Libro de artista en ArtBo: la curaduría disidente de Caín Press
Caín Press, que antes que fábrica de memes es una editorial independiente, presenta la curaduría de uno de los espacios más interesantes de esta edición de ARTBO.
El libro de artista tiene antecedentes en el surrealismo, con los ready-made de Marcel Duchamp, y ha proliferado en las esferas del arte desde la década del sesenta del siglo pasado. Este medio entiende el libro como parte constitutiva de la obra, más allá de ser un soporte material para un texto. Daily Mirror del alemán Dieter Roth o Twenty Six Gasoline Stations del estadounidense Edward Ruscha son ejemplos notables de esta práctica. A lo largo de años y permutaciones este soporte objetual ha ocupado un lugar central en diversas curadurías y es en este marco en el que se inscribe el trabajo de Caín Press para la nueva edición de ARTBO.
La feria de arte más importante del circuito nacional estará abierta al público del 27 al 30 de octubre. En un solo espacio, galeristas y curadores, artistas y creativos, además del público general que tiene la oportunidad de conocer de cara a cara lo que está sucediendo en el momento actual con las artes en el resto del mundo y en nuestro país. En el marco de esta celebración, la muestra de Libro de artista ha venido cobrando una importancia particular en ediciones recientes y responde a prácticas que se realizan generalmente desde la orilla independiente. Este año, de manera visionaria, los elegidos para realizar dicha curaduría fue la editorial independiente Caín Press, cuya línea principal línea de publicación es precisamente esta.
Caín Press
[Desde 2005, Caín Press ha creado un catálogo diverso en el que la imagen, la ficción y el lenguaje artístico tienen todos un espacio. Osamentas relampagueantes (2015) de José Antonio Covo Meisel, Secretos públicos (2021) de varios autores y El hombre, la mosca y la chica monstruosa (2014) de Inger-Lise Krostoffersen son algunos de ellos]
En 2005, cuando Francisco Toquica comenzó Caín Press, el panorama editorial independiente era mucho más limitado que el actual, más aún en el contexto de los libros de artista o libros de arte independientes. Hoy, con el trabajo de sellos enfocados en la novela gráfica, con la amplia oferta de fanzines independientes y publicaciones autogestionadas por artistas, el mercado y los lectores son más activos.
“Nos parecía muy chévere poder hacer eso, con todos los problemas que tienen que ver con meterse en un mundo para el que no estás preparado. No teníamos formación editorial o administrativa, era puro sentido común. Por ejemplo, las márgenes de mi primer libro son del ancho de mi pulgar, porque era la manera como yo leía”, complementa Toquica, quien además regenta un estudio de diseño con su madre y su hermano, al que lentamente se fue sumando la gestión editorial de Caín Press. Así las cosas, la editorial ha apostado desde su gestación por libros de difícil catalogación como la intoxicada novela de ciencia ficción del cartagenero José Covo, Osamentas relampagueantes, o el fascinante ejercicio de performance que es Secreto públicos, creado a varias manos con un grupo de artistas.
“Tenemos tres líneas editoriales: I Letrado, la de literatura, Ojo por ojo, que incluye libros infantiles e ilustrados y luego viene el grueso, la colección más importante para nosotros, Sub Normal, la que la que contempla los proyectos desde las artes”, explica sobre el catálogo bibliográfico de Caín Press Toquica. “Todos los que tienen que ver con arte y con la experimentación, están en estas últimas colecciones. Pero, para resumirlo de alguna manera, en el catálogo hemos tenido y tenemos desde libros infantiles a revistas porno, sin que esas dos se toquen, es decir: lo único que no publicamos es porno infantil”, complementa.
La curaduría de Ups, algo salió mal
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[Más de una treintena de proyectos, editoriales y estudios serán parte de esta edición de Libro arte en ARTBO, Ups, algo salió mal. Entre ellas está Gráficas Molinari, Piedra Tijera Papel o Mesa Estándar]
El ejercicio curatorial es siempre una práctica que parte de la subjetividad de quien la realiza. Sin embargo, Caín Press abordó la mecánica curatorial como un ejercicio serio que se propuso, entre otras cosas, romper con la monotonía en la que a veces cae la selección de propuestas editoriales. De esa manera, Ups, algo salió mal encuentra en cerca de una treintena de sellos una mirada plural sobre el objeto del libro de artista, pensada desde una pregunta transversal que se realizó Toquica sobre el sentido de insistir en seguir presentando proyectos editoriales de una factura tan precisa y unas condiciones de realización tan específicas.
“Uno tiene que trabajar un montón para sacar un libro. Primero en el contenido, llámese novela, revista, artículo, lo que sea”, afirma Toquica. “Era preguntarse también por qué la gente sigue haciendo publicaciones si ese modelo es tan complejo, cuál es la razón de que ahora exista un montón de oferta editorial y en ese campo de las artes. La selección que se hizo fue esa”, añade. Para que la reflexión funcionara, también, Toquica en su curaduría presentó dos cambios principales: primero, la participación de un titán editorial del orden de Planeta, una de las potencias bibliográficas de habla hispana y, segundo, la invitación de una serie de fanzines editados y publicados por Papel Caliente, a través de una convocatoria que se realizó únicamente para esta edición de ARTBO.
