Eduardo Salles: ansiedad, cinismo y Pictoline
Eduardo Salles, director del medio Pictoline, estuvo en Medellín y Cartagena en el marco del Hay Festival 2020. Aprovechamos su visita a Colombia para hablar sobre su último libro titulado Descripción gráfica, sus ansiedades y su visión sobre el periodismo y el diseño.
duardo Salles es un treintañero que está a la cabeza de una de las plataformas de comunicación visual más populares en redes sociales. Se trata de Pictoline, un nombre que remite de inmediato a un formato. Al escuchar el nombre de la marca viene rápidamente a la cabeza una infografía ‘a la Pictoline’, no solo porque sus imágenes tienen gran interacción, sino porque hay varios medios que se han apropiado y han adaptado este mismo estilo magnético, creativo y directo para difundir información.
Salles creó Pictoline junto a otros creativos como Iván Mayorquín. Pero este no es su único proyecto destacado en Internet, por ejemplo, para muchos puede resultar familiar el colorido sarcasmo de Cinismo Ilustrado. Otros quizá hayan tenido la oportunidad de toparse con libros como La ciencia de los cínicos. El más reciente, Descripción gráfica, acaba de ser publicado por Sexto Piso y se adentra en el terreno íntimo para explorar la ansiedad que vive la generación de la cual hace parte.
Salles despliega esta versatilidad con sencillez, se vale de las imágenes para comunicar un amplio espectro de ideas y sensaciones; discreto, pero muy divertido, así aparece en sus proyectos y del mismo modo se revela en esta entrevista.
Tu último libro es Descripción gráfica, y viene con un pequeño subtítulo que es “ilustraciones para una generación ansiosa”. ¿De dónde salió este proyecto?
Yo no tenía pensado hacer un libro, ya me había jubilado de hacer libros hace un buen rato, pero justo el año pasado Diego Rabasa, que es uno de los fundadores de Editorial Sexto Piso, me dijo: “oye, ¿nunca te quedó la espina de hacer un nuevo libro?”. Poco a poco me entró la idea de que aún podía hacer algo y fue en un momento muy interesante: cuando estaba dejando los veinte. Ahorita tengo 32, pero cuando estaba cocinando el libro fue en mi transición a los treinta y siento que quería hacer un proyecto que ya no fuera con una postura de crítica social, sino con una mucho más personal.
Escribiste un prólogo que finalmente no quedó en el libro, pero que igual aparece en la página de la editorial. Ahí empezás diciendo que esta es una generación ansiosa. ¿Por qué te parece que lo es?
Toda generación tiene su ansiedad, no es algo exclusivo de la generación milenial. Esta incertidumbre del futuro, del presente, de la identidad, no es algo exclusivo de nuestra generación. Lo que sí es exclusivo es que vivimos en un contexto tecnológico de cómo nos comunicamos, cómo vemos la realidad, que no había vivido ninguna otra generación. Antes los cambios eran muy lentos, hoy todo ocurre mucho más rápido y todo el tiempo estamos conectados. Están ocurriendo tantas cosas al mismo tiempo. De ahí se deriva la ansiedad.
¿Y eso es un insumo para el arte?
Cualquier expresión humana siempre trata de sacar algo que traemos, no solo la ansiedad, puede ser la depresión, la frustración, pueden ser otros problemas que existen. Cualquier tipo de incomodidad es un motor para la creación porque creamos para dejar de sentir la incomodidad. Si no me pica algo, no me rasco. Esto no significa: “¡hey, seamos todos ansiosos y deprimidos porque está bien chingón!” Pero sí es cierto que las experiencias que nos hacen sentir incómodos suelen ser catalizadores para la creación.
¿Y cómo hacer para no romantizar la ansiedad? Porque es verdad que todos esos sentimientos que acabas de mencionar son motores para el arte y la creación, pero también son cosas que se deben tratar y que hay que tomar seriamente. A veces se puede caer en la idea de que se debe ser el artista incomprendido, el artista deprimido que sufre por dentro. ¿Cómo hacer para que no se romantice algo como la ansiedad?
