Pasar al contenido principal

 

Escribe más de 3 caracteres

La Olivetti verde de mamá

La Olivetti verde de mamá

Fotografía

La máquina de escribir es ya una reliquia, un objeto de anticuario. Este es un homenaje a ese objeto tan querido por escritores, periodistas, oficinistas y aficionados.

DSC 0127

Hace poco más de un año leí un artículo que decía: Godrej and Boyce anunció que cerraron su fábrica en Mumbai, India, y con esto, dicen ellos, la última fábrica de máquinas de escribir manuales. No había suficiente demanda para mantener la fábrica en marcha. Godrej and Boyce fabricó máquinas de escribir por cerca de 60 años. La primera máquina de escribir de producción exitosa fue The Type Writer, inventada por Sholes and Glidden; la lanzó al mercado Remington en 1873 revolucionando las comunicaciones y prácticas de trabajo. Sentí pena al pensar en el desuso de la máquina de escribir, un objeto de culto para tantos escritores. Recordé las que teníamos en la casa. Nunca había pensado en eso y caí en la cuenta de que en verdad habían sido objetos importantes en mi infancia, que las usé muchos años y sentí ganas de volver a escribir en una. Llamé a mamá y le dije que sacara las máquinas, que iría a mirarlas.

- Busca las máquinas de escribir, mamá. Esa eléctrica, grande, color naranja, pero no la vayas a cargar porque pesa mucho. Y la otra, la Remington.
- Bueno, y la otra ¿también la quieres?
- ¿Hay otra?
- Sí, la pequeña, la Olivetti que tenía tu abuela. 
- No me acuerdo de esa. ¿Cuál era?
- En la que yo aprendí. Es que esa no la volvimos a sacar, la trajimos de donde tu abuela y la guardamos en el cuarto de los trastos. Allá debe estar. ¿Quieres que la busque?
- Sí, sí, claro.

Revisé las máquinas que tenía mi mamá. La eléctrica estaba en mal estado. Al alzarla se le desbarajustaba la mandíbula, se le corría el armazón y quedaban expuestos los engranajes que estaban llenos de polvo y terrones de moho. La limpié por donde pude con un pincel y logré que las piezas cazaran. La pesada máquina funcionaba y el teclado me pareció bastante más cómodo que el del computador. La otra máquina, la Remington, estaba intacta. Con esa era con la que yo jugaba a escribir.

DSC 0146

Dejé la Olivetti para revisar de última. El estuche verde oliva estaba roto. Vi la máquina y fue como encontrar un tesoro. Era hermosa. Me la llevé a casa, la limpié y me di cuenta de que la cinta todavía servía. Aún la tengo, es unaOlivetti Lettera 22 portátil, fabricada en Brasil y ensamblada en Colombia; es un modelo que fue diseñado por el italiano Marcello Nizzoli en 1950. Mide 27 por 37 centímetros y pesa más de cuatro kilogramos. EneBay el precio está entre 15 y 195 dólares. Es color verde opaco y debido a numerosos tiestazos y el desgaste de andar de trasteo en trasteo por más de 40 años tiene los codos pelados. 

Con la máquina en casa empecé a escribir y un día se me ocurrió enviarle a mi mejor amigo, Antonio - quien vive en La Guajira - una carta escrita con la Olivetti de mi mamá. La correspondencia continúo durante varios meses. Él respondía mis cartas escritas a máquina en correos electrónicos.

carta-1

Recuerdo que Antonio me llamó y me contó, entre otras cosas, la gran alegría que le dio recibir mi carta escrita a máquina. La guardó en su billetera y la leyó varias veces. 

*** 

La máquina de escribir era un objeto indispensable en mi casa. Me acordaba de la existencia de dos, una Remington y una IBM eléctrica. Mis padres no eran ni periodistas ni escritores, sino abogados y por todas partes de la casa tenían cientos de hojas escritas a máquina con edictos, autos, avisos, despachos y notificaciones. Mi madre era escribiente, y luego secretaria, de un juzgado civil. Había sido también contadora, por lo que era una digitadora virtuosa. Yo me quedaba maravillada viéndola cómo lanzaba en picada las yemas de los dedos con rapidez y precisión.

