La mujer de las brochas
Una dulcísima rubia con acento paisa le enseña a las mujeres de habla hispana a maquillarse vía internet. Su magia radica en su vocabulario, simple y cariñoso, y en la destreza que en realidad tiene para ponerle color a su rostro.
“Hola mis niñas lindas, ¡hermosas! Hoy les traigo un video para que resalten su belleza natural, para que luzcan como cuando tenían 15 años. ¿Quién no quiere parecer 10 años menos? Bueno aquí les va”.
Rueda Youtube y una rubia de pelo largo, labios carnudos y cejas pobladas habla con acento paisa al tiempo que coge con habilidad tres brochas en una mano y un par de sombras en la otra. Está lista para su tutorial de maquillaje. A lo que dedica su tiempo desde hace seis meses cuando decidió abrir un canal en Youtube y enseñarle a cualquier mujer a maquillarse. Los tutoriales son realmente fáciles de hacer. Sin embargo un día quiso desafiar a su esposo y se inventó un video, “Mi esposo me maquilla”. En la pantalla apareció un peruano con las mejores intenciones pero con la destreza de Bambi aprendiendo a caminar. Llamaba a las brochas pinceles, a la base crema, y al corrector “esa cosa”. Al final perplejo ante lo que había hecho con su mujer, se sinceró y emitió un honesto “quedaste feísima, no, pero es que estás realmente fea”. Fin del video. Carolina Ortiz nunca más utilizó a su marido para dar fe de que sus tutoriales son en extremo sencillos. Resultan fáciles si la usuaria es una mujer que sabe que un corrector de ojeras puede venir en forma de labial y que las líneas negras del ojo se hacen sobre el ojo, no en las ojeras.El marido no sirve de modelo pero sí de apoyo. Carolina dejó su natal Medellín, se casó y se fue a vivir a Miami con él.
Estando allá hizo varios cursos de maquillaje y se matriculó en otro de Coaching (método para conseguir una meta o desarrollar habilidades específicas). Cuando pensó en un proyecto que pudiera desarrollar desde su casa, y que cumpliera con el objetivo que tenía de aumentar el autoestima de las mujeres se decidió por el maquillaje y empezó a grabar editar y montar un video semanal, en el que su esposo a veces también colabora (detrás de cámaras, por supuesto). La metodología es sencilla. Carolina escoge el tema, muchas veces sondea antes en sus redes sociales qué quieren las usuarias, graba el video en la semana, lo edita y lo monta a la espera de comentarios, preguntas, y fotos de las cibernautas con el tutorial resuelto en sus rostro. “Me mandan de todo, algunas quedan espectaculares y otras están comenzando y no les queda tan bien, pero siempre les doy una retroalimentación”.Su cuenta de Facebook tiene cerca de 9.469 fans, su canal de Youtube tiene 4.250 suscritos y en Instagram reporta 17.838 seguidores. Todas las fotografías que monta en esta última resultan con mínimo 20 comentarios. Sus pupilas alaban la forma como se maquilla, la destreza con la que lo hace y , por supuesto, su indiscutible belleza.
Las casas de maquillaje no se han hecho esperar y han empezado a enviarle hasta su puerta muestras de productos que quieren que implemente en sus tutoriales, pero ella solo da fe de los buenos, los que realmente le gustan. “No voy a recomendar nada que sea malo, una vez me mandaron una base y la probé y me dejó la cara vuelta nada, no la usé ni la usaré jamás”.La fama no la trasnocha. Convertirse en un icono de las redes sociales es ahora más fácil de lo que parece. Pero ella está enfocada en un proyecto que pretende elevar el ánimo y la autoestima de las mujeres con maquillaje. “Cambiaría la palabra fama por reconocimiento, me siento más familiarizada porque le permite a ver a las personas la verdadera esencia de lo que uno quiere mostrar, mientras que la fama, a mi modo de ver, solo es una fachada”.
- UN RECREO, 10 CLIENTES -
Carolina era la típica adolescente que aprovechaba el recreo para depilar las cejas, maquillar y arreglar a sus compañeritas del colegio. Las fiestas de quince eran sus preferidas. La sala de su casa se convertía en salón de belleza y una a una iba maquillando a sus amigas. Listas para la fiesta, sin pagar un peso, y Carolina se iba volviendo la más hábil con las brochas. Después llegó la universidad, las clases de periodismo, que le sirvieron no solo para desenvolverse de manera natural ante su propia cámara, sino también para editar los videos en su computador, y finalmente el anillo, el matrimonio y el peruano que la sacó de su natal Medellín. En Miami tuvo su primer encuentro con una mujer que la inspiró a convertirse en una tutora de maquillaje. “Era una amiga que siempre estaba muy desarreglada. Llegaba su esposo de la oficina y ella con la peor pinta. Un día decidí arreglarla, ¡ le puse jean ! ¡ Algo tan sencillo como unos jeans ! Le solté el pelo la maquillé un poco y quedó guapísima. Allí entendí que las mujeres de esta época tenemos todas las responsabilidades que tenían nuestras mamás sumado a las que hemos adquirido laboralmente. Es una locura y yo quiero ayudarle un poco a esas mujeres que tienen tantas responsabilidades pero que además quieren lucir bien ”, comenta.
Suena a labor filantrópica pero, en realidad, es la forma que encontró para ayudar, desde su habilidad, a las mujeres. Muchas seguidoras le han pedido que venga a Colombia a dictar cursos y ella no lo descarta. Por ahora seguirá instruyendo vía Youtube a las mujeres que quieren aprender a hacer un smokey eye, a hacerse cirugía plástica con polvos y bases, a ponerle ondas naturales al pelo.
Después de tres años de haber lanzado este artículo, les dejamos algunos de los videos más recientes de Carolina Ortiz:
Si quieren ver más videos/tutoriales, acá les dejamos el
canal de YouTube de Carolina.
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