Una borrachera llanera en tercera dimensión
Hablamos con Camila Pez, la ilustradora, animadora y diseñadora que creó el video en animación 3D de la canción
“Alcaraván” del grupo araucano Chimó Psicodélico.
i usted ha cantado “Carmentea”, del compositor Miguel Ángel Martín, o “Como no voy a decir”, de Luis Silva –sabemos que lo leyó cantando–, conoce el poder de la voz, la pasión y el sentimiento de la música llanera. Ese sonido que, como un rayo, atraviesa el espinazo y saca el despecho del cuarto más escondido.
Inspirados en la combinación de ritmos de la región como el joropo, el pasaje y el gaván con el rock y el jazz, un grupo de amigos músicos de Arauca se juntó en 2013 y formó Chimó Psicodélico (chimó es el nombre que le dan en esta región al tabaco curado). Esta propuesta reúne instrumentos tradicionales de la región como el arpa, la bandola y el cuatro con la guitarra eléctrica y la batería.
Inspirados por la fusión de raíces y perrenque, le pedimos a la banda que nos dejara usar una de sus canciones para hacer lo que quisiéramos: bañarnos en la ducha, cantar en un karaoke, hacer empanadas y, por qué no, un video animado. “Alcaraván” es uno de los cortes que conforman su más reciente álbum y el que le da su nombre.
La ilustradora, diseñadora y animadora Camila Venegas Gómez, a.k.a. Camila Pez, fue la artífice de este video que funde la cultura llanera con un mundo donde los juguetes tocan guitarra, se enamoran y se emborrachan. Y no, no le dimos ninguna indicación ni instrucción, esta pieza es pura libertad y coquetería.
De los Llanos a un mundo de juguete
Cuando Camila Venegas comenzó a pensar el proyecto, se dio cuenta de que no sabía realmente nada de esa región y decidió hacer una investigación concienzuda de la cultura llanera. Viajando y escarbando tomó varios elementos como referentes para la creación de este video. Por ejemplo incorporó el alcaraván, un ave corredora nocturna; la vestimenta de campesinos de esa región que usan sombrero, andan descalzos, con el pantalón remangado y la camisa abotonada; la cerveza, que no puede faltar; la palabra “camarita”, que es como se llaman entre compadres, e instrumentos como el cuatro y el arpa.
“A mí me gusta meterle mucho el tema colombiano a mis proyectos personales y en mis trabajos con mi estudio de diseño Au. Aunque el 3D y el plástico a veces parezcan fríos, el contexto colombiano les da un balance”, dice Camila.
Después de definir los elementos formales de los personajes y el escenario y crear una paleta de color, armó un concepto en su cabeza. Escribió el guion y el storyboard y comenzó a modelar directamente en el programa Cinema 4D, en el que ensambló cada brazo, cada cuerda, cada botella. “Aunque a mucha gente le parezca que el programa es horrible, a mí me parece muy chévere porque me parece más tangible, más manual. Aunque sea de computador, sí se siente un proceso artesanal en medio de lo técnico”, cuenta Venegas.
Luego de hacer los esqueletos y la ropa de cada personaje, los animó. El primero que cobró vida fue el músico que toca el cuatro y para poder lograr que él hiciera eso tuvo que aprender una técnica llamada rigging, que en palabras callejeras significa ponerle esqueleto. Cuando el personaje tuvo todos sus huesos, Camila lo puso en el escenario, ubicó las cámaras y las luces, luego colorizó, texturizó y finalmente renderizó la secuencia –captura los movimientos cuadro a cuadro–. Todo este proceso le tomó casi mes y medio.
Después corrigió detalles y volvió a poner la secuencia de frames en un editor de video en el que sonorizó el video con la canción “Alcaraván” de Chimó Psicodélico y lo volvió a renderizar.
“Yo antes hacía muy pocas animaciones, nada del otro mundo. Cuando Bacánika me escribió para hacer este proyecto me sentí ante un reto muy grande porque no había hecho una animación tan larga”, concluye Camila Pez.
El estudio de Camila Pez
Camila trabajó durante cinco años en agencias de publicidad como diseñadora, pero al darse cuenta de que estaba trasnochando mucho y no podía estar con su perra Coucou, decidió renunciar, ya que si iba a seguir derecho en las noches, al menos lo haría para ella y con mascota al lado. Así fue como montó Au Estudio, un estudio de diseño integral en el que, desde la publicidad, la dirección de arte, el diseño industrial y el diseño gráfico se encargan de crear campañas, la identidad de un producto y todo lo que necesite una empresa que quiere consolidar su marca.
Véalo y cuéntenos en los comentarios del final del artículo
qué elementos del Llano identificó, qué amo, que se gozó y qué no le gustó.
Suscríbase a nuestro boletín
Sin spam, notificaciones solo sobre nuevos productos, actualizaciones.
Dejar un comentario