Cómo tener redes sociales más profesionales
En una época tan digitalizada y en la cual los trabajos freelance son el pan de cada día, estas plataformas pueden ser una herramienta muy poderosa para compartir el talento, visibilizar la obra y adquirir nuevos clientes. Les contamos cómo lograrlo en diez pasos.
No se trata de postear porque ajá, acumular ‘likes’ sin sentido o coleccionar seguidores a diestra y siniestra. La magia está en crear redes que sean una vitrina para mostrar quién es usted, cuál es su espíritu creativo, qué hace y porqué lo hace de un modo único. Piense en las posibles consecuencias de replantear su relación con el mundo virtual: reflejar adecuadamente sus aptitudes puede traducirse en una labor más atractiva, que llegue a más personas, se identifique rápidamente y se comercialice más fácil. En este camino no hay nada que perder, pero sí mucho por ganar y aunque recorrerlo no sea fácil, tampoco es imposible. Acá hay una guía para que empiece su tránsito suavecito y sin angustias.1. Tenga claro el panorama
Primero lo primero: sepa dónde está parado, hacia dónde quiere ir y qué necesita para llegar. Si no sabe cuál es su destino, no existe brújula o mapa capaz de llevarlo allá. Defina su estrategia, entre más específica sea, mejor: cuál es su finalidad, en qué tiempo espera alcanzarla, a qué tipo de audiencia quiere llegar y qué quiere mostrar.
“Hay que tener claro un objetivo para estar en redes sociales: adquirir clientes, mostrar su trabajo, aumentar seguidores o lo que sea… Si uno está en el mundo digital solo por estar, es una idea sin sentido y es mejor abortarla”, dice Manuela Villegas, especialista en inbound marketing, growth hacker y CEO fundadora de la agencia Sí Señor.
De los objetivos establecidos depende el modo de medir los resultados: si usted quiere conseguir clientes es más importante tener ventas que un crecimiento en el número de seguidores, pero si el fin es dar a conocer su obra masivamente viralizar su contenido prima sobre las ganancias.
2. Como usted no hay dos
Créase este asunto, aprópiese de él y tómelo con toda la seriedad: usted es único y su trabajo también. No importa cuánta gente posea un perfil profesional similar al suyo, usted ve el mundo desde su orilla particular y su trabajo es diferente al de otros. Eso sí: es clave encontrar cuál es su valor agregado y un modo de transmitirlo que refleje su personalidad auténtica.
Sylvia Ramírez, abogada, escritora y emprendedora catalogada como ‘Latin America Top Voice’ de LinkedIn por ser una de las voces más influyentes de la red, asegura que a través de estas plataformas es posible dar una voz propia a la marca personal. “Las personas pueden conocer al ser humano detrás del trabajo creativo: cómo piensa, cómo siente, con qué sueña, qué le emociona, a qué le tiene miedo. Entre más honesta sea la comunicación, mayor impacto tendrá”, explica.
Su invitación es definir antes de lanzarse al ruedo qué personalidad va a transmitir y mantener ese sello con coherencia en cada publicación. ¿Cómo se mostrará? ¿Alguien heroico, experto, con humor ácido, dulce y optimista, elegante, calculador o misterioso? ¿Va a tutear, hablar de usted o de sumercé? ¿En qué idioma? Entre más cercanas sean estas características virtuales con las suyas, mejor: hay más autenticidad en los contenidos y evita falsas expectativas sobre quién es y qué hace.
Utilice un tono acorde a cada red. En Facebook la audiencia es más madura y suelen ser padres de familia, las fotografías suaves, de color y un tono amable funcionan más. En Twitter reina el humor negro, los apuntes inteligentes y la controversia, por lo que la foto de perfil puede ser más sugerente y el fraseo más arriesgado. En Instagram crear una identidad visual genera confianza, mientras que en LinkedIn es clave ser relevante, respetuoso, oportuno y mantenerse profesional sin fingir ser alguien más. “El contenido debe ser de primera, hay que dar razones para que la gente vuelva a visitar el perfil. También se debe tener claro los límites ideológicos de lo que es pertinente publicar”, concluye Sylvia Ramírez, quien también es experta en Felicidad, Liderazgo y Marca personal.
