Para jugar billar
Esta guía de guías no solo le dirá dónde jugar billar en diferentes esquinas de Colombia, sino que le contará qué es pool y qué es snooker, cuáles son los aspectos técnicos que influyen en que sea un duro o un tronco y en cuáles salas encuentra empanadas y tinto.
l billar es uno de los pasatiempos más divertidos y apasionantes. Sobre todo para mentes obsesivas. Algunos defensores lo entienden y asumen como un deporte que hace rato pide lugar en los Juegos Olímpicos. Otros, menos idealistas, lo explican como un juego para el que no se requiere mayor adiestramiento atlético. Es factible que el mejor billarista del café de la esquina sea un tipo con la barriga como una tula.
Se empieza a jugar billar en los días del colegio o en los huecos de la universidad. Se aprende a tacar al mismo tiempo que se aprende a tomar cerveza. Se acostumbra a perder y a pagar las cuentas de la misma manera en que sale el sol todos los días. Los más osados optan por apostar dinero extra. Los más timoratos se reparten la cuenta. No abundan las mujeres billaristas, pero las hay. Y algunas son divinas.
Se le llama billar a un juego que se practica sobre una mesa entapetada con unas bolas y un taco. Hay tres modalidades: carambola, pool y snooker. Cada modalidad tiene variantes con distintos grados de dificultad: carambola libre, a una banda, a tres bandas, cinco quillas, al cuadro, pool bola 8, bola 9, buchácara criolla, entre otros.
Aunque las tres modalidades se encuentran en la mayoría de los países, cada una predomina en regiones concretas. La carambola es típica de Europa central, lejano Oriente, norte de África y América Latina. El pool puede ser el más practicado en todo el mundo, aunque su mejor escena tiene lugar en Estados Unidos. Y el snooker es casi exclusivo de la Gran Bretaña y sus excolonias. En Colombia ocurre una división parecida: el billar de carambola gusta más en la región andina y el pool en la costa atlántica. El snooker prácticamente no existe en nuestro país.
Para jugar billar de la manera más agradable, sin importar la modalidad o sus variantes, es importante tener en cuenta algunos aspectos. En orden: uno, la calidad y buen estado de los materiales: mesa y paño, bolas y taco. Dos, la iluminación sobre la mesa. Tres, el ruido. Cuatro, el aislamiento o cerramiento de las salas de juego.
De la calidad y estado de los materiales depende en buena medida que las jugadas resulten tal como fueron pensadas por el billarista. Una mesa ideal es la que cuenta con calefacción en la pizarra, no en las bandas. Si uno quiere comprobar que la mesa tiene encendida la calefacción, debe palpar la pizarra de la manera en que uno se toca la frente para saber si tiene fiebre. Si la siente caliente, puede estar seguro de que las bolas correran a buena velocidad. Es importante, además, detallar el paño. Lo ideal es jugar en paño nuevo, pero si ya está usado conviene fijarse en que no esté picado en las esquinas o cosido o manchado con grasa. Las perforaciones y sus remiendos, por mínimos que sean, alteran los recorridos de las bolas. Lo mismo con la grasa: es mejor jugar en una mesa cuyo paño esté sin manchas de bebidas y sin las huellas de los dedos del pillo que comió empanada antes de tacar.
De las bolas y el taco vale advertir que una buena sala de billar —no importa la modalidad— siempre ofrece bolas limpias y brilladas, y tacos rectos terminados en buenos casquillos —la suela que golpea la bola— que un visitante puede tomar de una pared. Es común que en billares mal mantenidos las bolas estén manchadas, tengan la pulida redondez de una pasa y que los tacos de la pared sean poco más que palos de escoba con casquillos mal pegados y cortados con descuido.
