Las peores películas románticas
Una buena dosis de cursilería, un optimismo amoroso que ignora las enseñanzas de la música de despecho y un descarado desconocimiento de las relaciones humanas es la receta de muchas comedias románticas. Aquí, una selección para desaprender sobre el amor.
“El amor apesta, pero no lo bastante”
Ilegales
El amor, combustible inagotable para el consumo capitalista, resulta tan fértil en los centros comerciales como entre las audiencias de películas y series. Muchas de estas producciones son las culpables de décadas de catastrófica educación sentimental y de masificar formas romantizadas del machismo; otras son son tan edulcoradas que disparan los índices de insulina hasta un punto crítico y, en todos los casos, son terriblemente incómodas, parte de esa categoría difusa que el Internet ha nombrado cringe.
A pesar de ello, muchos tenemos guardado entre ese género de comedias románticas algún inconfesable guilty pleasure que hemos repetido decenas de veces mientras comemos litros de helado. Si no se intoxican con la cantidad de bombones de chocolate en Amor y amistad, seguro estas películas podrán revolverle el estómago.
Lo que ellas quieren
(2000)
La puede ver en HBO Max
Antes de perder la cabeza completamente tras dirigir La pasión de Cristo, Mel Gibson era considerado un galán de Hollywood, una sexy estrella australiana que había llegado a Los Ángeles a romper corazones. Pero este bodrio de filme, que de todas maneras se convirtió en un éxito de taquilla, es una de las peores locuras en las que se ha visto envuelto. Eso y sus infames comentarios antisemitas cuando lo descubrieron manejando ebrio.
En esta cinta de principios de milenio, Gibson interpreta a un exitoso publicista que recibe el “don” de leer la mente de las mujeres, entendiendo qué es lo que buscan y desean de la cultura y de los hombres. Es un retrato lleno de estereotipos –Gibson obtiene sus poderes al electrocutarse con una plancha de pelo en una tina− que perpetúan la tóxica noción de que las mujeres están locas, son seres terriblemente complejos y pendencieros y que está en los hombres darles el valor único dentro de la cultura. Es una visión peligrosa, la constatación de que podemos pasar por encima de todas y después disculparnos para salir airosos.
Amor ciego
(2001)
Star +
Hollywood ama las transformaciones de los actores. Lo vimos con Adrian Brody en El pianista, con Christian Bale en El maquinista y con Gwyneth Paltrow en Amor ciego, una comedia romántica llena de chistes fáciles sobre gordos y una versión retorcida y banalizada de que lo que está adentro es lo que cuenta. El personaje de Jack Black recibe el extraño poder de ver la belleza interior de las personas y su mundo da un giro de 180 grados cuando conoce a Rosemary Shanahan, una mujer obesa con el corazón enorme. Hal, el personaje que da nombre a la película en inglés, se enamora de ella y comienzan una relación en la que se devoran apasionadamente. Amor ciego es terrible pues, tras el mensaje de no juzgar a las personas sin conocerlas, es a través de la primera visión que tiene Hal de Rosemary, idealizada en el sex symbol de Paltrow, que ambos empiezan a salir. En ese sentido, no es lo de adentro lo que cuenta, sino la objetificación de nuevo de la mujer hermosa, el vehículo del cambio en la perspectiva de un chovinista, el sentido de su camino del héroe.
Como si fuera la primera vez
(2004)
La puede ver en HBO Max
Detrás de una historia de amor aparentemente enternecedora hay algo perverso sucediendo. Sandler seduce una y otra vez al personaje de Drew Barrymore, una adorable maestra de arte quien sufrió un accidente cerebral y perdió la memoria a corto plazo debido al golpe. Sandler se enamora perdidamente de ella y decide conquistarla una y otra vez, casi siempre con mentiras. La conquista diaria tiene como punto de partida una total borrada de casete por parte de ella; lo peor es que su familia y amigos lo aprueban. La escandalosa cantidad de humor escatológico tampoco ayuda a que la cinta envejezca bien. Ya nunca podré escuchar a los Beach Boys sin pensar en el consentimiento y las consecuencias de aprovecharse de una persona mentalmente afectada. Pero, hey, hay un pingüino con camisa hawaiana. Eso es adorable.