Para Manuela Villegas –una de las primeras Community Manager del país, quien también ha sido catalogada como ‘Latin America Top Voice’– esto es central: “se busca singularidad, no hay porqué copiar lo que otra persona está haciendo. Es mejor experimentar, dentro de los gustos y tendencias, qué funciona y qué no”, explica.
3. Prueba y error en la interacción
¡Inténtelo todo! Aproveche los múltiples formatos para ver con cuál se identifica y tiene mejores resultados según su objetivo. Si usted es escritor, vea qué funciona más y genera mayor interacción: compartir quotes en Facebook, un poema en Instagram, cuentos en las stories o ensayos en LinkedIn. Recuerde que esto no es una camisa de fuerza y lo que funciona para unos es un fracaso para otros.
Elvira Sastre, por ejemplo, publica fragmentos de todos sus escritos, que van desde poemas hasta columnas de opinión, tanto en posts de Instagram como en las historias. Y aunque actualmente pueda sonar fantasioso seguirle los pasos virtuales a la poeta española, no siempre lo fue. De hecho, su salto a la fama tuvo todo que ver con la difusión digital de su talentosa obra: hace años, cuando aún no era el fenómeno literario que es hoy, Elvira se grababa recitando sus poemas para publicarlos en YouTube y su blog. De ahí, migró a las grandes editoriales y mudó su contenido web a su página oficial.
No existen horarios de publicación ideales para todas las cuentas. Cada una tiene su propia franja. Para descubrirla, tome como base la información arrojada por las mismas redes. El primer paso es pasarse gratuitamente a una cuenta empresarial en Instagram y en Facebook. Este tipo de perfil incluye un apartado exclusivo llamado ‘Estadísticas’, que permite acceder a detalles como cuántas visitas semanales recibe el perfil, de qué partes del mundo, en qué días de la semana y en qué momentos exactos. Así puede saber, por ejemplo, que tiene más audiencia los miércoles a las seis de la tarde.
El secreto, según Carolina Ruiz, experta en marketing, quien ha manejado la estrategia digital de más de 250 marcas en cinco países, es compartir contenido una hora antes del momento tope de cada cuenta. En el caso anterior, subir un post el miércoles a las cinco de la tarde. “Esto garantiza que cuando las personas se conecten, les salga todo en el inicio, porque las redes no siempre muestran lo que acaba de pasar sino lo que sucedió hace un rato y con lo que se ha interactuado”, aclara.
Otro aspecto crucial es analizar el público puntual de cada perfil y su rutina cotidiana: “los horarios cambian según si estoy hablando a universitarios o a gerentes empresariales, porque mientras los primeros pueden ver redes en huecos o el almuerzo, los segundos solo tienen un tiempo reducido a las 5 a.m. y a las 10 p.m”, dice Carolina, cuya academia capacita desde hace tres años a 5.000 alumnos –pequeños emprendedores– en más de 30 cursos de marketing digital virtual y presencialmente.
En términos generales, podría decirse que es bueno publicar tres veces a la semana en Facebook. En Instagram, lo ideal es tener un contenido y tres historias diarias. Ojo, el algoritmo premia la consistencia sobre la insistencia, por lo que es importante mantener el ritmo en qué tan seguido se publica. En LinkedIn, una o dos publicaciones al día son adecuadas.
De nuevo, la experimentación es clave: haga el trabajo artesanal de publicar en diferentes horarios durante un mes y vea cuál es el mejor para cumplir con su objetivo. Se trata de cuándo los demás están conectados, pero también de cuándo están dispuestos a hacer lo que realmente desea: mientras que el afán del medio día puede permitir dar like y comentar, la pausa de la noche facilita visitar un blog o página web.
Busque usted mismo seguidores e interactúe con otras cuentas para generar un vínculo natural. No sea pasivo, vaya y muéstrese: comente en perfiles ajenos, invite a otros a ver su trabajo, deje su opinión profesional en la obra de un colega, haga un cumplido. La cuestión es hacerse notar, pero por motivos buenos. Si llegan a usted por sus comentarios denigrantes, no va a tener un buen efecto.
4. Sea atractivo e identificable
No es un secreto: todo entra por los ojos. Una de las maneras más sencillas y eficaces para atraer seguidores es captar su atención visual desde el principio. ¿Cómo lograrlo? Por medio de fotografías atractivas que guarden alguna relación entre sí: por la temática que tratan, por la paleta de colores que manejan o por cualquier elemento que sirva de hilo conductor entre ellas.