Ahora bien, si los materiales están en buenas condiciones, es recomendable fijarse en la luz que ilumina la mesa de juego y el resto de la sala, en el volumen de la música y en el cerramiento. Como el billar requiere alta precisión y máximo cuidado en los detalles, se hace necesario que cada mesa tenga focos de luz potente que eliminen zonas oscuras y sombras sobre la pizarra. Un chorro de luz en diagonal o una línea de sombra que se atraviese sobre la mesa resulta muy incómoda a la hora de tacar.
De la misma manera con la música y otra clase de ruidos: si el volumen del altoparlante es como el de una discoteca, resulta más difícil jugar; si la sala queda sobre una avenida o es vecina de negocios que generen ruido de alto impacto, también es muy difícil jugar. Entre más controlado y moderado sea el ruido externo, más fácil será adquirir la concentración que obliga este juego.
Por último, el cerramiento. Aunque no es un asunto en extremo importante, sirve decir que las mejores salas de billar son locales cerrados con poco contacto hacia la calle. Entre más aislada de la intemperie se encuentre una sala de juego, mejor rendimiento darán las mesas. El viento, la humedad y la temperatura ambiente pueden llegar a afectar los recorridos que deben hacer las bolas sobre la mesa.
Las salas de billar que comparto a continuación cumplen con todos los aspectos anteriores y son reconocidas como las mejores del país. Aunque ofrecen mayor cantidad de mesas de carambola, también tienen mesas de pool. Un neófito o un billarista de vuelo pueden estar seguros de que si se van una tarde a jugar a una de estas salas no tendrán queja del servicio.
CONVENCIONES
BOGOTÁ
Club Chapinero
Dirección: Calle 57 # 13-91
Es una de las salas más tradicionales de la ciudad y del país. En sus paredes cuelgan cuadros con fotografías e ilustraciones de los más grandes jugadores de carambola en el mundo. Su maestro de sala es Jaime Bedoya, el tribandista de mayor prestigio internacional que ha tenido Colombia. Algunos clientes pueden recibir clases de él.
Club 8
Dirección: Calle 63 # 15-32, 5to piso
Es la sala mejor dotada de la ciudad. Tiene mesas, paños y bolas en óptimas condiciones. También ofrece un sistema de video en vivo, adaptado a todas las mesas, que le permite al jugador ver sus tacadas en vivo y repetirlas las veces que quiera. Incluso, grabar sus partidas. Tiene dos maestros de sala que son dos de los mejores jugadores del país: Eleazar Ramírez y Pedro González. Ambos pueden ser contactados para dar clases.
Academia Colombia
Dirección: Carrera 15 # 51-89
Es otra de las salas más tradicionales de la ciudad y del país. Es un espacio ni muy grande ni muy pequeño. Situada en un segundo piso, resulta una de las más acogedoras y familiares. Varios de los mejores jugadores de la ciudad practican a diario en sus mesas. Andrés Naranjo y Guillermo Vallejo son maestros de la sala y siempre están dispuestos a instruir y practicar con los clientes.
Billares OK
Dirección: Carrera 7 # 22-89, segundo piso.
Durante años fue uno de los billares clásicos de la ciudad. Situado en un segundo piso, junto al Teatro Jorge Eliécer Gaitán, hizo parte de un inventario de cafés históricos bogotanos, junto con Billares Londres. De eso hoy queda poco porque todo su interior fue remodelado. Y lo que perdió en elementos de importancia histórica, lo ganó en iluminación, asepsia y calidad de los materiales de juego. Sin duda es una de las mejores salas de billar de la ciudad. Su maestro es Andrés Lizarazo y es posible acordar clases con él en el horario de la mañana.
Billares Country Club
Dirección: Carrera 15 # 85-42, interior 7
Es una de las salas más cómodas y espaciosas. Su salón de eventos se presta para presentaciones de músicos y bandas. Está situada en la zona rosa y desde siempre ha cultivado una clientela de estratos medios y altos. Se ajusta a los jugadores que residen en el norte de la ciudad. Su maestro de sala es Julián Torres y es posible concertar clases con él.
