
Tutorial: Cómo hacer tu primer grafiti con Hell Saint Cat
Salir a pintar ese mural que sueña en las calles requiere, además de las ganas y las latas de pintura, técnica y práctica. Para que se anime a empezar, buscamos a Hell Saint Cat, maestro bogotano del mural y el grafiti, para acompañarlo a hacer uno de esos gatos que caracterizaron su estilo en sus inicios, mientras nos comparte consejos y técnicas en este tutorial.
Salir a pintar un muro por primera vez puede ser intimidante, incluso un poco contraintuitivo, pero también extraordinariamente divertido. Para entender mejor cómo hacerlo y aprovechar esa primera vez tanto como sea posible, le propusimos hacer un grafiti a Hell Saint Cat, diseñador gráfico, ilustrador y artista callejero de Bogotá que le ha sumado varias capas de pintura a la ciudad en veinte años, para acompañarlo durante todo el proceso.
“A mí en su momento, lo que me ayudó mucho fue observar a otros artistas trabajar. Cuando arrancamos en Bogotá no había tantos grafiteros pintando, pero fueron llegando referentes de Estados Unidos, de Brasil, de Europa, y al poder verlos trabajar, ahí es cuando uno aprende”, explica. “Cae uno en cuenta de que hay ciertas cosas que se pueden hacer y que funcionan. Porque en la calle la gente no se te acerca a darte consejos, sino a darte críticas, muchas veces destructivas.”


En este tutorial, Hell Saint Cat decidió pintar uno de los icónicos gatos endemoniados de línea gruesa, tan afín al estilo cartoon, que marcaron su estilo en la ciudad. Partió de un boceto digital que utilizó no solo para preparar mentalmente la imagen, sino para decidir colores y hacerse una idea de las cantidades que necesitaba. Y ahí sí comenzar a pintar, sin retícula: a vista, al mejor estilo del grafiti tradicional.
El proceso completo le tomó a Saint Cat cuatro horas de trabajo, un tiempo corto de trabajo frente al que puede tomar un mural de mayor envergadura o con otras técnicas: “Esto es lo interesante del aerosol, que seca rápido. Si tú estás pintando una capa de color en aproximadamente 30 segundos ya está seca, lo que permite hacer correcciones rápidas. Ya si aplicaste una capa muy gruesa y se está chorreando, mejor esperar 10 minutos hasta que esté seca al tacto antes de corregir”, agrega el artista bogotano.
A la hora de presupuestar y conseguir la pintura de un mural, Hell Saint Cat calcula un aerosol por metro cuadrado, aunque depende del diseño y del color. “Un aerosol podría durar de uno a dos metros cuadrados, teniendo en cuenta que los colores oscuros rinden más y que los claros tienden a rendir menos. Y también depende de la cantidad de colores: en un mural de cuatro metros cuadrados, podrían haber cincuenta colores, y entonces necesitarías cincuenta latas para poder cubrirlos todos. Lo que siempre recomiendo es tener una lata más de cada color: si calculaste cinco aerosoles de negro, pues lleva seis, y así con todos”, agrega.
En cuanto a los retos que se enfrentan a la hora de pintar, Hell Saint Cat explica que lo más difícil de pasar al muro desde el boceto, digital o en papel, es proyectar la imagen: que se conserven las proporciones, de igual tamaño, formato. Será difícil las primeras veces, y por eso recomienda usar retícula, una cuadrícula dinámica, sobre todo si es la primera vez.
“También hay personas que usan videobeam”, explica el artista. “Obviamente en términos logísticos eso es más complicado, pero son recursos que se pueden usar. A mí me gusta hacerlo a ojo, en eso sí he sido más purista: y obviamente en un principio uno traza, se tiene que alejar y corregir, y en ese proceso de corregir y alejarse hasta quedar totalmente satisfecho es algo que toma tiempo, pero con la práctica se va adiestrando el ojo, la mano, hasta hacerlo algo natural.”
Hell Saint Cat reconoce el valor que han tenido para él todo tipo de referentes que inspiran su trabajo: “Uno siempre está absorbiendo de todo: música, cine, cómics, la misma realidad, todo lo que uno ve en la calle. El primer libro que vi fue de Bansky en sus principios y también cosas de bandas punk que promocionaban sus toques pintando con esténcil; obvio también están Obey, Blu y el Pez, que cuando vino a Colombia la primera vez me abrió la cabeza, y entre los referentes clásicos podría mencionar a Diego Rivera.”
“Entre los nacionales recuerdo cuando era chiquito ver los murales enormes de Omar Rayo, y pensar lo increíble que podría ser hacer algo así algún día, preguntarse cómo lo hicieron, cómo para subirse a pintar tan alto”, agrega Saint Cat. “Pero también recuerdo que había muchos murales anónimos por los barrios: en la cancha de basquetbol de mi barrio había un mural con el logo grande de Guns and Roses, perfecto. Yo lo veía y pensaba: ‘yo quiero hacer imágenes así de grandes en las paredes, en los pisos, en todas partes’”.


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