Tendemos a creer que cabemos como en urnas: aquí las personas que son ansiosas, aquí las personas que son deprimidas, las personas que son extrovertidas, etc. Yo creo que la forma de no romantizar es entender la complejidad humana. Los seres humanos no pueden ceñirse a una única característica positiva o negativa y a partir de ahí generar creación. La creación es la suma de unos factores muy complejos donde sí puede haber catalizadores, pero no son los únicos para que la obra que estamos viendo venga de la persona que la creó.
En otro aparte de tu texto vos escribís: “el aumento efervescente de ansiedad en mi generación no solo es comprensible, sino hasta cierto punto necesario. (...) Dentro del singular repertorio de maldiciones que poseemos, la ansiedad es quizá un malestar necesario para voltear a ver lo que nos está jodiendo. Y a partir de ahí, actuar”. ¿Qué tan necesaria es para vos esa ansiedad social?
Es como cuando te duele algo. Todos los dolores, tanto los emocionales como los fisiológicos, son señales de un sistema diciendo: “algo está fallando, tienes que hacer algo al respecto”. La ansiedad, esa incomodidad, nos está diciendo: “hey algo no está bien”. ¿Qué no está bien? Es lo que tenemos que empezar a buscar. La pregunta es por qué estamos sintiendo toda esta cuestión abrumadora del futuro y a partir de ahí, llegar a la acción.
¿Y Sí hay un puente lógico de la ansiedad a la acción? Porque yo siento que somos personas que se distraen muy fácilmente y hay muchas cosas que nos pueden generar ansiedad. Digamos que hace ocho días era el calentamiento global, ayer era el Coronavirus, mañana quién sabe qué. Con todo ese bombardeo de cosas que nos generan ansiedad no siempre veo un paso lógico de ahí al “hagamos algo”.
Hay todo un debate sobre cómo esta generación tiene que responder ante el contexto que mencionas. Vivimos en un eterno ahora. Ya no existe el pasado ni el futuro. Ya es ¿cuál es el meme del momento? El meme que reemplaza al meme, que reemplaza al meme. Hay una plática de una socióloga de Harvard que decía que del 2006 al 2010 los movimientos sociales en el mundo aumentaron, pero su efectividad bajó respecto a otras décadas. El entrevistador le pregunta a qué cree que se deba y ella dice: “no sé porque no lo he estudiado, pero yo creo que es por las redes sociales”. Porque la gente siente que con dar un clic o compartir algo, ya hizo su parte. Entonces nuestra saciedad es más inmediata. Es como: “me siento mal por esto, ahí les va el meme, ya estoy salvando el mundo. Salvé a las vaquitas marinas o a las tortugas”. Los propios sistemas nos generan esto pero no están ayudando a solucionarlo. Yo creo que necesitamos rediseñar los sistemas. Tú no puedes esperar que el cambio venga de los individuos porque siempre el sistema va a condicionar su comportamiento. Necesitamos entender el sistema y empezar a diseñar mejores sistemas para que esta memoria a corto plazo no se traduzca en acciones a corto plazo.
¿A vos qué te genera ansiedad?
Dentro del amplio repertorio de cosas que espero haber dejado claras en el libro, me causa mucha ansiedad la sensación constante de que no estoy haciendo todo lo que puedo hacer. Pero, al mismo tiempo, pensar eso me parece horrible porque es una sobre explotación que acaba drenándote la energía. No puedes estar pensando todo el tiempo que no eres lo suficientemente bueno para algo porque acabas autodestruyéndote.
Vos tenés otro proyecto de ilustraciones bastante conocido que es Cinismo Ilustrado. ¿Cómo fue ese salto del cinismo a la ansiedad?