Toquica justifica la presencia de Planeta en su selección con la propuesta novedosa y poco difundida de una línea editorial muy precisa. “Por ejemplo, ellos tienen un libro de José Covo, el de Osamentas relampagueantes, libros de Carolina Ponce de León, una curadora importantísima acá en Colombia, y un montón de textos de artistas escritos por gente muy vinculada con el arte, que hacen parte de unas colecciones muy puntuales que casi no tienen difusión porque no son comerciales”, explica.
En este sentido, el grupo editorial que engloba a sellos como Tusquets, Seix Barral, Austral, Minotauro y Espasa, cuenta con una pequeña mesa en la que exhibirá algunos de sus títulos más específicos, aquellos que pueden aportar a la conversación de varios nichos de la esfera del arte contemporáneo. “El otro lado es que trabajamos con Papel Caliente, un proyecto de fanzines, y la idea era que ellos recibieran todas las publicaciones de gente que no tiene un proyecto editorial”, complementa Toquica sobre la otra novedad dentro de su selección. “Papel Caliente hizo una convocatoria para poder acoger todos estos proyectos de gente que se autopublica, pero que no tiene un modelo de negocio para vender sus productos”.
También participarán Terremotos de México y Caja Negra de Argentina, además de una parte del catálogo importante de Siglo del Hombre ediciones que ponen en circulación joyas como las de la editorial Metales Pesados, de Chile.
Libros de artistas, por artistas
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[Los gestos muertos de María Isabel Arango (2017), Al fin del mundo de María Isabel Rueda (2021) y Caídos del cielo de Giovanni Vargas (2015]
Sumándose al ejercicio, una serie de artistas contemporáneos que cuentan con su propia obra autoeditada llegan al espacio. “Hay personas como Giovanni Vargas que hacen esfuerzos enormes para sacar publicaciones a través de becas, que saben que, como modelo de negocio, todo es muy difícil”, explica Toquica. Si les va bien, dice, les quitan el 30% del precio de distribución y, si les va mal, el porcentaje puede ser hasta el de la mitad del valor comercial del libro. En este sentido, esta curaduría de Libro de artista se convierte en una oportunidad excelente para que los artistas puedan presentar otro tipo de reflexiones a través del objeto libro, diversificando la posibilidad de que un público más extenso pueda hacerse con una obra original suya.
En ese sentido, cada artista recoge una colección heterodoxa que presenta al público, lo que es también una forma muy particular de entender y acercarse a los creadores colombianos a través de sus publicaciones. Por ejemplo, Juan Mejía, Premio Luis Caballero 2015, presentará “Venta vintage de obras impresas, catálogos y libros de Juan Mejía... [Sic] ¡Baratos y viejos!”, María Isabel Rueda tendrá la publicación de Al fin del mundo, Premio Luis Caballero 2021, Giovanni Vargas tendrá una colección de sus varios libros de artista y María Isabel Arango presentará Inestabilidad incalculable que su suma a sus ingeniosas publicaciones anteriores ¿De acuerdo a qué?, Los gestos muertos y ( ).
Los espacios independiente, en conversación
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[Algunos de los nombres que participarán en Ups, algo salió mal como La Bruja, Rat Trap, Caja negra (Argentina) o Proyecto Relámpago]
Como espacio de disrupción Ups, algo salió mal propone la participación de colectivos creativos y editoriales independientes que presentan una promesa de valor fundamentada en la autogestión y la autopublicación. En el marco de una feria como ARTBO, en la que prevalece la idea del sector privado dentro del mercado del arte con la participación de galerías reputadas alrededor de todo el globo, la curaduría de esta nueva edición del espacio de Libro de artista se inserta, subversiva y disruptiva, en un espacio más tradicional para proponer diálogos, llamar la atención sobre la actividad de otros creadores y de otras formas de entender el objeto artístico.
“A mí me parece interesante, volviendo a la idea de cuán difícil es hacer libros, preguntarme por qué la gente sigue imprimiendo”, comenta Toquica. “Para mí es absurdo que la gente haga ese esfuerzo y, al mismo tiempo, me hace pensar que es una cosa que es importante y vital. Es un poco lo que uno como estudiante de arte pensaba”, complementa, llamando la atención sobre estos procesos que no necesariamente hacen parte de la gran conversación del mundo del arte. Sin embargo, reitera: “Creo que es importante también desde esa periferia entender lo que pasa. Por eso me pareció importante vincular a Planeta, siento que no es un problema. No podemos volvernos endogámicos como independientes, sino entender que la pluralidad va en todos los niveles y que hay que aprender a convivir de todas las maneras”.
“Cuando se vuelve muy de nicho, proyectos como el de Rat Trap o el de la KZ, que está brutal, se quedan en ferias independientes”, reflexiona el editor y artista. “Toda la gente en el Parkway tiene un afiche de ellos, pero chévere que el chisme de pasillo o de barrio trascienda un poquito, o por lo menos se logre visibilizar un poquito más”, añade, esperanzado. En tal virtud, espacios como Hambre Libros, Kitschic Ediciones o Notas al futuro colindan con editoriales de mayor envergadura como Rey Naranjo, Tragaluz o el conglomerado de sellos independientes recogidos bajo la sombrilla de La diligencia. Ups, algo salió mal propone y llama la atención sobre nuevos procesos en el arte colombiano, a los que varios artistas nuevos están recurriendo como parte de su creación. Es un lugar fértil para la reflexión en torno al arte contemporáneo y una invitación a conocer una serie de iniciativas y lugares muy necesarios para el diálogo en el mundo y el mercado del arte.
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