El secreto del éxito de la película Coco
Estuvimos en el Festival Internacional de Animación La Truca, en Cali, donde Manuel Rodríguez nos contó sobre su experiencia trabajando en Pixar y en los personajes de Coco.
Manuel Rodríguez se viste de camisetas y tenis, y conserva su acento mexicano pero sus conjugaciones de verbos hacen entender que ya ha vivido mucho tiempo en Estados Unidos. Es amable, pregunta lo primero que se le viene a la cabeza y entabla una conversación rápido, se interesa en los detalles, es muy observador sin ser intimidante.
Empezó a trabajar en Pixar en el 2009 con la labor de finalizar algunas escenas de Toy Story 3, y solo cuando aprendió lo que se debe hacer y lo que no, tres años después, le dieron la oportunidad de animar sus propios personajes. Se lanzó al ruedo con la película Un gran dinosaurio.
¿Cómo es trabajar en Pixar?
Tenemos cada quien nuestras oficinas. Comparto la mía con mi compañero desde hace nueve años y tratamos de trabajar en equipo, por ejemplo, mantenemos la puerta abierta cuando quieres charla, pero si te quieres enfocar, pues la cierras. El flujo de trabajo es de cada quien, pero hay que entrar a una hora acordada y debes estar ahí cuando el director te quiere decir algo o cuando quieres que te revisen. Debes controlar tu energía creativa porque ahí te puedes quedar toda la noche si quieres, pero se te va a agotar dicha energía, debes tener cuidado. Pero es un lugar donde contratan a personas muy responsables de su tiempo. Tienes la libertad de salir, volver, quedarte mucho, pero debes aprender, sobre todo cuando creces y ya eres adulto, que no puedes estar trabajando todo el tiempo, que debes hacer pausas y ser responsable tanto de la entrega de trabajo como de tu cuerpo y tu salud.
¿Hay latinoamericanos trabajando en Pixar?
Sí, hay algunos. Ahorita hay un colombiano trabajando también en animación, un peruano y algunos españoles, que sé que son europeos, pero son de habla hispana. El departamento de animación quizás no sea un grupo tan grande, pero hay otros departamentos donde hay muchísimos latinos. La diversidad ha sido algo que se sigue mejorando y se trata de incorporar, pero los latinos a veces somos los que no nos educamos en las artes, porque pensamos que no vamos a ganar el mismo dinero que un abogado o ingeniero. A veces siento que eso nos frena. Pero en Pixar escuchamos a todos, es cosa de respetarse, entender otras culturas y personas.
¿Tiene proyectos personales?
Fíjate que no. Obviamente tengo mis propias ideas para el futuro, pero la verdad he estado muy ocupado con Coco, y a la vez también quiero poner mi energía en la carrera y aprender lo que más pueda.
¿Cuál es su pasatiempo para no perder la creatividad?
Obviamente me encantan las películas, me encantan las series. Me gusta ir a las cafeterías y dibujar a la gente, me gusta mucho observar a la gente, me puedo sentar en un parque y no más estar mirando las personas. Se me hacen interesantes las dinámicas entre dos personas y cómo se hablan, eso me llena mucho de ideas. Soy una persona muy curiosa entonces le pregunto mucho a la gente sobre sus cualidades y de ahí saco energía para los trabajos que se vienen.
En su conferencia abierta en La Truca, Manuel explicó detalles sobre su carrera
Sobre qué le puede aconsejar a los colombianos
“Seguir trabajando duro. Si quieren buscar un trabajo en el extranjero, tal vez puedan ir a aprender allá y luego volver acá para formar y enseñar a esta comunidad de animadores, eso nos hace falta. Pixar no es la única meta, hay muchas otras empresas y caminos para tomar. Y hay que tener varios caminos, porque si te dicen que no, ¿vas a dejar de animar? ¿Se te acaba la carrera? No, entonces Pixar no debe ser la meta, la meta es ser un muy buen animador.
También les digo que lo mejor que uno puede hacer es mostrar sus ideas y técnicas porque eso hace crecer. Hay que hacer una crítica constructiva de los demás y de uno mismo, decir con calma qué no le gusta a uno y dar razones válidas para mejorar. Tampoco se trata de que cuando te pregunten un consejo a todo digas que está bonito, no, debes encontrar la manera de decir lo que piensas sin herir y sin decir mentiras.
Quiero darles también otro consejo: miren su propia cultura. Todos los países latinos tienen historias increíbles, así que es cosa de mirarnos. (…) Una historia que sea propiamente colombiana, pero que también se pueda contar en el extranjero; ese punto es la clave: tener el equilibrio de que sea autentico de tu país, pero que lo entiendan en todo el mundo, como lo que hicimos en Coco”.
Cómo fue trabajar en Coco
“Estaba buscando hacer un modelo de Dante [perro de la película] y me puse a pensar en que yo tengo un perro que es igual de loco y que tiene la lengua igual de larga. Así es como busco en mis memorias y trato de plasmar las personalidades de los personajes de mis recuerdos cuando los necesito para las animaciones”.
Buscando inspiración para Ernesto de la Cruz recordó los ojos coquetos de Pedro Infante. Para la abuela de Miguel pensó en María Sabina, una curandera y chamana mexicana, y estudió videos para entender su manera de darse la bendición, para ver cómo le temblaba la mano y sus movimientos sutiles o cómo “casi no se mueve”: “El director no me había pedido que la abuela se diera la bendición, pero fue una idea que le gustó y que iba muy bien con la escena. Para animar a Miguel recordé mi rebeldía cuando era pequeño y los berrinches que uno hace en la calle, de ahí saque la noción de cómo iba a llorar el niño. Este es el secreto: “mirar cómo son las cosas en la vida real para transmitir un sentimiento”. Un dato más: para el personaje de Héctor se inspiró en el sube y baja de Cantinflas y su manera de actuar.
“Ustedes deben usar lo que creen que va a ayudar a su proyecto. Busquen por dónde sea: uno encuentra en sus experiencias cosas que no se imagina. ¿Cómo es que mi mamá se enoja? ¿Cómo me enojaba yo cuando era chiquito? ¿Cómo me tomo una copita con mi compadre? (…) Poco a poco el miedo se convierte en algo secundario, sobre todo si trabajas con gente que respetas y admiras. La meta no puede ser Pixar, porque si te llegan a rechazar ahí se te acaba la vida. La meta es ser un buen animador y hacer las cosas con pasión”.
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