Estrellas fugaces
Hits para cantar, bailar, llorar o patear fueron la probadita de grupos que luego no sonaron más. Bacánika se dio a la tarea de recopilarlos en un playlist para celebrar el efímero éxito comercial.
Canciones del colegio, de amigos, de los papás, de los primos, de la “chiquiteca” o, si está muy grandecito, del bar del momento, han sacudido hasta tal punto nuestra cabeza, que creemos que el mundo se va acabar, que después de esa canción no hay nada más.
Y sí: no hay nada más porque luego de los veinte mil covers de la canción en versión salsa, bossa nova, góspel o tecnocarrilera, el grupo pierde su encanto, ya sea porque no saca nada más o porque simplemente el hada de los hits los abandonó dejándolos con su talento real cojo o ausente.
Reviva con nosotros esas serenatas que le dábamos al espejo con cepillo o botella en mano, mientras celebramos el minuto de fama de estos artistas que nos dieron felicidad. Pasajera pero felicidad.
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