Cómo perder un hombre en 10 días
(2003)
La puede ver en Apple TV
Dos narcisistas patológicos prefieren pasar el uno por encima del otro en vez de compartir su carácter verdadero para ganar una apuesta que los propulsará más alto a cada uno en sus respectivos trabajos. Kate Hudson busca escribir un artículo sobre cómo espantar a tu pareja hasta que te considere peligrosa y Matthew McConaughey busca seducir a esta mujer y hacer que lo ame para lograr una campaña exitosa en su compañía de publicidad. Es una película con una fórmula agotada que ya daba tedio hace veinte años. Se va por la risa fácil y perpetúa estereotipos tóxicos de la guerra de los sexos: ellas son codependientes y sensibles, ellos egoístas y déspotas. Ugh. Matthew McConaughey y Kate Hudson son encantadores juntos, pero no pueden superar la premisa tonta y el guion predecible de Cómo perder un hombre en 10 días. ¿Podemos encontrar la manera de salir del arquetipo y construir personajes emocionalmente complejos? ¿Hay alguien ahí?
500 Days of Summer
(2007)
La puede ver en Star +
Sí, hipsters de Tumblr, criticaremos su santo grial. 500 Days of Summer encuentra la forma de hacer más irritante a Joseph Gordon-Levitt y a Zoey Deschanel. Y eso ya es mucho decir. La pareja que representan entabla un romance que dura exactamente 500 días propulsado por la música de The Smiths, conversaciones vagamente profundas y una cantidad de camisetas de bandas a las que nunca más escucharé. Sí: todos sabemos que el villano realmente es Gordon-Levitt, también entendimos que porque a una mujer le gusten las mismas rarezas que nos apasionan no significa que sea un match perfecto. ¿Pero tenía que ser tan “Selección oficial del Sundance”? Nadie vive de una manera tan genial con un sueldo de cubículo, nadie es tan fascinante, tan talentoso y hermoso como la mujer idealizada del filme. Además, es hora de dejar de insistir en el arquetipo de la Manic pixie dream girl. No es bueno para los hombres ni para las mujeres. No es sano que nos presenten cada relación interpersonal como una aventura. Después de un tiempo, orinamos con la puerta abierta, dejamos los platos sin lavar en el fregadero, expresamos nuestras opiniones verdaderas sobre nuestros suegros. Esa es la vida, así es el verdadero amor: una copulación con las medias puestas y una caja de pizza a medio comer al borde de la cama.
Mejor imposible
(1997)
La puede ver en Apple TV
Pegó en el palo. Esta película hubiera podido ser una obra de arte, de hecho sus principales actores recibieron el Oscar por sus actuaciones, pero es más melodramática que una borrachera oyendo en loop “La gata bajo la lluvia” de Rocío Durcal. Jack Nicholson y Helen Hunt interpretan una pareja improbable entre un escritor con trastorno obsesivo compulsivo y una mesera encadenada al cuidado de un hijo demasiado enfermo para sobrevivir por sí solo en el tormentoso mundo que es la ciudad de Nueva York. Como protagónicos, Hunt y Nicholson tienen una química envidiable, pero la película se hunde en el pantano del sentimentalismo, mientras sus ruedas giran inútilmente en una sobremarcha que busca resolvernos la vida. Zafo. Era una comedia prometedora y de repente se transforma en una afirmación vitalista de la existencia humana. Y no, la vida no es siempre maravillosa, no saldremos todos adelante y es hora de que la máquina de ficciones deje de envenenarnos con el mensaje de ser nosotros mismos. Hay conductas simplemente inaceptables: el maltrato animal, la discriminación religiosa y la xenofobia. Pero, de algún modo, Nicholson termina siendo un galán encantador. No quiero acompañar mi helado y mi soledad con tanto optimismo.