Es la edad. No quiero encasillarme porque suena muy tonto, pero creo que cuando eres más joven, lo que más te preocupa es encontrar las respuestas correctas a todo: ¿quiénes somos?, ¿a dónde vamos?, ¿qué es correcto?, ¿por qué debo luchar?, ¿esta ideología es correcta? Ahora que estoy entrando a mis treintas creo que me interesan más las preguntas que las respuestas. Pienso en qué preguntas debería estar haciendo en este momento. Uno es cínico porque cree tener las respuestas correctas, y una vez las tienes, todo se ve con un lente de ironía o sarcasmo, porque es como: “ah, mira, el mundo es una mierda, vamos a reírnos de ello”. Hoy día, como hago tantas preguntas, ya no tengo certeza para hacer una parodia. Lo único que queda es reírte de tí mismo y de todas las incertidumbres que estás viviendo. Yo creo que ese fue el salto del cinismo a la ansiedad
Ahora quisiera que habláramos sobre Pictoline. ¿Por qué crees que se ha vuelto el referente que es, tanto para el periodismo como para el mundo de la ilustración y el diseño?
Fueron muchos factores, algunos azarosos, otros no tanto. Partimos del hecho de que la mayoría de los seres humanos somos seres visuales. Tengo como un compendio de fun facts, tonterías de cuántas neuronas usamos para ver, pero lo cierto es que nuestro cerebro dedica una gran parte de lo que hace a la vista. Sea por cuestiones evolutivas, selección natural, la Pacha Mama; los seres humanos somos animales predominantemente visuales. Nosotros llegamos en un momento en que la saturación de información era evidente, sobre todo en redes sociales. Cuando tienes a todo el mundo compartiendo el artículo ocurre el too long didn't read, o el “no más leí el titular”. En esa coyuntura la imagen se volvió una gran herramienta, porque todo lo puedo captar de inmediato y también compartir más rápido. Fue un momento afortunado. Llegamos justo en la saturación de información y vimos la una oportunidad de que nadie más lo estaba haciendo.
¿Cómo hacen para aprovechar tan efectivamente los memes en sus publicaciones?
A ciertos medios les pasa que quieren hablar “el idioma de los chavos”. Como que quieren usar un meme o una muletilla del lenguaje, pero suena postizo. Suena a alguien mayor queriendo hablar como alguien joven y es gracioso. Nosotros entendemos los memes porque quienes desarrollamos el contenido también lo consumimos y porque analizamos mucho la audiencia. Estamos constantemente viendo cuáles son las necesidades informativas de la audiencia y cuál es el universo en el que se mueven. Es difícil diseñar algo para alguien que no entiendes y la persona que quieres entender nunca es estática, es una persona que se está moviendo todo el tiempo. Esta percepción del ‘target’ o ‘las audiencias’ es super vieja porque las personas son fluidas. Hoy nos gusta algo, mañana nos gusta otra cosa. Si no analizas a las personas y no entiendes que son un constante flujo, acabas sonando como un señor grande usando memes.
¿Qué tan grande es el equipo de Pictoline?
Es muy pequeño, lo cual me da mucho gusto porque no tenemos esa estructura mastodóntica donde es muy difícil ser ágiles en los cambios. No somos más de 18 o 20 personas. Una pregunta que siempre me hacen los medios es “¿cuál es el futuro de los medios en este apocalipsis, en este asteroide que nos está destruyendo?” Yo les digo: como en cualquier destrucción masiva, cae un asteroide y los grandes dinosaurios mueren, porque el nuevo contexto ya no puede soportar ese tipo de organismos. Pero organismos pequeños que están ahí, roedores, mamíferos, dicen: “este ambiente me viene muy chingón”. Para el gran dinosaurio el nuevo entorno fue su extinción, pero para el mamífero fue la oportunidad de crecer y volverse la especie dominante. Entonces estamos viendo ese cambio en tiempo real, donde los grandes dinosaurios están desapareciendo y los pequeños creadores están empezando a ser protagónicos. Ya no requieres estudios de grabación de quinientas personas, ahora tienes pequeñas unidades que, si resuelven bien sus modelos de negocio, se vuelven muy sustentables. Yo diría que es un gran momento para ser pequeño.
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