Seis películas y una serie sobre adicciones
Las drogas, el sexo, el poder, las apuestas… muchas personas viven una relación de dependencia con ellos y el cine ha encontrado una inagotable fuente de inspiración en los efectos que producen. En esta selección, personajes cuidadosamente elaborados conviven con sus adicciones.
Casi todos y todas somos adictos a algo: al café, a la música, a la comida, a las relaciones. Vamos por la vida intentando sacarle el mayor provecho a lo que nos genera serotonina. Esta lista tiene una mezcla de adicciones, pero claramente en la que más se ahonda es en las drogas y los alcances que toman para sus consumidores, destruyendo sus vidas en la mayoría de los casos. Eso sí, no hay que dejar de lado que la estética y los imaginarios que hay dentro del consumo y la psicodelia siempre han sido un auge de misterio y asombro. Las películas de esta lista toman estas situaciones desde perspectivas y personajes tan diferentes como los tipos de adicciones.
Trainspotting
(Danny Boyle, 1996)
Véala en HBO
La peli por excelencia cuando se habla de drogas y decadencia. Si de límites hablamos, en este filme de los noventa no existen. Desde la primera escena, Ewan McGregor arroja un potente monólogo sobre la monotonía de lo socialmente correcto mientras corre por las calles de Leith, y así, con ese frenesí que ni tiempo de respirar deja, es como se desenvolverá el resto de la trama. Un grupo de amigos heroinómanos con diferentes personalidades, pero la misma adicción en común cambia cuando Mark Renton, el protagonista interpretado por McGregor, decide dejar de consumir heroína, pero el síndrome de abstinencia es más fuerte de lo que esperaba y vuelve a caer. Nos desenvolvemos en un ciclo de sucesos en el que Renton y sus amigos naturalizan el consumo de heroína como una relación que no los deja y ellos tampoco se atreven a terminar. Una película vibrante, que presenta sin moralismos la complejidad de las adicciones y los muchos desenlaces a los que estas pueden llevar. Eso sí, el soundtrack, la escenografía y las actuaciones siempre serán dignas de verse y repetirse.
Drugstore Cowboy
(Gus Van Sant, 1989)
Véala en Pluto TV+
Planos tambaleándose, música arrítmica y la voz en off de Matt Dillon nos llevan a un escenario familiar… muy Trainspotting antes de Trainspotting, ¿será que fue este el referente en el que estuvo inspirado el personaje de Mark Renton?, ¿o es que todos los viajes de los adictos de esta época inspiran personajes similares de la generación X? Pues bien, en el vaquero de farmacia también contamos con un grupo de amigos yonquis, pero en esta ocasión en un registro de comedia –debe ser algo relacionado con el tipo de drogas–. Ellos recorren Estados Unidos atracando droguerías para sobrellevar y saciar sus adicciones. Eso sí, el humor yonqui sin sentido está presente en todo momento, pues encuentran supersticiones en cada acción y movimiento que sostienen, dejando su estabilidad mental a merced de un sombrero. Traición, discusiones y muerte envolverán a los personajes en una búsqueda de algo que les ofrezca estabilidad fuera de las drogas.
Ray
(Taylor Hackford, 2004)
Véala en Apple TV y HBO
Esta joya ganó el Óscar a mejor actor principal gracias a la actuación de Jamie Foxx, pues su interpretación como el icónico músico Ray Charles fue conmovedora y memorable. Esta película es un pasón por la vida de una leyenda del soul y el R&B, desde sus primeros pasos en la música, lo difícil que fue escalar con su ceguera y las complicaciones que esto le trajo. Esta película no es solo la biografía de Ray Charles sino también la narración de un momento clave de la historia de la música del que hacen parte Quincy Jones, Frank Sinatra, Nat King Cole y James Brown, podremos escuchar la esencia de esos bares llenos de melancolía y de voces rasgadas acompañadas de un saxofón y un piano. Pero claro, esta no es una lista sobre películas musicales, sino sobre adicciones, y es que para el gran Ray Charles la ceguera no fue su único impedimento, también lo fueron la heroína y el sexo. La forma en que los traumas de su infancia y la cargas de una vida de ceguera, pobreza y discriminación se urden con el despertar de la dependencia a las sustancias es la línea dramática más fuerte de esta película y el mayor reto que Jamie Foxx logra sortear para presentarnos a una estrella musical, muy humana, imperfecta y marcada por el sufrimiento. Sumergido en una adicción que lo llevó a estar internado por una temporada, el músico pudo resurgir como un modelo identitario para la población afroamericana en tiempos de segregación.