Lo cromático es vital. Usar el mismo tipo de colores genera recordación en su audiencia, de modo que basta con que vean los colores del contenido para saber que es suyo. Escoja cuatro o cinco tonos que marquen la parada en sus perfiles, que transmitan su mensaje, reflejen su personalidad, manténgalos con exactitud, e intente no salirse de ese rango. De hacerlo, reinvéntese y escoja una nueva paleta para usar con juicio durante un periodo.
Deje que su creatividad, talento y autenticidad hablen por sí mismos en sus redes sociales. De nuevo: tenga fe en usted, su trabajo y su instinto. La cuenta de instagram de la ilustradora, tatuadora y bordadora Paula Marín es un buen ejemplo en este sentido. Desde el primer momento su contenido visual impacta y atrapa por su estética, que aunque se ha transformado con el tiempo permanece fiel a su obra y la esencia de la artista como ser humano. La calidad fotográfica de sus post, sus retoques digitales, la paleta de colores que utiliza y la línea editorial que gira siempre alrededor del arte como motor vital funcionan para potenciar y visibilizar su trabajo.
Paula, bogotana radicada en París, es consciente de la importancia que las redes han tenido para su trayectoria profesional: “Es muy importante la difusión, por eso procuro tener un buen manejo de instagram, el medio por el cual visibilizo lo que hago. Así, poco a poco, llego a más personas. Disfruto completamente el proceso, pero disfruto más el resultado y la sonrisa en la cara de las personas al verlo. Es muy satisfactorio que por medio de estas plataformas puedas conectar con tantas personas que le dan un valor a lo que puedes hacer”, cuenta.
Otras formas de identificarse gráficamente es con un logo, las dimensiones del formato y la tipografía: cree el sello de su marca, ponga un recuadro de color y del mismo tamaño a cada post, cree contenido solo verticalmente, comparta únicamente fotografías panorámicas con el mismo tamaño, utilice en todas sus publicaciones el mismo tipo de letra. Defina también el tipo de fotografía y los emoticones: de bancos de imágenes, con estilo romántico, citadino, vintage, o underground, tomadas por usted, composiciones, en movimiento, etcétera. En cuanto a los emojis: Carolina recomienda crear una lista de los que va a utilizar, definir qué significa cada uno y no saturar sus redes con ellos.
Ser inconfundible va más allá de lo visual: procure tener el mismo usuario exacto en todas las redes, para que quienes deseen buscarlo lo logren con facilidad y lo recuerden sin tanto rollo. Cuando una persona ve su trabajo –con una línea muy definida y de calidad– siete veces, lo empieza a recordar y eso lo posiciona.
5. La magia de los stories
“Las historias son increíblemente útiles. Al solo durar 24 horas permiten compartir un contenido menos planeado y más espontáneo, que recibe mucha interacción fácil y que deriva en visitas al perfil”, asegura María Pacheco, fotógrafa, emprendedora y tutora de redes sociales, con más de 15 mil seguidores y una década de experiencia. Según ella, este espacio es ideal para salir de la rutina y mostrar a profundidad aspectos personales relevantes de una manera divertida, que no se sienta vana y que respete la regla de ‘calidad sobre cantidad’.
Si no tiene suficiente tiempo para publicaciones bien preparadas, aparézcase, al menos tres o cuatro veces al día en stories que refuercen su identidad. Así el público lo tiene en su radar y reafirma la imagen que tiene de usted, sus gustos, intereses, fortalezas y estilo. Tres aspectos vitales para aprovechar al máximo de esos 15 segundos:
● Aléjese del día a día: todos tenemos hábitos y no necesitamos hastiarnos con los ajenos. Cuídese de no convertirse en spam o publicar de todo cuando está aburrido: comparta siempre con propósito y sentido.
● Sea atractivo visualmente: respete la paleta de colores que seleccionó y use las herramientas disponibles dentro de las aplicaciones: lives, gifs, encuestas, tags de geolocalización, menciones y canciones. Así es más probable generar interés e interacciones con el público, lo que es premiado por el algoritmo de las redes, derivando en que su contenido se muestre más. En cuanto a los highlights: una portada sencilla y similar en todos los casos ayuda a tener una estética más limpia.
