Diego Piñeros
-Junio 23, 2014
Una imagen tomada al azar de un "gringo" en un pueblo perdido, pidiendo dinero porque sus padres fueron matados por unos ninjas se convierte punto por punto, en un colorido cuadro de plastilina, que abre significados y sentimientos. Consigue entremezclar el lenguaje más básico, incluso infantil, con el lenguaje visual de nuestra época, haciéndonos como poco, mirar dos veces.
Al menos para nosotros, la obra es interesante así que que queremos compartir con ustedes en esta galería de sus cuadros en plastilina y video:
Para ver más de sus pinturas visite:
www.flickr.com
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