Mi padre era menos diestro porque fumaba y, a diferencia de varios escritores o periodistas que escribían en la máquina con el cigarrillo en la boca, él no podía coordinar las dos acciones. Hasta su repentina muerte, le hacía dictados a mi mamá, incluso en ocasiones grababa en un casete el dictado de los documentos que quería que ella trascribiera.

Por supuesto que yo también usaba la Remington. Fue de los primeros juguetes que tuve. A los siete años escribía cartas de cinco renglones con tachaduras y enmiendas a mi mamá, que me tomaban toda una tarde. Aunque intentaba usar todos los dedos, solo podía alcanzar cierta agilidad usando el índice derecho porque me sentaba sobre mis pantorrillas en una de las sillas del comedor y apoyaba la mano izquierda en la mesa.

DSC 0126

Como teníamos máquinas de escribir, había también una serie de objetos que poco a poco dejé de ver en la casa. La plastilina azul limpia tipos -que servía tanto para quitarle la suciedad a las letras de metal como para ajustar los vidrios a las mesas- era mi entretención. La estiraba como un queso por su composición chiclosa, lo que me provocaba rasgarla con nervios. El borrador de escobita con forma de lápiz era tan duro como frotar la hoja con una piedra pómez. El papel carbón para hacer copias tiznaba los dedos y yo lo malgastaba haciendo dibujos. Y claro, la cinta, roja o negra, que me gustaba cambiar porque sentía que realizaba alguna labor complicada al desenrollar el carrete y acomodar la banda entre los espacios.

Me gustaban las formas de las máquinas de escribir y la coreografía que implicaba escribir en ellas. Las estilizadas barras de acero con las letras grabadas en la cabeza acomodadas una al lado de la otra me parecía que marcaban una sonrisa acogedora en la máquina. Y luego verlas estrellándose contra la hoja con violencia. El estruendo que hacían los golpes sucesivos a las teclas, que en el juzgado donde trabajaba mi mamá, parecía el de una tormenta de granizo cayendo sobre tejas de zinc. Además del pito que hacía el rollo de la hoja al terminar de hacer su recorrido de izquierda a derecha y el posterior sonido de matraca que salía cuando la empujaban de vuelta con la palma de la mano. La mezcla de sonidos tenía armonía, las de los juzgados eran orquestas mecánicas semejantes a las de las fábricas y las estaciones de tren. También me gustaba enrollar la hoja en el cilindro, escuchar las maldiciones de alguien que cometía un error de deletreo hacia el final de la página y, en fin, todo el tacto, autocorrección y repetición que había en el acto de escribir a máquina.

Carta-2

Correo de Antonio: 

Qué interesante lo de la grabación. Tal vez escuchar a tu papá después de tanto tiempo fue lo que te puso mal. Me dejaste pensando en lo de las máquinas de escribir y también pensé en las de mi casa. Teníamos una Remington gris. El otro día leí un artículo que decía que varios escritores, entre ellos William Burroughs y Paul Auster, decían sentirse encantados, controlados, por su máquina de escribir. También señalaban que con la máquina de escribir quedaban en el papel la lucha del pensamiento, las inseguridades, ambivalencias y cambios de parecer del autor en la realización de la obra, cosas que desaparecen con la computadora ¿Qué opinas? Yo estoy bien y espero verte pronto. ¿No has encontrado a alguien que te entusiasme? En estos días te llamo. Un abrazo bien fuerte. ¡Ah!, te pongo unos links que encontré para que te deleites con las máquinas: www.typewriter.slk.fiwww.mytypewriter.com Y mira este que te va encantar www.guardian.co.uk.

***

Yo no recordaba haber visto la Olivetti. Entonces, llamé a mamá y le pregunté por la historia de la máquina. Ella la compró en 1968, por $45.000 pesos, para practicar y hacer las tareas de mecanografía cuando estudiaba secretariado comercial, como lo hicieron tantas mujeres que en esa época entraron al mercado laboral como mecanógrafas. En los exámenes tapaban el teclado por lo que las señoritas debían memorizar la posición de las letras: A,S,D,F,G,H,…Esa era la primera máquina de mi mamá y no sabía que mi abuela la tenía guardada. Se la trajo para Bogotá, la puso en el cuarto de los trastos y allí estuvo hasta que yo se la pedí.