● Lleve a su público a dónde desee que esté. Si quiere que los demás vayan a su última publicación, póngala en sus historias para que accedan a ella fácilmente, si quiere que vayan a su blog, dígales dónde encontrar el link, si quiere que vean contenido ajeno, compártaselos. Guíelos a donde deban estar para que conozcan más de usted.
6. Las claves del hashtag y el copywritting
Según Manuela Villegas –quien a sus 32 años ha manejado estrategias publicitarias para clientes como Falabella, Sony, Vespa, Amarilo y Chevrolet– existen cinco máximas en la escritura de copywritting que no deberían ser olvidadas:
● El exceso de hashtag es spam, evítelo.
● Entre más emoticones tiene un mensaje, más vacío es.
● Se escribe con un único signo de admiración, no con cinco.
● Las reglas ortográficas aplican en redes sociales sí o sí.
● Escriba recordando lo que le enseñaron en el colegio: inicio, núcleo y cierre. Este último debería ser un llamado a la acción para la audiencia, ya sea comentar, poner me gusta, compartir o comprar.
● La ñapa: un doble espacio mal puesto es una calavera y equivale a escribir vaca con ‘B’.
7. Estar a la vanguardia
Las redes también exigen que quien las maneje aprenda a hacerlo de una manera integral y esté dispuesto a renovar sus saberes, a innovar constantemente en sus estrategias y a capacitarse día tras día. “Cuando uno se siente cómodo con algo, el mundo, que es tan cambiante, demuestra que la comodidad no existe. Lo mismo pasa con las estrategias digitales: se debe evolucionar todo el tiempo y nunca conformarse con los resultados porque el conocimiento no es estático y siempre se puede crecer más”, dice Manuela. Póngase pilas y esté siempre atento a qué se está usando, cómo mejorar y cómo formarse más en este tema.
8. Back up rentable
La vida cambia en un segundo. ¿Qué pasa si dejan de funcionar todas las redes? ¡Cuánto tiempo perdido! Ese es uno de los factores que María Alejandra, quien enseña a generar ganancias con emprendimientos digitales, destaca para ser consientes de la necesidad de tener una página web propia. “Mucha gente cree que tener presencia en redes sociales es tener el mundo a sus pies y no es del todo cierto. Sí son una herramienta que impulsa, pero no son el todo del negocio digital. Es mejor tener algo propio que pertenezca solo a ti, como una página web. Entre otras, porque lucrarse es mucho más fácil así”, comenta.
Primero, piense más allá de las ventas y cree contenido de alta calidad en el que también se muestre usted como persona. Si es ilustrador no solo comparta su trabajo más comercial o rentable, también incluya algo de su obra que lo defina y lo apasione. Aunque no sea pago, va a quedar más claro qué cosas lo mueven y qué puede llegar a hacer. “Cuando no se da suficiente calidad y contenido, ya no hay audiencia y no hay cómo monetizar”, agrega María.
Un ejemplo muy potente de esto es la marca colombiana de cosmética Madre Tierra, que además de comercializar virtualmente sus productos, se preocupa muchísimo por generar contenido de valor para todos sus seguidores y no solo para sus clientes. Tanto en la cuenta oficial del emprendimiento, como en la de las vendedoras y la de su creadora, Carolina Robledo, abundan post sobre el cuidado de la piel, el pelo y el cabello que no están relacionados con su marca y que buscan ser útiles sin necesidad de vender. Esto se traduce en cuentas con muchos seguidores, pero también en confianza y credibilidad, que a la larga se traduce también en ventas.
Segundo, las guías digitales con recomendaciones, los cursos online y las publicaciones que enseñan despiertan el interés y funcionan como una invitación a conocer más. Piense cómo ser de utilidad y ayudar a los demás en la vida cotidiana. Ahí está el crecimiento y la fórmula: conquiste a su público con contenido de valor, interesante, aprovechable y de primera calidad. Mejor dicho: “compartir cosas que sirvan en el día a día, que no estén relacionadas con mi producto, pero sí con la identidad de la marca”, explica Carolina. En el caso de un escritor: hable también sobre qué disfruta leer, porqué y dónde conseguirlo, aunque no se traduzca en ingresos para usted, sí genera interés.
