Reebok Club C: el gigante discreto
El icónico modelo de Reebok cumple 35 años y celebra con una merecida reedición. Una mirada a la historia de esta exquisita pieza de diseño.
1985 Mientras Rocky se agarraba a trompadas en un ring soviético contra el robótico Iván Drago, la pelea por el mercado del calzado deportivo se libraba durante los años ochenta en un cuadrilátero muy distinto: la cancha de tenis.
El chico malo, John McEnroe, venía de ganar el US Open y Wimbledon en un arrasador 1984, luciendo los Nike Wimbledon GTS. Adidas seguía reinante con su modelo de 1963, reeditado en el 71 con la firma y la cara del también campeón de Wimbledon, Stan Smith; hoy pocos asocian ese nombre con la vida y la carrera del tenista, pero esas dos palabras representan un hito en la historia de los sneakers. En 1985, Reebok entró a la contienda por el mercado del tenis con un diseño también pensado para los retos que imponía el deporte blanco; un modelo confortable, dinámico, resistente y visualmente exquisito: los icónicos Club C, que celebran sus 35 años con el Reebok Sneaker Day.
El salto que dio este modelo de las canchas de tenis al lifestyle resultaba apenas natural. El diseño contaba con la resistencia necesaria para el alto impacto del juego, al tiempo que otorgaba levedad a los movimientos de los tenistas. Lo primero contribuyó a que esta silueta se popularizara entre skaters y amantes de la cultura urbana; lo segundo lo ha convertido en una prenda versátil, un ícono de la moda informal.
El artista urbano Deimos, quien el próximo 14 de noviembre hará una intervención sobre este modelo como lienzo en el marco del Reebok Sneaker Day, afirma: “Después de 35 años, esta silueta se mantiene totalmente vigente, limpia, clásica. Logra impacto visual a través de muy pocos elementos. El par que tengo en mis manos, son la versión crema con acentos rojos, una sutileza en la paleta que un amante del diseño valora. A pesar de esta sencillez, este modelo también comunica: los toques de azul, verde y rojo rinden homenaje a las tres superficies sobre las que se practica el tenis: sintética, pasto y polvo de ladrillo; eso me parece una chimba”.
Los modelos de sneakers de los años setenta y ochenta estaban marcados por una simplicidad en la que predominaban líneas horizontales y paletas de colores reducidas. Sería solo hasta mediados de los ochentas cuando los diseños más frecuentes en las calles se harían abultados y de talle alto, desde que la apuesta por los signature shoes se volcó hacia las canchas de baloncesto con el surgimiento de figuras como Magic Johnson para Converse y el enorme Michael Jordan con su legendaria historia junto a Nike.
Los Club C nacieron en el 83 con el nombre Reebok Revenge Plus y salieron de nuevo en el 85, en la versión que conocemos actualmente, con la C, inicial de Campeón. No son un signature shoe, no llevan el nombre de un tenista estelar, ni de un sobrenatural basquetbolista. Son zapatos sencillos, para todos. A falta de un nombre que los apadrine, el protagonismo es totalmente de quien los lleva puestos. “Hemos visto papás que vienen a nuestra tienda y les cuentan a sus hijos como en su momento, en los ochentas, el que usaba estos zapatos era el más cool. Se llevan un par cada uno. Ese elemento de nostalgia y de diálogo entre generaciones es una de las razones por las cuales esta silueta está arrasando”, afirma Juan David Ramírez, sneakerhead y dueño de la tienda Broken Chains.
El aniversario 35 del modelo Club C tendrá como celebración el Sneaker Day, un festival lleno de música, arte y comida al que usted podrá asistir desde casa registrándose en www.reebokclubcity.com. El espacio en el que se llevará a cabo este evento es Club C[ity], una ciudad virtual que recreará el espíritu atemporal e incluyente del modelo Club C a través de zonas de experiencia como Classic Talks, Street Art Gallery, The Creative Club, Sneakers Shop y Sound City.
El final de la pelea entre Rocky e Ivan Drago es conocido por todos –aunque Stallone insista en estirar la saga hasta la artritis–. McEnroe se entregó al alcohol, las drogas y los excesos; últimamente es más fácil encontrarlo en bares o partidos de la NBA que en el nombre de unos zapatos. Stan Smith se retiró en 1986, pero nadie se pregunta mucho por él, aunque veamos su cara diariamente en uno de los modelos más vendidos de la historia del calzado deportivo. En cuanto a los Reebok Club C, se abren camino, discretamente, con el peso de una sobriedad que deja huella.
Suscríbase a nuestro boletín
Sin spam, notificaciones solo sobre nuevos productos, actualizaciones.
Dejar un comentario