carta-3

Cultura Pop
Le puede interesar

Hermano del mezcal y la chachaça por su preparación artesanal, el viche es uno de los productos más ricos y llenos de cultura de Colombia. Aquí una mirada a su variedad.
Si alguna vez has querido hacer tus propios accesorios, esta es la oportunidad para que aprendas y experimentes con cerámica junto a Rosaem.
Bacanika
Bacánika
-Julio/03/2025
El panorama creativo está activo. Si estás buscando una oportunidad para tu portafolio, te contamos todo lo que necesitas saber para postularte.
Bacanika
Bacánika
-Julio/02/2025
Participa para ser parte de las 80 piezas que por tercer año serán exhibidas y premiadas en Bodega / Comfama de Medellín así como en Bogotá con una muestra simultánea.
Bacanika
Bacánika
-Julio/02/2025
La 18a edición del Premio Arte Joven entregará más de 50 millones en premios. Aquí todas las bases para que envíes tu postulación hasta este 25 de septiembre.
Bacanika
Bacánika
-Julio/01/2025
Porque aprender a veces duele, invitamos a Nall a que nos ilustrara estos fails clásicos de ayer y hoy, errores que no envejecen ni pasan de moda. ¿Cuál te pasó a ti?
Nall
-Junio/27/2025
Desde la multiplicidad de sus miradas, estos diez artistas, cineastas y fotógrafos tienen obras para repensar la realidad, la sexualidad, la política y la cultura.
¿Quiere hacer sus prácticas en revista Bacánika o Bienestar Colsanitas durante el segundo semestre de 2025? Le contamos qué tiene que hacer.
Bacanika
Bacánika
-Junio/27/2025
Las jóvenes estrellas del pop están lejos de ser muñecas fabricadas por el mercado. Visitando la obra y vida de seis de estas nuevas divas, el autor nos cuenta.
Juan Sebastián Lozano
-Junio/25/2025
¿Qué pasa cuando viajamos solas y somos por unos días una verdadera extranjera? ¿Qué conocemos además de otro país y otras personas? La autora nos cuenta.
Juanita Porras
Juanita Porras
-Junio/24/2025
De modos que siguen siendo un misterio, las cosas del pasado vuelven a hacerse tendencia de la noche a la mañana: Naufragio nos ilustró algunas de ellas.
aufragio
-Junio/20/2025
¿Por qué es tan absolutamente delicioso cantar música triste a grito herido? Con un vistazo a la neurología detrás del poder curativo de la música, la autora nos cuenta.
¿Por qué se perdió el nombre de Anna Atkins de la historia de la fotografía? ¿Qué encontramos en sus cianotipos botánicos hoy? La autora nos cuenta.
¿Quiénes serán los jurados invitados a destacar lo mejor de la ilustración colombiana este año? ¿Qué consejos les dan a los participantes? Le contamos aquí.
Bacanika
Bacánika
-Junio/13/2025
Las manos son la herramienta más importante de los creativos: aquí una guía sobre las lesiones que pueden sufrir y cómo cuidarlas para prevenir su deterioro.
Mariana Martínez Ochoa
Mariana Martínez Ochoa
-Junio/11/2025
Del 5 de junio al 6 de diciembre, ARTBO | Salas 2025 estrena una serie de muestras para maravillarse con la diversidad del arte contemporáneo. Aquí los detalles.
Andrea Yepes Cuartas
Andrea Yepes Cuartas
-Junio/10/2025
¡Es hoy, es hoy! Si está en la capital paisa del 6 al 8 de junio y no tiene parche, el 1er Mercado creativo de diseño local es la invitación perfecta para inspirarse.
Bacanika
Bacánika
-Junio/06/2025
¿Desparchado y con ganas de salir a pillar cosas nuevas para inspirarse, conmoverse o divertirse? Junio viene con conciertos, cómics, mercados creativos y mucho más.
Bacanika
Bacánika
-Junio/06/2025
Llevar la acuarela al mundo digital puede ser todo un reto. En este tutorial, Alina Ilustra prueba la capacidad de la Samsung Galaxy Tab S10 FE para lograrlo.
Bacanika
Bacánika
-Junio/06/2025
Del 5 de junio al 6 de diciembre, ARTBO | Salas 2025 estrena una serie de muestras para maravillarse con la diversidad del arte contemporáneo. Aquí los detalles.
Bacanika
Bacánika
-Junio/05/2025
