Ivar Da Coll, dibujante de historias
Isabel Calderón Reyes entrevistó a Ivar Da Coll, ilustrador colombiano que ganó el Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil.
Este es un extracto de la entrevista que circulará en la edición 136 de la revista Bienestar Sanitas, correspondiente a octubre-noviembre de 2014.
¿Cómo nació Chigüiro?
La editorial Norma, en donde estaba Silvia Castrillón, me encargó esa serie. Pero antes de eso yo ya me había acercado a los chigüiros. Todo empezó con un alimento llamado Calcetose, que era como un Milo pero más pulverizado. Cuando empezaron a salir al mercado varios productos similares, que a los niños les gustaban más, los fabricantes se preocuparon un poco y se les ocurrió una estrategia de mercadeo que consistía en hacer unos mini libros y pegarlos a los empaques de Calcetose. Los protagonistas de esos libritos iban a ser el chigüiro, el tucán y otros animales en vía de extinción. El proyecto no prosperó pero yo ya había hecho bocetos de Chigüiro y se los presenté a la editorial.
Y cuando hiciste los primeros bocetos, ¿habías visto chigüiros de carne y hueso?
No, en ese entonces el chigüiro era un animal en vía de extinción y todavía no existían los criaderos. Tuve que conformarme con las cuatro o cinco fotos que había. No era fácil encontrar material gráfico; busqué en enciclopedias, en el Inderena conseguí algunas fotos... y me pareció divino el animalito. Además me hablaron muy bien de él, me contaron que era dócil, que se podía domesticar, y a mí me encantó.
¿Y qué características le atribuiste tú al dibujarlo?
Bueno, yo quería que fuera tierno, peludito y muy simpático. Quería que cuando los niños lo vieran sintieran lo que yo había sentido cuando me hablaron por primera vez de él. Obviamente era mi primer libro y hacer un personaje en secuencia que se repite en veinte páginas es algo muy difícil. A mi Chigüiro le criticaron que se veía un poco tieso… Pero ahí está.
Muchos de los personajes que has creado son animales. ¿Siempre has tenido mascotas?
Sí, toda la vida he querido mucho a los animales. En la época de Chigüiro yo vivía con una gata que adoraba, llamada Sara. Es muy interesante porque la comunicación que uno tiene con los animales es distinta a la que tiene con las personas. Eso hace que la relación sea muy emotiva, muy personal y muy perceptiva.
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