Películas que debieron haber sido porno
Más allá de los límites –quizás morales– que definen a la pornografía, a veces el cine rompe cualquier sutileza para hablar de sexo. Por el contrario, muchas veces pone tantos tapujos que uno queda con ganas de algo más. Por eso hicimos una lista de diez películas que se pueden analizar con la mano en la barbilla o con la mano en otras partes del cuerpo.
Soñadores (The Dreamers)
Bernardo Bertolucci / 2003
Ambientada en los días previos al mayo del 68 parisino, esta película muestra sin tapujos (en su versión sin censura, cabe aclarar) la relación casi incestuosa de dos hermanos franceses y la llegada de un gringo que convulsionará sus vidas sexuales. A pesar del título de la novela en la que se basa el guion, The holy innocents, aquí hay de todo menos inocencia.
El lado oscuro del corazón
Eliseo Subiela / 1992
Hablando de amores intelectuales, este clásico de los cineclubes es una gran excusa para ver tetas (el poeta que protagoniza la película les dice así, no nos hagamos los correctos ahora) y penes gigantes cruzando la avenida más importante de Buenos Aires, entre otras cosas cuasipornográficas. El sexo se vuelve un poco surrealista pero todo se mantiene en los linderos de la indecencia.
Pecado original (Original sin)
Michael Cristofer / 2001
La trama de esta película es tan enrevesada que bien podría pasar por pornográfica –e incluso hay algunas porno con mejor estructura narrativa e, incluso, con mejores actuaciones–. Lo peor de este thriller erótico es que es poco lo que muestra y uno queda con la sensación de haber visto a Emanuelle en una superproducción de Hollywood. Mejor dicho, véala únicamente si tiene 14 años.
La secretaria (Secretary)
Steven Shainberg / 2002
Esta película está a mitad de camino entre Betty, la fea, “fíjate, fíjate en tu secretaria” y 50 sombras de Grey, únicamente que se adelantó una década a la saga inglesa y está basada en un libro más viejo que la telenovela colombiana. Lo mejor: las actuaciones son más creíbles que cualquier cosa de Grey. Lo malo: el final, digno de Betty (felices por siempre, pero a punta de nalgadas).
Amigos con derechos (Friends with benefits)
Will Gluck / 2011
Está bien: aquí no es que haya nada muy explícito, excepto que en 72,4% de las escenas Mila Kunis y Justin Timberlake están teniendo sexo (sospechosamente bajo las sábanas o con la cámara en un primer plano de los ojos de los actores). Por eso la incluimos en esta lista: nadie hubiera hecho un escándalo si hubiéramos podido ver algo más… ¿genital?… en esta comedia romántica.
Shoot ‘Em Up
Michael Davis / 2007
Cualquier cosa que haga Monica Belucci hubiera sido mejor verla en porno –¿eso sonó muy pervertido?–, más aun cuando actúa de prostituta y ni se da cuenta de las balaceras que la rodean mientras tiene sexo con Clive Owen. Aquí hay muchos tiros, algunas carcajadas y unas cuantas escenas eróticas que forman un conjunto bastante entretenido. Diversión para (casi) toda la familia.
Ojos bien cerrados (Eyes wide shut)
Stanley Kubrick / 1999
¿Se acuerdan cuando Tom Cruise y Nicole Kidman eran la pareja más famosa del mundo y no usaban bótox? Nosotros tampoco, pero para refrescar la memoria quedó esta película. Cabe anotar que La naranja mecánica, del mismo director, fue clasificada XXX en su momento, lo que explica su habilidad a la hora de rayar con el porno sin caer en lo ramplón. Erotismo del más fino.
Las edades de Lulú
Bigas Luna / 1990
Este es otro clásico de los cineclubes. Lo que empieza como una especie de Lolita, lentamente se va convirtiendo en una seguidilla de orgías, incestos y sexo del más podrido, como una película de drogadictos pero con sexo en lugar de heroína. A diferencia de El imperio de los sentidos, aquí todavía queda algo de trama más allá de los polvos incesantes con diálogos sin sentido.
2 Nymphomaniac
Lars von Trier / 2013
Si entendimos bien, esta película une diferentes relatos en la vida de una ninfómana. Hay que decir que la segunda parte es más explícita que la primera, pero no garantizamos que usted aguante tantos minutos de sexo narrado al estilo de cualquier película porno clásica pero sin tetas operadas ni abdominales perfectas. No recomendamos la compañía de la familia o de la pareja.
Salò o los 120 días de Sodoma (Salò o le 120 giornate di Sodoma)
Pier Paolo Pasolini / 1975
La excusa para mostrar sexo muy explícito –inspirado en el Marqués de Sade– es criticar al fascismo italiano de la segunda guerra mundial. Violaciones, torturas, escenas escatológicas y, como su nombre lo indica, sodomía, hacen parte de una obra que fue censurada en casi todo el mundo y que se volvió de culto. Sin duda, esta es una de las películas más controversiales de la historia.
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