Gay de caca #2
-Julio 9, 2019
Algunos miembros de la comunidad LGBTIQ+ miran a los otros por encima del hombro y se creen de mejor familia. La misma palabra “gay” tiene connotaciones cómodas que incomodan. El autor de Mariquismo juvenil retrata a los más insoportables gays de caca.
A
lgo está empezando a oler mal. Son los gays de caca que nos rodean. Por más revolucionarias y empoderadas que seamos, sigue existiendo una hegemonía machista, heteronormada, o como más me gusta llamarla, “homonormada”, que abanderan algunos gays privilegiados de la sociedad. La palabra “gay” encierra una serie de normatividades y violencias que afectan otras realidades. Ser marica, por ejemplo, es una forma de decirle al mundo que no estamos de acuerdo con esa categoría, clasista, capitalista y hegemónica que establece lo “gay”.En esta nueva entrega de la serie Gay de caca me gustaría criticar otros aspectos de esos mancitos que no son capaces de ver más allá de su burbuja de comodidad, que no hacen ningún esfuerzo por luchar por los derechos de otros y que sienten que ya todo está bien, cuando la verdad es que solo son gais de bien. Eso sí, todos hemos sido de caca alguna vez.
Puede sentirse indignado por cómo la industria de la moda abusa de la mano de obra barata, pero eso sí, cuando una marca de ropa saca una colección con la banderita arcoíris, su ano se expande y su moral se encoge y allá está con la tarjeta de crédito en mano. Su pseudo-activismo le costó 500.000 pesos y 150 likes en Instagram.
Blanquitos que en las marchasse soplan el cuello con abanicos de colores que cualquier marca les entregó como marketing. Creen que a las trans hay que tenerlas de lejitos porque los pueden atracar, evaden a los movimientos de personas negras porque son muy mañés y creen que las lesbianas masculinas los van a cascar. Piensan que la marcha es solo una fiesta y se rotan el popper al ritmo de la indiferencia.
Nunca va a marchas porque se la pasa en Miami o por miedo a que lo roben, es hijo de una familia importante, comparte noticias de las que solo lee el título diciendo cosas como “Estamos en pleno siglo XXI…”, y se siente súper empoderado yendo a bailar al Mozo o a Theatrón.
Es el colmo de la incoherencia: un gay de derecha. Nunca ha salido del clóset y nunca lo hará. Ama Grindr porque puede permanecer incógnito por siempre jamás, prefiere los hombres varoniles asegurando que es solo cuestión de gustos y reza todos los días porque sabe que dios ya lo tiene fichado por gay.
Amiga cuidado con este, es peligroso. Copia el odio machista y lo replica con otros homosexuales, Cada que puede mete tremendos insultos a los que son abiertamente maricas diciéndoles cosas como: “Debes tener sida”, “Qué asco tú”, “Ojalá te violen”, blah, blah, blah. Pero mija, la triste verdad es que hace todo eso porque siente un profundo odio hacia sí mismo. Dato curioso: se trepa en secreto y le gusta Las Flans.
Bebé, está bien que una no se las tenga que saber todas, pero alguito de cultura general debe tener.
Este man es tan ignorante que parece muerto. Primero, es enclosetado, no sabe que en Colombia es legal el matrimonio igualitario desde 2016. No sabe qué es hetero ni homo mucho menos va a saber diferenciar entre cis y trans. Le vale verga todo lo que ha tenido que suceder para que pueda salir libremente a medianoche a hacer cruising en cementerios y parques.
¿Por qué los manes siempre quieren llamar la atención en todo? Este man tiene buenas intenciones, seeeh, pero la caga todo el tiempo por no entender el contexto. Por ejemplo, se mete a las marchas de mujeres a pedir protagonismo y quedar en todas las fotos. Amigo, tómate una aromática o algo, no porque seas gay eres un ejemplo a seguir por todos los movimientos.
Se las da de “muy, muy” y no es ni “tan, tan”. Proclama amar todos los cuerpos, su correo es [email protected] Comparte frases como “lo de adentro es lo que vale” y se cree sapiosexual pero lo han pillado buscando manes serios en Manhunt y Solo Machos vergones en XVideos. Amiga, es normal tener preferencias pero la que mucho abarca...
Se sabe todos los nombres de los participantes de Ru Paul’s Drag Race desde la primera temporada con DNI y estado civil. Es jovencito, hace drag, qué está muy chimba, obvio, pero pretenden que la vida real sea como Ru Paul’s Drag Race. Competitiva, arrogante y solo habla en inglés. Pero cuando le hablas de la historia del transformismo en Colombia, de Madorilyn Crawford o LadyZunga, cae al suelo de lo impactada, eso sí, sin dejar de hacer un ‘drop dead gorgeous’.
Él jura que es hetero. Si la curiosidad mató al gato este man es cualquier otro animal, porque se ha pasado curioseando toda la puta vida. Tiene un doctorado en hacerse el huevón, él sabe que le gustan los manes, sin embargo, desde el 2011 pone “hetero curioso” en apps de ligue. Chica ser bisexual no te va subir la tensión, cálmate y enfréntalo.
Mega bai para todas esos malparidas.
Zay
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