Detrás del libro Las Escribidoras
Matilde de los Milagros Londoño es editora, activista y tallerista. Carolina Urueta es ilustradora y diseñadora. Ambas son feministas muy activas y acaban de unir fuerzas en un libro que reúne el talento de muchas mujeres escritoras e invita a muchas otras a encontrarse entre las palabras y los trazos. El libro será lanzado este 2 de diciembre en CasaTinta.
Yo creo que no puedo hablar de la idea del libro sin hablar de las escribidoras”, me dice Matilde de los Milagros, feminista, periodista, editora y claro, escribidora. A su lado, Carolina Urueta, ilustradora y mujer rebelde, como me pide que la presente, ojea las páginas del libro que acaban de publicar y que será lanzado en Casatinta este jueves 2 de diciembre a las 7 p.m. Después de varios días de lluvia en Bogotá, parece mentira ver la cascada de sol que se derrama por la ventana junto al comedor de Matilde, una enorme mesa de mármol para doce personas, esa misma que he podido ver varias veces en las historias de Las Escribidoras.
“Las Escribidoras nació hace un par de años, uno antes de la pandemia. Es un espacio de escritura desobediente para mujeres de todos los caminos de la vida que tiene lugar en mi casa. En cada sesión, yo les he propuesto un ejercicio de escritura y todas nos ponemos a escribir y, después de un rato, a leer cada una. Después de cada lectura, las demás comentamos lo que hemos escuchado. Desde un inicio mi rol ha sido el de proponer los ejercicios y ejercer de moderadora.” Le digo que hasta donde entiendo, esa descripción suena a un taller de escritura creativa para mujeres.
“No, no lo es, de hecho. Primero, porque en la mayoría de talleres, quién lo dicta o lo modera no suele escribir con los asistentes, y yo sí lo he hecho siempre y en cada una de las sesiones. Pero va más allá. El propósito de Las Escribidoras es ser un espacio de escritura no-académica, desprovisto de la pretensión de escribir bien o mejor. No importan las consecuencias de lo que se escribe ni la gramática ni la ortografía. Desde un principio pensé que hacía falta un lugar para escribir sin esas ambiciones y ansiedades propias de la mayoría de talleres. Todas queríamos desahogarnos. Es que no se puede ignorar que históricamente hemos estado híper vigiladas por el patriarcado, las instituciones y los hombres. Silenciadas así, hacía falta un lugar diferente que pudiera acoger la voz de cualquier mujer.”
Carolina sonríe y agrega: “Todo lo que hemos vivido aquí ha sido muy ritual. Es un espacio muy sororo. Ha sido impresionante, porque siempre terminábamos comunicando cosas muy profundas e incluso asistiendo a revelaciones muy significativas, cosas que a veces sólo emergen cuando tienes delante una desconocida que te escucha y que también te está abriendo de par en par su intimidad y su voz. Ha sido algo muy catártico.”
Carolina y su trabajo como ilustradora no apareció tardíamente para hacer el libro que acaba de editar Planeta y que ya se consigue en librerías. Cuando la idea de crear el espacio surgió, Matilde la buscó para darle una personalidad gráfica propia. Como me explica Carolina, comenzaron por definir la imagen para branding con un logo, el nombre y la caligrafía con que aparecería, y un collage que serviría de base para fondos, imágenes y demás piezas para comunicación. Trabajaron a partir de las caligrafías de los padres de Matilde, sus cuadernos y fotos de familia. Pero a medida que las distintas escribidoras han ido y venido entre las sesiones, el material ha crecido con lo que todas han ido aportando: un collage que crece con el espacio de la mano de una comunidad de participantes que ya supera las 200 mujeres.
En el libro, Carolina ilustró decenas y decenas de páginas con estilos diversos y en línea negra sobre fondo blanco para darle espacio al color del modo que quiera cada futura dueña del libro. “Como diseñadora e ilustradora yo estoy muy abierta a la reinterpretación y cada una de las ilustraciones está llena de todo tipo de cosas para colorear. Los dibujos tienen mucho detalle y retoman muy buena parte de los estilos y formas que he explorado todos estos años desde que comencé a ilustrar. Hay algunas más realistas como la de Shakira y la de las mujeres de vida (donde hay un retrato de la madre de Matilde y de mi abuela), así como hay otras más cartoonish.”