Spanglish
(2004)
La puede ver en Claro Video
En su habilidad para representar las dificultades de la inmigración, los problemas de comunicación entre culturas y los actos de resistencia identitarios para sobrevivir en un nuevo contexto, Spanglish falla crasamente en convertirse en una buena película romántica. Paz Vega y Adam Sandler ofrecen actuaciones ejemplares, pero hay algo intrínsecamente equivocado en la forma en la que está planteada la historia. Sandler es un chef de renombre con una esposa frustrada que maltrata psicológicamente a sus hijos y, además, le pone los cachos. Vega se presenta como una noble madre mexicana que trabaja para el matrimonio y, al final, les enseña lecciones valiosas sobre el valor de la familia. Lo equivocado es la disyuntiva que se ve al presentarle a la mujer únicamente dos posibilidades: la de tener una carrera exitosa o ser una buena madre de familia. “Solo puedes ser una cosa”, parece ser el mensaje del filme para las mujeres. Sandler, mientras tanto, lo tiene todo: el amor de su esposa, su suegra y su ama de llaves, un restaurante exitoso y una carrera en ascenso, además del más merecido mug de macarrones con la inscripción “Mejor papá del mundo”. Problemático.
Yo antes de ti
(2016)
La puede ver en Apple TV
Esta historia en extremo cursi demuestra cuánto está mal en nuestra búsqueda de un amor imposible para nuestros relatos. En esta desafortunada pieza, Emilia Clarke se ocupa del tetrapléjico Sam Claflin, antes un exitoso hombre de negocios y deportista, condenado ahora a una silla de ruedas eléctrica. No queriendo vivir más y abrazando el lado más cínico de su personalidad, la persona en condición de discapacidad lentamente empieza a enamorarse de su extrovertida cuidadora. Pero ya ha decidido acabar con su vida a través de un suicidio asistido. ¿Van a llorar? Mucho. ¿Es tierna y conmovedora? Absolutamente. ¿Produjo un boicot por parte de las personas del Movimiento por los derechos de las personas con discapacidad? Con toda certeza. Uno simplemente no puede construir una historia que se toma tan a ligera un asunto tan serio. Y no importa cuán carismática se muestre la Madre de los Dragones: no se puede dar forma de una manera tan inescrupulosa a una cinta lacrimosa que parece querer decir, al final, que las personas con habilidades limitadas no pueden vivir una vida plena.
City of Angels
(1998)
La puede ver en Apple TV
Después de escuchar “Experiencia religiosa” de Enrique Iglesias, Brad Silberling encontró la fórmula para dirigir una de las películas más cursis de la historia de la humanidad. Mentiras, es una adaptación del filme El cielo sobre Berlín, un relato sobre un ángel que se enamora de una mortal. Buscando resolver la eterna pregunta sobre si Nicholas Cage es o no un buen actor, City of Angels nos ofrece una cinta en la que el actor sobrino de Ford Coppola no depende exclusivamente de gestos y balbuceos para transmitir el sentido de la acción. No hay nada endémicamente negativo con la cinta: retrata a una mujer independiente y exitosa, lo que celebramos. Pero es tan ridículamente cursi, con un pastiche aturdidor de canciones de pop melosas (es la culpable del éxito de “Iris” de los Goo Goo Dolls) y un ritmo lento, lentísimo que nos muestra a un Cage el cual, antes que parecer un ángel, parece un niño nuevo que está descubriendo el mundo desde su ingenuidad. Puntos por no ser machista, tóxica o demasiado fantasiosa. Pues, al parecer, para Hollywood es más factible que un ángel se enamore de una mujer antes de que en toda la faz de la tierra exista un hombre que no sea un perfecto tarado emocional, engreído y mujeriego.
La casa del lago
(2006)
La puede ver en HBO Max
Quizás lo único bueno de esta película sea su banda sonora, orquestada por la magnífica Rachel Portman. En esta película, Keanu Reeves y Sandra Bullock entablan una relación con años de distancia a través de la alquimia secreta de un buzón mágico que les permite comunicarse desde el pasado y el futuro, él en 2004, ella en 2006. La historia tenía potencial, y lo demostró en su versión coreana original, pero esta adaptación es más aburrida que un partido de ajedrez narrado por William Vinasco. Los protagónicos no funcionan. No hay química. La forma en que se enamoran también está llena de dolorosos clichés: árboles, mar, amaneceres sacados de una pintura de Turner. Además, ¿tenían que ser tan descaradamente atractivos y exitosos ambos? La casa del lago pudo haber salido adelante, pero es excesivamente cursi, edulcorada hasta el punto en que un oompa-loompa podría desarrollar alopecia por exceso de dulce. Preferimos, toda la vida, a un ex-asesino en una vendetta escandalosa por la muerte de su perro. Eso, por lo menos, tiene sentido.
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