Día Internacional de la Cerveza
Nunca sabremos a quién atribuirle la creación de esta legendaria combinación de lúpulos, cebada, buenos ratos y guayabos, pero en el Día Internacional de la Cerveza le contamos un poco de la historia y de diseño de etiquetas desde la voz de los expertos.
La cerveza es la bebida por excelencia para pasar penas y glorias, su versatilidad y sus muchas formas de preparación la hacen reinar sobre cualquier producto etílico.
Las primeras referencias a la cerveza aparecen milenios antes de lo que todos se imaginan en reinos como Mesopotamia, ahora lo sabemos porque se han encontrado inscripciones con recetas que aluden a su preparación, incluso en el mundo antiguo se convirtió en la bebida nacional de Egipto. A Bélgica, el país cervecero por excelencia, fue introducida por pueblos celtas y germanos que, a diferencia de los egipcios antiguos, tomaron la fabricación como algo más artesanal y casero, almacenándola en toneles de madera que la conservaban (por si se preguntaba de dónde proviene ese método cervecero) . Europa tuvo una clara división entre los países con una preferencia por el vino como España y Francia, y los países bajos, volcados totalmente a la bebida de cebada y trigo. Su producción incrementó considerablemente por la influencia de la época, que requería bebidas que sustituyeran la falta de agua potable y libraran a la gente de morir por bacterias (algo que pasaba muy frecuentemente).
Los años transcurrieron y con la entrada a la Edad Media, en los siglos V y VI, la elaboración de la cerveza pasó a los monasterios. Al construir estos edificios en terrenos regalados a la iglesia, los monjes tenían que cultivar sus propios alimentos, en ese proceso, la cerveza se convirtió en una de las cosechas más productivas y uno de los pocos alimentos que podían ser consumidos durante el ritual de la Cuaresma. Ya sabe qué decir cuando le digan que el alcohol y la iglesia no combinan.
En Colombia el asunto era muy diferente, las bebidas fermentadas artesanales tenían un poderío ganado. La chicha y el guarapo hechas con maíz y caña de azúcar hacían difícil la entrada de la cerveza al mercado nacional y solo hasta 1826 se tiene el registro de la primera fábrica en Bogotá bajo el nombre de Cervecería Meyer. Muchos fueron los ataques y las campañas de desprestigio organizados en contra de las bebidas alcohólicas tradicionales en el país para poder derrocarlas y darle paso a la cerveza , argumentando la poca higiene al momento de producirla y su consumo como una práctica de “indios”. Hoy en día, triunfa sobre cualquier producto y hace parte fundamental de la producción monetaria de la mano de emporios como Bavaria, fundada en 1890.
Para esta época, en Europa la revolución industrial ya había cambiado por completo las estrategias y las jugadas, poniendo a la cerveza en la cúspide de la mercadotecnia con diseños de etiquetas y distintivos que evocaban tradiciones ancestrales, tipografías clásicas o elementos culturales de gran importancia en el país de fabricación como el harpa en la Guinness irlandesa. El diseño en la cerveza se incorpora, precisamente, en esa etapa industrializada donde era necesario pensar en envasados perdurables y de buena calidad con un distintivo para cada marca. Hasta este momento, la cerveza en botellas de vidrio (casi siempre de colores oscuros como café o verde para preservar los sabores) lleva la delantera en el embalaje, pero en los primeros años del siglo XX se busca una alternativa al notar que las botellas de vidrio tenían una fragilidad perjudicial para la distribución del producto y en 1935 aparece la lata, existiendo como una alternativa, menos salubre para algunos, e ideal para quienes buscan innovación en la imagen.
En botella, lata, barril o grifo, la cerveza es un arte milenario que también tiene mucho de diseño en su esencia. Por eso, para celebrarla y conocerla un poco más, le pedimos a Sako Asko, Álvaro Franco e Ignacio Martínez, amigos de la casa y conocedores de lo gráfico, que nos ayudaran a elegir una selección de etiquetas que valga la pena resaltar. Esperamos se deleite tomando al menos una de estas.
“ El diseño es excéntrico, busca ser caótico y estridente, en si cada lata está diciéndote: ¡mírame, acá estoy! sus contrastes fuertes entre tonos y sus trazos negros, acompañados de las situaciones planteadas en las ilustraciones hacen que quieras tener todas las latas así sea solo para coleccionarlas”
“ Claro ejemplo de diseño en el cual la composición y distribución de los elementos de la etiqueta no cambia de una a otra, con una manera muy sencilla se resuelve el problema de diferenciarlas solo cambiando los tonos del isotipo y cambiando los gráficos de los fondos que lo rodean, en algunos casos no es necesario que todas las etiquetas de una misma marca sean distintas para que tengan su propia personalidad, con saber cambiar unos detalles es más que suficiente.”
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