Le pregunto cuál fue la ilustración que más le gustó hacer y qué técnica escogió para desarrollar esa ilustración o todo el libro. “La ilustración que más me gustó hacer fue la de “El miedo que hay en mí”. Antes en mi vida, comencé haciendo mucho retrato, pero ahora prefiero darle personalidad a objetos o formas más abstractas. Así que fue lindo porque intenté darle un aspecto incluso tierno o cómico al miedo, desnaturalizarlo con esa otra personalidad que lo vuelve menos grande, más familiar. Fue muy chévere. Para hacerlos utilicé un pincel que me encanta porque es muy ‘crayoloso’, te da una textura muy parecida al dibujo análogo. Yo trabajo en digital, me va muy bien haciendo las cosas rápido; aunque me encantaría, no puedo vivir en el romanticismo de hacer todo en análogo y luego digitalizar cada cosa [risas].”
Matilde sonríe y me comenta: “Es muy especial todo lo que hemos hecho juntas, muy de la mano de la otra, porque gran parte del trabajo de Caro tiene mucho humor y, ojo, humor negro. Por supuesto, los ejercicios de escritura ganan una dimensión nueva, desenfadada y a la vez ácida. Es una forma de invitar e ilustrar sin determinarle a la persona por dónde se tiene que ir.” Levanto las cejas. ¿Ejercicios de escritura? Me sorprende lo tarde que vengo a darme cuenta de este detalle, y claro: miro el libro en sus manos. La portada dice: ejercicios creativos para escribir y colorear. Les digo que yo suponía que el libro era una antología de los textos que han salido en las sesiones. “No, no lo es.” Le pregunto por qué tomaron esa decisión.
“Yo no me sentiría bien haciendo un libro con los textos de todas las mujeres que han pasado por aquí. Sería mostrar algo que es diferente en tanto lo hacemos juntas, en tanto tiene un momento. En cambio pensar en los ejercicios era una forma de compartir con infinitas mujeres lo que solo podía hacer con doce mujeres a la vez en la mesa de mi casa. Se me ocurrió una noche, en medio de una racha insoportable de insomnio. Me dije, qué onda, no tenemos acá en el mercado un libro de ejercicios de escritura creativa en español. Cuando yo estudié escritura creativa en los Estados Unidos, los usaba mucho y hay cantidades en inglés. Aquí no los hay y con las escribidoras teníamos ya un repertorio enorme y había visto lo potente que podía ser. Así que decidí compilar lo mejor de ese trabajo y pedirle a Carolina que lo ilustrara todo…”
Me entregan el libro, lo abro. A cada doble página corresponde un dibujo de Carolina y un espacio con líneas para escribir, acompañado de un pequeño párrafo que invita a detonar la escritura. Leo el que lleva por título “Mi bruja interior”:
Si fueras una bruja y pudieras leer tu propio futuro, ¿qué predicción harías sobre ti misma? Escribe tu presagio aquí y ponle el título y dibujo que quieras a las cartas de la izquierda.
Matilde vuelve a sonreír. “Mira que ese en especial fue muy bello... A todos nos gusta que nos tiren las cartas y nos lean el futuro. Pero fue muy difícil: fue como imaginar una carta de intenciones, algo como lo que quisiéramos poder imaginarnos cada una para nuestro futuro. Y salieron cosas muy impresionantes. Y si hay algo que quiero que quede en tu texto es que, aunque parecen fáciles, casi todos los ejercicios de Las Escribidoras son difíciles, verdaderos retos para escribir. Mueve cosas. No ha habido una sola vez que no me haya preguntado por qué carajos se me ocurrió proponer este ejercicio. Muchos van de lo fantástico e improbable a lo autobiográfico y personal. Están todos enmarcados en mi interés en el feminismo –tienen ese enfoque de género de forma transversal–, pero también la importancia que le doy a los eventos políticos de hoy y lo útil y atractiva que me parece la cultura pop para detonar la creatividad y las preguntas. Hay de todo, pero todos requieren concentración y deseo de explorarse.”
* * *
Para que no se lo pierda, el lanzamiento del libro Las Escribidoras es este jueves 2 de diciembre en Casatinta –Transversal 17 # 45D-61, en Teusaquillo, Bogotá– a las 7 de la noche. En el evento habrá música a manos de Paquita Gallego y flash tatoos por Yourdough. La entrada es totalmente gratuita.
Y si quedó antojado del libro y quisiera comprarlo, ya se puede conseguir en librerías por 39.000 pesos.
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