Scarface
(Brian De Palma, 1983)
Véala en Prime Video
Esta pieza de culto tiene como eje central a un antihéroe que encuentra en un coctel de astucia, violencia y traiciones la fórmula para construir un imperio. La cocaína es el motor que lo impulsa y lo condena en este camino. Con el gran Al Pacino y la talentosa Michelle Pfeiffer, nos encontramos ante la historia de Tony Montana, un cubano narcotraficante que llega a Estados Unidos en los años ochenta y se abre camino junto a su amigo Manny Rivera hasta controlar el tráfico de la colorida Miami de la época. Luego de conseguir cumplir todo aquello que alguna vez soñó, Tony cae en una adicción al dinero y al poder. Vemos como un personaje que en un comienzo se mostraba fuerte y perseverante se convierte en un insufrible y desquiciado narco que se ahoga entre el whisky, la sangre y las montañas de cocaína. Con una gran fortuna pero sin una sola persona que le ame de verdad. Dato adicional: esta peli es un remake de la versión original dirigida por Howard Hawks y estrenada en 1932.
Pulp Fiction
(Quentin Tarantino, 1994)
Véala en HBO y Paramount
No es gratuito que el rostro de Uma Thurman en una de las escenas más recordadas de Pulp Fiction esté presente en tanta merch y memes. Es una de las películas más conocidas de Tarantino y la que le disparó su carrera tras su estreno en Cannes. En el elenco casi perfecto están, aparte de Thurman, el dúo John Travolta y Samuel L. Jackson, Bruce Willis, Maria de Medeiros y el gran Harvey Keitel como The Wolf. La narrativa no lineal y la forma en que trenza el rumbo de los personajes es brillante. Mia Wallace y Vincent Vega bailando “You Never Can Tell” de Chuck Berry es una de las escenas más icónicas del cine de Tarantino. Pero la otra secuencia en que Uma Thurman lo da todo es menos recordad y en ella la heroína tiene un papel protagónico: Mia Wallace -esposa del jefe de Vicent- la confunde con cocaína y al inhalarla tendrá una sobredosis que creará la icónica escena de la inyección de adrenalina en el pecho.
El lobo de Wall Street
(Martin Scorsese, 2013)
Véala en HBO
Si bien Leonardo DiCaprio ganó su primer y único Oscar con El renacido, no hay que hacerse los de las gafas con el hecho de que su talento ha brillado en otras obras audiovisuales, como El Lobo de Wall Street. Un retrato de la esencia cocainómana y adicta al dinero del Wall Street de los llamados Baby Boomers. En las oficinas de uno de esos rascacielos de Manhattan, el corredor de bolsa Jordan Belfort comienza a escalar tras una quiebra en su anterior empresa. Veremos entonces como la fortuna trae consigo sexo desenfrenado y drogas, pues la cocaína es el café de los corredores de entonces. Creando su propia empresa y dejando a su esposa para casarse con la modelo Naomi Lapaglia, Jordan cambia por completo su vida, pero el FBI comenzará a sospechar de fraudes y los problemas no se harán esperar para dejar al licántropo al borde del colapso.
Gambito de dama
(Scott Frank y Allan Scott, 2020)
Véala en Netflix
Si bien la mayoría de las películas sobre adicciones a las drogas se centran en la cocaína, la heroína, los psicodélicos y las anfetaminas, en Gambito de dama veremos una más normalizada, los antidepresivos. Beth es una niña prodigio quien termina en un orfanato luego de que su madre se suicidara. En sus primeros años se hará amiga del conserje quien le enseñará a jugar ajedrez de forma magistral. En poco tiempo se convierte en una profesional y descubre que con los antidepresivos que toma en el orfanato puede alucinar en las noches y planear nuevas jugadas. La serie retrata de manera sobrecogedora la adicción de una niña en un contexto tan complejo y marcado por las carencias. El papel de Beth fue representado por Anya Taylor-Joy, quien ya había sido un éxito en La bruja y Split. La serie fue todo un éxito y rápidamente se convirtió en una de las más vistas de Netflix, tanto fue el boom que el mercado del ajedrez incrementó en Colombia y en el mundo.
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