¿Qué hacen los fotógrafos en cuarentena?
El aislamiento preventivo ha supuesto una transformación o una pausa obligatoria en el ritmo de trabajo de los fotógrafos. Estas son sus reflexiones y proyectos durante la cuarentena.
esde marzo empezó una pausa obligatoria para todos en el país y creativamente nos ha afectado de maneras muy distintas. En el caso de la fotografía, la inspiración ha llegado desde diferentes lugares y hemos creado imágenes que seguramente en otro contexto no hubieran existido.
Por eso, en este espacio varios fotógrafos nos muestran estas nuevas aproximaciones creativas a las que se han acercado y, en medio de esta quietud, nos cuentan la forma en que se han permitido experimentar adaptando todo desde casa, con modelos inesperados, viendo nuevas posibilidades como alternativas a la actualidad.
En mi caso, para mi trabajo fotográfico busqué inspiración en otros fotógrafos que admiro. Junto a ellos ahora veo formas distintas de producir proyectos y, más allá de solo hacer fotos, queda como reflexión como desde este medio creativo podemos complementar nuestro trabajo de muchas otras maneras.
Victoria Holguín / © Victoria Holguín
Natalia GW / © Victoria Holguín
La cuarentena ha sido una acumulación creativa que al mismo tiempo, a veces, bloquea. Ha sido un reto pensar de qué forma resulta viable llevar a cabo un shooting en estas circunstancias, y por eso mismo, lo he adaptado en casa. Esta cuarentena me deja las imágenes de mi familia modelando para la alta costura, me deja muchas ideas por ejecutar y necesidades técnicas que suplir, pero este tiempo me confirma que, cuando miro por el visor de mi cámara, ya estoy afuera de la casa.
Juan Cristóbal Cobo / © Victoria Holguín
Siempre he considerado que la fotografía es mi forma de entender el mundo. Lo he tratado de hacer fotografiando desconocidos en la calle donde busco, tal vez, encontrar rasgos de mí mismo en ellos. Desde que me tocó aislarme por causa de la cuarentena obligatoria, comencé tímidamente a hacer autorretratos y poco a poco me volví sujeto de mi propia curiosidad, dándome cuenta de que tal vez soy la persona que menos conozco.
Liliana Merizalde / © Victoria Holguín
La pandemia ha afectado directamente mi trabajo, mis proyectos y mi creatividad. Aparte de que se cancelaron proyectos y tuve que aplazar otros, en el campo de los proyectos personales el cambio ha sido interesante. Siento que los procesos personales que me atraviesan en la pandemia cambian también la manera en la que me acerco a mi creatividad.
Es así como esa lentitud, ese silencio, ese espacio, ese vacío, esa incertidumbre la he tenido que hacer parte de mis proyectos, y aprender a disfrutarlos desde ahí: reevaluar las temporalidades en las que quiero crear, aprender a escucharme en un espacio prolongado, desde la meditación, desde los susurros, desde la calma. No desde esa otra parte de uno que a veces habla mucho y que obedece a ritmos y movimientos externos que están más relacionados con el deber ser de la sociedad y con la idea del éxito, que con lo que realmente somos y queremos expresar.
Alejo Osses / © Victoria Holguín
Se vino la pandemia, el paro laboral obligatorio a raíz de esto. Lo único que sentí fue una cachetada sin guante en la cara, No estaba preparado, creo que nadie lo estaba. Empezó el encierro y así empezaron a cancelar los proyectos que estaban por realizarse, siguió el encierro y se empiezan a ir los ahorros, si bien uno puede darse ánimo creyendo que todo está bien, tengo tiempo para cocinar, blah blah blah... En estos momentos y sin saberlo estaba por cambiar gran parte de mi sentimiento y de mi camino como fotógrafo y realizador audiovisual. Para nadie es un secreto que uno de los sectores que más ha sufrido es el sector gastronómico, yo soy fotógrafo de cultura gastronómica así que pueden imaginarse lo complicado que puede ser trabajar en este sector ahora.
Teniendo el tiempo para pensar, organizando algún material que nunca he mostrado a lo largo de estos años que llevo investigando la cultura gastronómica en Colombia, repartiendo mercados como solidario pues tengo una plataforma de consumo consciente Mucho Colombia, donde tenemos un programa de comprar productos que se pueden perder al campesino directamente y poder entregar en donación a personas vulnerables.
Ratifique mi interés en mi trabajo social, lo he venido haciendo, pero entendí qué es lo que realmente quiero hacer el resto de mi vida. Gracias a este sentimiento, la falta de trabajo y el tiempo libre, estoy creando lo que puede ser mi proyecto de vida, un proyecto que va a estar directamente relacionado con mi profesión como realizador audiovisual y utilizar todo lo que soy, lo que he aprendido, como herramienta de cambio en el sector de la cultura gastronómica de Colombia y Latinoamérica. Poder ser la voz del campesino, pescador, cocinera tradicional y todo lo que conlleva a entender la cadena real del alimento.
Siento que no cambié de rumbo sino que pude fortalecer ese vínculo entre mi corazón, mi deseo de justicia y denuncia, la necesidad que siento de que la gente conozca a fondo las historias de la gastronomía en el territorio latinoamericano y el amor incondicional que le tengo a la cultura gastronómica.
Cristina Salgar / © Victoria Holguín
Realmente fue un reto del que no tenía salida. Mantenerme ocupada de un lado a otro me ayudaba bastante con temas de ansiedad, no hay nada como tener la cabeza ocupada y darle importancia netamente a lo vital y relevante, como lo es mi trabajo como fotógrafa. ¡La cuarentena llegó justo cuando decidí mudarme de nuevo a Colombia y considero que adquirí poderes muy valiosos!
Faber Franco / © Victoria Holguín
La cuarentena fue para mi un tiempo para estar a solas, redescubrir mi espacio y adentrarme en nuevos oficios ajenos a la fotografía.
Andrés Martí / © Victoria Holguín
Esta cuarentena me ha permitido bajar la concentración en los clientes y poder focalizarme en mi proyecto artístico. Explorar diferentes expresiones como el collage, el video, la escultura y el drag, ser muy recursivo desde fotografiar a mi novio o a mí mismo repetidas veces, hasta las manos de mi roommate. No ha sido necesario tener todo lo que tengo normalmente para crear, los límites me han abierto infinitas posibilidades y me he dado cuenta de que nunca vamos a tener todo para crear por que el todo no existe.
Jorge Panchoaga / © Victoria Holguín
Por un momento sentimos todos que se detuvo el acelerador del tiempo contemporáneo. Durante ese lapso dediqué mi tiempo a hacer lo que no podía hacer en el tiempo acelerado: revisar los archivos de trabajos que no había podido ver detenidamente, planear e investigar futuros trabajos, hacer fotos de temas no pensados previamente, más impulsivos. Durante este tiempo transformamos ideas y logramos presentar VIST (Visual is Telling) en el que llevamos trabajando varios años con colegas de la región, un proyecto que los invito a que conozcan.
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