Tutorial: técnicas básicas de acuarela
-Agosto 1, 2018
Ilustración
Si entre sus primeros recuerdos de la acuarela hay una sola clase de artes en el colegio y un kit Pelikan que salió de quién sabe dónde, no tema. En este tutorial, Carolina Alarcón, o Alinailustra, le enseñará lo que necesita saber para empezar a dominar esta técnica.
Ya compartimos con ustedes algunos trucos para hacer stickers y para vectorizar en Illustrator, pero sabemos que de vez en cuando es importante volver a lo manual.
Para eso llamamos a Carolina Alarcón, una ilustradora bogotana que nos ha hecho el honor de ilustrar varios de nuestros artículos, y que además de dominar técnicas digitales, también ha amaestrado las acuarelas.
En este tutorial para “superdummies” ella les mostrará qué materiales necesitan para empezar a trabajar con acuarelas, algunas técnicas básicas, y sobre todo, qué prácticas debe evitar si quieren triunfar en este asunto.
Materiales
Inspiración: ¿Creyeron que iban a lograr algo sin ella? Bueno, para que la encuentren rápido, Carolina les sugiere que consulten libros como Naive: Modernism and Folklore in Contemporary Graphic Design, o que le den una mirada a tableros de Pinterest como el que ella tiene en su cuenta.
Papel: El papel acuarela es ideal para trabajar en esta técnica porque no absorbe tanto el agua y no se deforma al entrar en contacto con ella, pero eso está sujeto a la calidad del sustrato. La variedad de gramajes y texturas es amplia, así que busque el que más se adapte a su trabajo.
Lápiz y borrador: Carolina ya traía hecho el dibujo con el que trabajó en este tutorial, pero como usted tendrá que empezar de cero, estos son dos materiales imprescindibles. El lápiz (también puede ser portaminas), que debe tener una mina suave y la punta fina, y el borrador, que debe estar libre de mugre. La idea es hacer un boceto donde las líneas apenas se vean, y que quede lo más limpio posible.
Pinceles: Como dice Carolina en el video, los hay de muchas formas, tamaños y materiales. Pueden ser de pelo sintético, de marta, de camello, de ardilla o hasta de oreja de buey o cabra (¡!), pero ella recomienda que trabajen con lo que puedan comprar. Eso sí: siempre tenga a la mano pinceles redondos, del número 5, 6 o 7, y cuídelos mucho: lávelos con el mismo champú que usa usted y guárdelos en un estuche.
Acuarelas: Las hay en tubo (Carolina utiliza las de marca Pebeo) en pastilla y hasta en lápiz, pero todas funcionan igual: son pigmentos que se activan con el agua y que, dependiendo de sus necesidades, puede comprar en la forma que más le convenga.
Paletas o bandejas de mezcla: Es donde ocurre la magia. Cómprelas con compartimientos o cavidades que eviten que se derrame el agua y que le permitan trabajar con varios colores a la vez.
Vasos: Con agua, y dos: uno para limpiar el pincel y otro para recoger agua y activar sus pigmentos. Es útil que sean transparentes (para ver qué tan sucia está el agua y si hay que cambiarla) y también si encuentra unos que vengan pegados entre sí.
Tabla: Su superficie de trabajo puede ser cualquier cosa desde que sea firme y tenga una superficie pareja. Carolina usa una tabla legajadora por el gancho que tiene en la parte superior, pero también porque es fácil de cargar y es económica.
Cinta: Que sea de enmascarar. Le servirá para fijar su papel a la superficie de trabajo, pero recuerde que antes de utilizarla debe quitarle un poco de pegante. El método más confiable: péguese la cinta en el pantalón y despéguela. Varias veces.
Secador de pelo: Para los impacientes. Si lo va a usar, que sea en una temperatura media y a una distancia prudente de su trabajo. La idea no es hacer un reguero ni que el papel se deforme por el calor.
Papel absorbente: Puede ser papel higiénico, servilletas, papel de cocina o papel secante. Le servirá para quitarle el exceso de agua a su pincel, y también para absorber cualquier exceso de agua que usted tenga en el papel.
Agua: De la llave. Así de simple.
Controlar la cantidad de agua
Al trabajar con acuarela se trabaja literalmente con agua. Entonces, a menos de que lo que usted quiera sea hacer un manchón (¿por qué no?), tendrá que aprender a controlarla. Para esto hay varios ejercicios que puede hacer. El primero es para aprender a aplicar el pigmento de manera pareja.
Con su papel bien pegado a la tabla, sus dos vasos llenos de agua y las acuarelas cerca de una bandeja de mezcla, empiece por lo primero: un charquito de agua. Hágalo en la bandeja y aplíquele el color que prefiera. Moje su pincel, no demasiado, y vaya al papel. Trate de hacer un cuadrado y de arrastrar esa gotica o charquito de color que le quedó al final y que se ve más oscuro que el resto, hasta que desaparezca. Válgase del movimiento que le permite el pincel para llevar o empujar la gotica, e incluso de su superficie de trabajo, si se puede levantar, para utilizar la gravedad a su favor.
El segundo ejercicio son los gradientes, que le ayudarán a conocer cómo funcionan sus pinceles y cuánta agua pueden sostener. Empiece con un pincel limpio, pero cargado de agua. Agréguele pigmento, vaya al papel, y haciendo movimientos de lado a lado, avance hasta que su charquito de agua y pigmento se agote. Este ejercicio también lo puede hacer mezclando colores, cargando el pincel con más agua y repitiendo el proceso anterior. Nada más agregue otro color antes de quedarse sin agua en el papel, y siga moviendo su pincel de lado a lado.
El último ejercicio, y el más breve, es la máscara de agua. Sirve para pintar líneas con formas más definidas y consiste en hacer, solo con agua, un cuadrado (o la forma que usted prefiera) en el papel. Cuando le agregue el pigmento, verá que no se saldrá de los límites de la forma que hizo solo con el agua, y que sus acabados serán más precisos.
Ejercicios de precisión
La cosa es simple: haga un círculo de un color y luego rodéelo con otro. Y luego con otro, y otro más. Pero mantenga un espacio milimétrico entre todos y recuerde poner cada color en la bandeja de mezcla antes de pasar al papel. ¡Ah! Mientras Carolina hacía este ejercicio, pasó algo interesante: aplicó demasiada agua coloreada en el papel, y para absorber el exceso, utilizó el pincel seco.
Aplicar color
Lo primero que Carolina pintó de este dibujo (que es una especie de matrioska de piñatas y que pronto rifaremos) fue el fondo. Para eso preparó más pigmento de lo que acostumbra.
Luego puso en práctica el primer ejercicio y empezó a “llevar la gotita” de acuarela por todo su dibujo. Dos tips importantes aquí: lleven su gotita de a poquitos, no de extremo a extremo del dibujo, y válganse de la forma de sus pinceles (en este caso Carolina usó uno redondo pero con punta delgada) para no saltar entre herramientas y poder cubrir todos los recovecos de su dibujo.
Como pueden ver en el video, el papel que Carolina usó estaba sucio o con algo de grasa, y eso solo se dejó ver una vez aplicó la acuarela. Nada que hacer ahí, salvo recordarles que guarden sus papeles con cuidado.
Lo que sigue depende de ustedes y del dibujo que vayan a trabajar: agregar tonos más oscuros para las sombras, o diluirlos con agua para crear luces. El resultado nunca será el mismo, pero en eso está lo lindo de la acuarela.
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