El Centro Nacional de las Artes cumplió su primer año
En su breve trayectoria, El CNA se ha propuesto posicionarse a nivel local, nacional e internacional con una programación que ya cumplió un año abriendo las puertas a propuestas arriesgadas y plurales. Sus directivos nos cuentan de sus balances y ambiciones futuras.
En tan solo un año desde su inauguración, el Centro Nacional de las Artes Delia Zapata Olivella - CNA se ha ganado el reconocimiento de las audiencias no solo por sus 17.000 metros cuadrados de infraestructura, sino por su misión de volverse mucho más que un escenario vitrina hasta ser un genuino espacio de encuentro, creación, proyección y diálogo con los distintos territorios del país y del mundo.
Delia Zapata Olivella fue la primera mujer afro que bailó sobre las tablas del Teatro Colón en 1954, 62 años después de su inauguración. Con un carácter reivindicativo, el CNA honra su nombre con una visión curatorial y programática más amplia, abriendo espacio para una variedad de expresiones artísticas.
“Este fue nuestro año inicial, el de apertura, hoy estamos con una perspectiva que se va ampliando cada vez más”, cuenta Xiomara Suescún, gestora cultural caleña experta en economías creativas y directora del CNA. “[Nuestro aniversario], el 21 de marzo de 2024, el equinoccio, el cambio de año Muisca, 21 y 22 de marzo, día internacional del agua… Todo nos encuentra y nos invita a reunirnos con un mismo propósito”.
Dicho propósito se ha ido cumpliendo durante su primer año de vida, al brindar un espacio de encuentro, creación, proyección y diálogo a creaciones de poblaciones históricamente excluidas con el encuentro de pueblos originarios Abya Yala, un evento de 5 días en el que participaron 16 pueblos indígenas o a propuestas como el Encuentro Internacional de circo con el teatro Achura Karpa, el circo más grande en Colombia, evento que reunió a más de 10.000 asistentes. El Centro Nacional de las Artes también logró traspasar fronteras y posicionar este espacio como un escenario cultural internacional cuando fue elegido para el estreno mundial de Correspondences de Soundwalk Collective & Patti Smith, una instalación a la que asistieron más de 7000 personas.
Por el CNA también han pasado propuestas artísticas como la adaptación de Hamlet de William Shakespeare por parte de la compañía peruana Teatro Plaza en colaboración con actores con síndrome de Down; el montaje de Siempreviva Teatro Solo cuando tengas frío, una obra bilingüe en lengua de señas colombiana o el concierto del músico Alvinsch De dónde salen los autistas y los raros, hablando de las artes desde el espectro autista; que subrayan el interés del Centro en visibilizar apuestas artísticas desde la multiplicidad de voces y miradas.
En 2024, el objetivo es seguir expandiendo este encuentro, creación y diálogo entre las regiones y el mundo. “Nos comprometemos a contribuir al fortalecimiento del sector cultural, a la descentralización de poderes y decisiones, y a asegurar espacios diversos y seguros que transmitan un mensaje tanto al público nacional como global”, dice la directora Suescún. “Se fortalecerá una política cultural abierta que reconozca en el arte un universo de posibilidades de transformar el mundo”.
Según los programadores del CNA, a lo largo del año se tendrán encuentros con la participación internacional de artistas y compañías de países como Canadá, Estados Unidos, Ecuador, Bolivia, Francia, Marruecos, Senegal, Nigeria y Sudáfrica. En lo referente a lo nacional, se plantea acoger propuestas desde distintos rincones de Colombia, desde Bolívar hasta el Amazonas, como el reciente Encuentro del Agua y de la Tierra, un espacio transdisciplinar que fusiona la ecología, las ciencias y las artes, resaltando la conexión entre el Sahara, el desierto más grande del mundo, con el Amazonas, la selva más exuberante del planeta.
La visión del CNA es que el arte sea vocero de diferentes momentos y contextos que transmiten mensajes duraderos y profundamente arraigados. “La intención es consolidar un enfoque curatorial y programático que permita interpretar el arte como una herramienta para conectar a las personas”, concluye Salomé Olarte, programadora y curadora del CNA. “No se trata solo de enfocarse en lo que está sucediendo en un sector particular de la música o la danza, sino de entender las artes como un medio para el diálogo, el encuentro y la reflexión social y política”.
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