Bien sea para exponer y ganar con sus ilustraciones, formarse en cine o triunfar en un concurso de periodismo o cuento, aquí le damos los detalles. Pilas pues.
Bacanika
Bacánika
-Junio/03/2025
Invitamos a Monkey a ilustrarnos algunas de las mentiras que todos nos hemos dicho antes de ponernos en modo creativo. ¿Qué otra incluirías? Te leemos.
Bacanika
Bacánika
-Mayo/29/2025
La Casa de los Famosos no es solo una competencia por la fama: también es una vitrina cultural en la que todo lo que usamos dice algo. Aquí una mirada ilustrada.
Jhonatan Pérez
Jhonatan Pérez
-Mayo/27/2025
Los regalos que pedimos dicen tantas cosas sobre nosotros como del mundo que ocurría cuando los soñamos. El autor nos cuenta en este ensayo íntimo.
Antes de que apareciera el hippismo en Colombia, se gestó en Colombia este movimiento de subversión cultural en contra de La Violencia. La autora nos cuenta.
Invitamos a Monkey a ilustrarnos algunas de las mentiras que todos nos hemos dicho antes de ponernos en modo creativo. ¿Qué otra incluirías? Te leemos.
Monkey
Monkey
-Mayo/23/2025
Samsung Colombia y Bacánika se unieron en esta experiencia interactiva en la que tres talentosos ilustradores pusieron a prueba la Galaxy Tab S10.
Bacanika
Bacánika
-Mayo/21/2025
¿La ausencia de hombres en un entorno educativo femenino podría moldear sus percepciones y dinámicas más adelante siendo adultas? La autora nos cuenta.
Zamira Caro Grau
-Mayo/21/2025
Dos polas y una conversación fueron el inicio de la convocatoria de ilustración más grande del país, aquí su historia.
En todo tipo de emprendimientos, excombatientes, víctimas del conflicto y civiles han sumado esfuerzos para día tras día crear un futuro distinto. La autora nos cuenta.
Cristina Dorado Suaza
Cristina Dorado Suaza
-Mayo/19/2025
Invitamos a Camoflaje a ilustrar algunos de esos puntos en los que Dios se pasó de creativo o tuvo algún escache, que la evolución no ha terminado de ajustar.
Camoflaje
-Mayo/16/2025
En Bogotá hay varios cafés con bebidas de especialidad, procesos cuidados, espacios hermosos, y menús deliciosos. La Cata nos cuenta de cuatro recomendados.
La Cata
La Cata
-Mayo/15/2025
Si su cuento es la fotografía, ya sea digital o analógica y no sabe muy bien cómo imprimir sus fotografías, aquí le traemos una guía para que se ubique y aprenda.
Bacanika
Bacánika
-Mayo/13/2025
¿En cuántas cosas no nos llegamos a imaginar lo mucho que nos íbamos a terminar pareciendo a nuestras madres? Invitamos a Latir a ilustrar algunos de esos rasgos.
Latir Latir
-Mayo/09/2025
Si tiene una idea calentándose en el horno, aliste el portafolio porque aquí le traemos un resumen de convocatorias de la temporada para que la presente.
Bacanika
Bacánika
-Mayo/06/2025
Si tiene una idea calentándose en el horno, aliste el portafolio porque aquí le traemos un resumen de convocatorias de la temporada para que la presente.
Bacanika
Bacánika
-Mayo/05/2025
El festival regresa en su tercera edición con invitados de Alemania, Argentina, Chile, Colombia, España, Ecuador, Italia y el País Vasco. Le contamos los detalles.
Bacanika
Bacánika
-Mayo/02/2025
En el vallenato se dan cita todos los días lo real y lo fantástico: desde sirenas encantadas y batallas con el diablo a noticias que viajan con el canto como las contiendas de versos. Y ya que viene el cierre del Festival de la Leyenda Vallenata, la autora de este texto nos lleva de viaje a esa geografía íntima y legendaria en la que el acordeón acompasa los días y las noches a la sombra de los cañaguates.
Horarios extenuantes, llamadas explosivas, promesas de escalar y presión por cumplir métricas: estas historias nos cuentan cómo es vivir este (im)popular trabajo.
OPPO le propuso a MONOIC usar su equipo más reciente en un photoshoot de moda que lo pusiera a prueba. ¿Cómo fue el proceso y el resultado? Aquí le contamos.
Bacanika
Bacánika
-Abril/29/2025