejandra Argel Guerra
-Septiembre/12/2024
¿Ya conoce al encargado de curar las 25 obras seleccionadas para la 17a edición del Premio Arte Joven 2024? Aquí le contamos de su trayectoria y visión.
Valeria Herrera Oliveros
Valeria Herrera Oliveros
-Septiembre/11/2024
Desde septiembre se siente que viene diciembre, pero también una agenda cargada de arte, diseño, ilustración y cuanta cosa entre Bogotá y Medellín.
Bacanika
Bacánika
-Septiembre/09/2024
El daltonismo es más que la visión alterada del color: quienes lo tienen viven el mundo con una perspectiva única. Aquí una mirada a su experiencia y desafíos.
Mariana Martínez Ochoa
Mariana Martínez Ochoa
-Septiembre/06/2024
Tres libros reúnen los conocimientos y hallazgos de tres grandes maestros de la facultad de artes de la Universidad Nacional. ¿Quiénes eran?
Valeria Herrera Oliveros
Valeria Herrera Oliveros
-Septiembre/05/2024
Arte que se remonta a los monasterios budistas del Tíbet, la pintura de thangkas es hoy el sustento de miles de tibetanos, indios y nepalíes. Aquí una mirada.
Emilio Aparicio Rodríguez
Emilio Aparicio Rodríguez
-Septiembre/04/2024