MEDELLÍN
Billares Master
Dirección: Calle 44 # 75-21
Es la sala mejor dotada de todo el país. Tiene mesas de última generación de fabricación coreana —industria pionera en el billar mundial—. Cuenta con el sistema de video en cada mesa que le permite al jugador verse tacando en tiempo real, así como ver las repeticiones y grabar las partidas. Es sede anual de uno de los mejores torneos de billar a tres bandas de América Latina. Su maestro de sala es su propietario: Mauricio Aguilar. Y varios de los mejores jugadores de Medellín practican a diario en estas mesas.
CALI
Billares Master
Dirección: Carrera 23B # 7-72
Es la sala de más reciente apertura en la capital del Valle. Tiene toda la dotación de los Billares Master de Medellín, así que opera como una sede. Está situado en el parque de la Alameda y desde su inicio se ha ido ganando más y más clientela. Su maestro de sala es Carlos Campiño.
PEREIRA
Club Quiramá
Dirección: Carrera 9 # 24-52
La más emblemática sala de billares de la ciudad y una de las mejores del Eje Cafetero. Es cómoda y espaciosa. Las mesas cuentan con un muy buen sistema de iluminación. Como pocos clubes más, tiene varios juegos de bolas por cada mesa. Esto permite que un cliente siempre reciba bolas brilladas en óptimas condiciones sin importar cuántas veces lo pida. No cuenta con maestro de sala.
DS Sport Billares
Dirección: Calle 38 # 15-12, barrio Guadalupe, Dosquebradas
Es una sala pequeña y muy familiar. Está situada en un barrio residencial y es punto de encuentro de amigos. Su propietario y maestro de sala es Robinson Morales, uno de los mejores billaristas en varias modalidades que ha dado Colombia. Es posible acordar clases con él.
MANIZALES
Club Los Profesionales
Dirección: Carrera 22 # 19-12
Manizales respira billar. Quizás sea la ciudad más aficionada a este juego en América Latina. Y esta sala es la más frecuentada por los mejores jugadores de Colombia. Está situada en un segundo piso y tiene unas gradas contra la pared que sirven como pequeñas tribunas desde las que se pueden observar las partidas con mejor panorama. Los maestros de sala son Huberney Cataño y Antonio Tabares. Es posible cuadrar clases con ellos.
IBAGUÉ
Billares Europa
Dirección: Calle 5, carrera 38 esquina, tercer piso.
Ibagué es otra ciudad con una gran afición billarística. Y cuenta con varias salas bien dotadas. Sin embargo, Billares Europa me parece la más agradable por su generoso espacio interior, por los ventanales amplios que ventilan toda la sala y por la clientela que ha cultivado en muchos años. No tiene maestro de sala, pero el nivel de juego de la mayoría de sus clientes es más que digno.
BUCARAMANGA
Club Panamericano
Dirección: Calle 41 # 15-47
En la región del gran Santander el billar ha ido aumentando en seguidores y jugadores de alto nivel. De la misma manera, sus salas de juego. Si hace diez años se contaban dos o tres bien organizadas en toda Bucaramanga, ahora hay más: unas cinco o seis salas con clientela fija diaria. Y entre esa variedad, el Panamericano es el más reconocido. La primera vez que fui a jugar allá, la sala acumulaba el bochorno y la humedad propia de la ciudad y las mesas parecían transpirar. Ahora, la sala es cerrada y cuenta con aire acondicionado lo que ha elevado el rendimiento de las mesas y mejorado el nivel de sus jugadores.
BARRANQUILLA
Club Maracaná
Dirección: Calle 70 # 43-97
Es la sala más importante de la costa atlántica y puede ser uno de los que más vende en todo el país. A diferencia de los anteriores, el Maracaná ofrece más mesas de billarpool que de carambola. Por su idiosincrasia costeña, esta sala siempre parece de fiesta: hay música a todo timbal, algarabía y sonrisas.
Fotografías cortesia de los billares.
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