Entre el agua

Un estudio de la Universidad Bacánika, demostró que el efecto del agua y el vapor hace que nuestras voces suenen como las de los mejores cantantes. De hecho, para ser más específicos: en las superficies planas y sin irregularidades, el sonido rebota en las paredes, se mantiene en el aire durante mucho tiempo, se vuelve suave y más potente. Además, en los espacios reducidos se producen buenas reverberaciones, fenómeno que ayuda a que el sonido se oiga bastante mejor. Y si ese espacio tiene una base cuadrada, mejor aún porque funciona como una caja de resonancia que amplifica el sonido de ciertas notas y camufla esas en las que algunos somos más torpes: las agudas. 

Dentro de la ducha podemos sentirnos como uno de esos talentos únicos y extraordinarios: Freddie Mercury, Tina Turner o ¿por qué no?, Sinatra; funciona incluso si en el día a día su capacidad vocal es tan mala que no afina ni el cumpleaños. Y tal vez esa sea la razón por la cual la mayoría, unos más tímidos que otros, cantemos a grito herido en la ducha.

En definitiva se oye muy bien. Y la intimidad del lugar funciona perfectamente para hacer lo que nunca se puede: coger el shampoo como micrófono, bailar de cualquier forma posible (siempre con precaución para evitar resbalarse), sentirse toda una estrella en el concierto de su vida, o llorar a moco tendido al son del agua y la canción. Los aplausos suenan todo el tiempo, mientras el agua golpea el suelo y se va por el sifón.

Si no lo ha hecho: no sea tímido, desinhíbase. Si lo hace siempre: no pare nunca. Vale la pena liberarse de todo o sentirse una estrella por un momento. Pero siempre tenga en cuenta que es momentáneo. No quiere decir que no tenga talento, pero la verdad es que solo ese espacio que tanto amamos –la ducha– logra convertirnos (un poco) en las grandes e inigualables voces de la historia de la música.

Aproveche entonces su talento limitado dentro de la ducha. Cante a todo pulmón, relájese y gócese esta alegre lista que lo hará moverse y cantar hasta la última gota. Pero sea considerado: no la oiga toda de un totazo, no queremos acabar con el agua del planeta.