Tercero, busque alianzas. El comercio digital está en pleno boom y conseguir con quién juntarse puede catapultar su marca más de lo que cree. Descubra quién puede estar interesado en patrocinar parte de su contenido. Si es un ilustrador, podría contactarse con una marca local de rotuladores para crear una serie de trabajos en los que se promocione el producto de ellos y su servicio simultáneamente.
Cuarto, entre más definida tenga su línea de trabajo, más cerca está del éxito. Por querer abarcarlo todo, a veces no se agarra nada. “No se quiere tener muchos seguidores, sino tener a los que de verdad les interesa tu contenido y que van a interactuar contigo”, dice María. Es vital encontrar su audiencia para monetizar su trabajo: describa a su cliente ideal con todo lujo de detalles. ¿A qué se dedica, cuántos años tiene, qué hace en su tiempo libre, tiene hijos, qué le apasiona, qué le asusta, por qué va a seguir sus redes, qué le va a brindar usted que le interese?
Cuando tenga claro quién es ese comprador soñado –con sus características escritas y muy bien visualizadas–, comparta contenido específicamente para él y no se salga de ese patrón editorial. Si se trata de un consumidora de 24 años, apasionada por el rock, las ilustraciones con puntillismo, las guitarras y flores, muéstrele cómo usted materializaría esas ideas en una sola, cree contenido particular pensando en ese personaje imaginario y no comparta sobre gastronomía si no es el nicho al que se dirige.
Cinco, invierta en este asunto. Cree su página usando wordpress.org –no .com, porque esta versión tiene un techo más limitado–, pague los 15 dólares aproximados que la plataforma cobra anualmente, le ‘cacharree’ al asunto hasta que se vuelva un duro y empiece a montar el contenido único que lo diferencia. Si puede, también, pagué membresías en las aplicaciones que le van a ayudar en esta movida. Encuentra algunas en el siguiente numeral.
9. Apps: S.O.S.
Algunas aplicaciones recomendadas. Anímese a descargarlas, probar cada una y descubrir cuál se adapta a usted y su trabajo.
Canva: Crea infografías, invitaciones y material gráfico. Permite guardar ajustes personalizados sobre el tamaño del post y uso cromático.
Plann: Programa y previsualiza su Instagram. Ojo, no se confíe únicamente de estas herramientas: es importante pensar el momento exacto para compartir su contenido y saber que pasa en el mundo en ese instante. Hablar sobre su técnica de estampado mientras ocurre un desastre natural, no genera buena imagen.
Unfold: Facilita tener stories estéticas, llamativas, diferentes e interesantes.
Mojito: Tiene muchísimas plantillas para hacer historias más atractivas y muy originales.
Snapseed: Editor de fotografía.
FollowCop: Muestra qué cuentas no lo siguen de vuelta, qué ‘unfollowers’ recientes tiene y quién visita su perfil. Es una curaduría sobre audiencia, para saber qué tipo de personas no están interesadas en su contenido, quiénes han dejado de estarlo en tiempo real y quiénes sí lo están. Así, puede concluir varios patrones comportamentales sobre su público.
WhenToPost: Informa la hora en la que más seguidores están conectados a Instagram y renueva sus datos diariamente.
10. Las dos ‘P’: Pasión y Paciencia
No es fácil tener éxito si no se tiene un gusto real por el proceso y si faltan estos dos componentes. “Queremos el éxito automático y esperamos ver los resultados ya, ese es el principal error. Nada es para ya. Todo esto es de tiempo, de muchísima constancia y de trabajo”, concluye Manuela. Es vital disfrutar el recorrido y compartir contenido que lo apasione porque crear una comunidad virtual toma muchísima dedicación y es un proyecto de larga duración. No es labor de un día, ni los resultados se verán con dos o tres publicaciones.
“El 95% de personas que empiezan un blog lo abandonan en el primer año y nunca llegan a ver la monetización, ni el fruto de su trabajo ¿Significa que eran malos? No, suele ser que sencillamente dejaron todo por no ver resultados de la noche a la mañana. Este negocio no es así, es una bola de nieve que se forma y se forma, hasta que puede andar sola”, afirma María Alejandra. Sentir que fracasa, por momentos, es normal. Cálmese, respire y reinvéntese. Acuda a ese latido visceral que le genera su trabajo para recomenzar cada vez que esto le suceda y no se dé por vencido.
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