La fusión de los nuevos sonidos colombianos
Atrevidos e innovadores, estos colectivos y puntos de encuentro de músicos están llevando los sonidos nacionales por aventuras, vericuetos y proezas de toda índole: desde discos en vivo hasta sellos especializados y festivales en los que de ñapa tocan mamonudas figuras internacionales.
a cosa viene cocinándose desde hace unos diez años y sin necesidad de tanta prensa ni tanto bombo. Como cualquier justiciero enmascarado que espera sentado en el techo de algún edificio (dicho en el contexto de una película), esta “liga extraordinaria” en realidad ha venido consolidándose al margen de la radio comercial o la viralización por redes. Orgullosamente, son unos superhéroes hechos en Colombia pero lo mejor es que no han recurrido a patrioterismos ni banderas para ponerse la camiseta y cruzar el charco. Entre todos los artistas que a su vez reúne esta coalición, incluso es posible decir que hay tanta música de exportación que no cabría en las maletas que el abanderado de lo imposible, Tom Cruise, trajo para la temporada que pasará grabando su nueva película. Y no es chiste.
Esta liga extraordinaria de la nueva música colombiana agrupa algunos colectivos y lugares de encuentro de músicos, compositores y más que nada experimentadores que se han atrevido a todo lo que supuestamente no se podía hacer en el género. Y no se trata solo de fusión: sus innovaciones sonoras difícilmente caben en una sola etiqueta o patrón rítmico. Para inventarse un término que defina lo que ellos hacen, lo más recomendado sería acudir a un sastre que le tome las medidas a ese Frankestein amorfo que crearon y a partir de géneros bien disímiles entre sí. Aquí están:
LA DISTRIFÓNICA
Es un colectivo que recoge más de quince agrupaciones (desde Meridian Brothers hasta Suricato, pasando por Ricardo Gallo Cuarteto y La Revuelta); pero además es un catálogo de discos con más de treinta títulos publicados, todos independientes. Como si fuera poco, a la vez tiene que ver con el Festival Distritofónico, que normalmente no tiene presa mala y que se ha dado el lujo de tener invitados internacionales de culto como John Medeski y Marc Ribot. Este año completó cinco ediciones.
MATIK MATIK
Este espacio cultural independiente del barrio Quinta Camacho en Bogotá es un invento de un par de emprendedores franceses de apellido Calais (uno de los cuales, Benjamín, es quien en la actualidad está al frente). Desde su creación en marzo 2008, este bar y café ha sido un punto de encuentro para las músicas improvisadas, vanguardistas, experimentales y menos difundidas; y entre sus paredes, adicionalmente, se han grabado discos como Toma tu jabón, Kapax, de Los Pirañas, descrito como “un encuentro lisérgico entre la oscura cumbia de Andrés Landero, el trance distorsionado de Konono, la crudeza sofisticada de Ceramic Dogs, algo de Afrobeat Caribeño y un computador descontrolado”.
MARIO GALEANO, EBLIS ÁLVAREZ Y PEDRO OJEDA
Entre estos tres músicos han creado tantas bandas como les ha sido posible, y no solo gracias a que se conocen desde el colegio sino también a que llevan más de dos décadas “expuestos a músicas latinoamericanas tropicales que durante mucho tiempo (aún en estos días) han sido relegadas al último lugar del buen gusto”, como ellos mismos lo divulgan. “Vallenato, chicha peruana, raspa, champeta, algunos sonidos africanos y la cumbia en sus diferentes vertientes (sabanera, rebajada, sonidera)”. Mario Galeano armó Ondatrópica, Eblis Álvarez creó Meridian Brothers y Pedro Ojeda tiene a Romperayo, pero a la vez los tres forman Los Pirañas y entre Eblis y Pedro integran Chúpame el Dedo (primera banda de black metal cumbianchero). Mario convocó a Eblis y a Pedro para que entre todos tocaran en el disco del uruguayo Jorge Dréxler que se ganó varios Latin Grammy (Bailar en la cueva). A los tres también se les conoce por lo alcanzado con Frente Cumbiero, que no es poco: lanzaron un doble álbum en vinilo junto al legendario productor Mad Professor y juntaron la cumbia con el dub. Guacharaca transnacional del más alto calibre.
FESTINA LENTE DISCOS
Este sello especializado con seis años de vida edita discos en formato físico que, sin duda, en ningún sello comercial les pararían bolas. Entre su catálogo ya hay veinte títulos, pero lo que definitivamente le da peso a Festina Lente Discos no es la cantidad sino la variedad: hay grabaciones de punk, jazz, música de cámara, canción tropical, cumbia, rock y hasta música electroacústica y experimental. Es decir, este sello ha sido la partera de las grabaciones de bandas como Etcétera, Pársec Trío, Bituin, Asociación Libre Orkesta, Curupira, El Ombligo, Mugre y MULA, que justamente es una de las bandas colombianas más dementes e interesantes que uno puede encontrar hoy.
MÚSICA CORRIENTE
Aunque son los benjamines de toda esta colada, bien vale la pena mencionarlos y decir que están haciendo un trabajo innovador y no menos que atrevido. Básicamente, Música Corriente es un sello independiente con sede en Medellín que posee un diverso catálogo de agrupaciones, dispares en su naturaleza, y que invita al público de todo el país a “sumarse a nuestro apocalíptico sello en la diluvial promesa de sobrevivir desde la unicidad de nuestra especie”. En palabras más sencillas, esta es la casa estudio de bandas como Gordo’s Project, Mr. Bleat, Panorama, Goli, Parlantes o Nuevo Coyote, que se mueven entre el rock y el pop alternativos, el folk, la electrónica o el jazz. Su último fichaje, de hecho, son Antonio Arnedo y Sam Farley, a quienes les grabarán un elepé que además saldrá en formato audiovisual y hará parte de los Discos Inauditos, la primera colección discográfica de Música Corriente, a lanzarse este año.
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