Los 10 álbumes colombianos del primer semestre de 2023
Activos mercados musicales, diálogos entre distintas sonoridades y el trabajo dedicado de todos los eslabones de una cadena de talentos hacen que el medio musical colombiano pase por un momento excepcional. Así lo confirman estas diez joyas discográficas, que no nos ha resultado nada fácil escoger.
Este semestre hemos sido testigos de un derroche de creatividad, ingenio y habilidad musical que nos obliga a darle la razón a ese feliz lugar común de que “la música colombiana está en su mejor momento”.
Escogimos una serie de lanzamientos que nos han sorprendido este año, destacando a los artistas alternativos, aquellos que escapan de la fórmula para proponer canciones honestas, conmovedoras y explosivas. Llamamos la atención sobre estos diez álbumes, pero les invitamos a que sigan descubriendo nuevas propuestas.
Alexis Play
Afrocolombia
Este álbum del cantautor chocoano es un mapa de ruta que permite navegar a través del sonido de los últimos diez años, marcados por innovaciones afro en esa categoría difusa que llaman urbano. Del ritmo exótico de Los Dioses del Ritmo, pasando por la chirimía beat, el afrobeat de Junior Zamora o el rap de Espiral 7, Alexis Play celebra la manera cómo la población afro ha venido construyendo el sonido colombiano contemporáneo, sin que su aporte haya sido siempre reconocido.
“Nostalgia africana” es el nombre de la canción con la que comienza este álbum, una composición que le legó su maestro Alfonso Córdoba “El Brujo”. A partir de ahí, Afrocolombia es una celebración fiel a su denominación de origen, resaltando la riqueza cultural de sus coetáneos y amigos.
En la fiesta de Alexis Play caben todos y, por ello, en Afrocolombia no pueden faltar colaboraciones con algunos de los intérpretes afro más importantes del Pacífico: Bomby, Maickel, Junior Zamora, Los Dioses del Ritmo, además de Karin B. del Rap Bang Club y sus antiguos alumnos Sowl y Lean Persy. El resultado es un álbum vibrante que encuentra espacio para la denuncia social, el coqueteo sofisticado y una fiesta inacabable en la que alguien se afanó el viche.
Canciones recomendadas: “Nostalgia africana (feat. Espiral 7)”, “Que aparezca el viche (ft. Bomby)”, “Resistencia (ft. Lean Persy y Sowl)”.
Duplat
Autogol
Duplat es hoy uno de los artistas jóvenes más sobresalientes de las nuevas músicas colombianas. Músico clásico de formación y pianista excepcional, el bogotano ha venido construyendo una carrera sobresaliente en la que destacan canciones inteligentes, melódicamente cuidadosas y de arreglos elegantes. Dueño de un sonido indie con visos retro, Duplat dirige una poderosa orquesta de intérpretes que le dan a sus canciones un aire monumental.
En Autogol lleva al límite su interpretación del saxofón, el piano y la trompeta, además de abordar motivos narrativos más maduros en los que celebra, de alguna manera, el carácter tragicómico de la experiencia vital, que no siempre es sencilla, pero sí siempre sorprendente.
Diez cortes brillantes que prueban que hay un lugar en nuestro contexto para canciones respetuosas de la tradición del rock latinoamericano, pero también innovadoras e informadas de las formas más canónicas de composición. Duplat es el encuentro entre lo novedoso y lo tradicional, entre la ironía y la seriedad, entre la melancolía y la celebración.
Canciones recomendadas: “Nadie lo diría”, “Mañanas de cristal”, “Solo lo bueno quedará”.
Juliana quédate otro día
Canciones sociales para animales resentidos
Aprovechando la senda labrada en la capital colombiana por proyectos como Nicolás y los fumadores o Quemarlo todo por error, aparece el debut discográfico de una banda nacida de las entrañas de una urbe nocturna y solitaria.
Juliana quédate otro día es una continuación natural de un fenómeno en el que la cotidianidad rola y la desazón cachaca se convierten en fértil campo poético entre arpegios elegantes de guitarras y cálidos bajos envolventes. Hay una calidad melódica y fatalista en cada una de las canciones que componen este disco y en ello radica parte de su singularidad. El álbum ironiza sobre la caricatura en la que se ha convertido la “escena indie” de Chapinero, con su estética lo-fi, guitarras que giran aburridas sobre sí mismas y videoclips filmados en formato VHS. Por un lado reconoce el camino adelantado por otros, y lo celebra, mientras que por el otro no se toma tan en serio su propia tristeza y hartazgo. Eso sí, cada canción es sofisticada y vibrante, más aún en medio de la voz meliflua que declama poemas nocturnos y mordaces.
Kali Uchis
Red Moon in Venus
Red Moon in Venus es lo más sobresaliente que Kali Uchis ha hecho hasta la fecha. Es un disco fantástico en el que la colombo-estadounidense se sumerge en un sonido exuberante y sensual que acaricia con la elegancia del terciopelo y el misterio de una rara y lejana gema.
Jugando con una fusión de géneros, que van desde el nocturno R&B de “Moonlight” hasta el enternecedor afropop que comparte con su pareja Don Tolliver en “Fantasy”, Kali Uchis ha construido una obra magna en la que encuentra el equilibrio entre la sensualidad herida de Isolation (2018) y el sonido latino de Sin miedo (del amor y otros demonios) (2020).
En Red Moon in Venus, Kali Uchis juega con la simbología de la luna roja como augurio fatal de la astrología y lo mismo logra llevarnos por el empalagamiento y melosería de las primeras etapas de una relación hasta la desesperación y angustia que deviene cuando la luna de miel ha terminado. Es un disco romántico en el sentido más literal del término, permitiendo que la melancolía y el recuerdo de lo que fue, o lo que idealizamos había sido, permea una cotidianidad que, sin el bien amado a nuestro lado, ya no parece tan rosa.
Canciones recomendadas: “Moonlight”, “Fantasy (ft. Don Tolliver)”, “Hasta cuándo”.
Lalo Cortés
Re-encuentro
En este álbum, Lalo Cortés reflexiona sobre su quehacer artístico y su lugar como mujer y mujer afro en Bogotá en medio de melodías y armonías ambientadas sobre instrumentales delicados de hip hop y jazz, principal escuela que informa su creación poética. Con este disco, Cortés se recibió como música de la Universidad Javeriana, en Bogotá, y le mereció una mención meritoria por su excelencia. Hermoso y apabullante, se desenvuelve fresco, guiado por una de las voces más interesantes del sonido contemporáneo en nuestro país.
Como corista de Lianna y de TSH Sudaca Lalo Cortés desarrolló los colores de su voz con paciencia y minuciosidad, permitiendo que los vientos de su plexo solar refrescasen canciones de los íconos del hip hop patrio, pero aquí Cortés es protagonista y no tiene miedo de pararse bajo el reflector y brillar enclavada en una identidad propia: artística, racial y de género.
Re-encuentro es el primer documento de una mujer que entiende su responsabilidad creativa y la pone al servicio de la cultura, pues es consciente que ese don que le ha sido dado, es también fruto del esfuerzo y la dedicación de horas. En Lalo Cortés hay un futuro promisorio y rutilante. Ella lo sabe.
Canciones recomendadas: “Re-encuentro”, “N.D.C (ft. N. Hardem), “Privilegio”.
Las Áñez
Paralelas
Las gemelas Áñez Rothmann se reinventan en Paralelas para coquetear con lenguajes del mainstream, como son los beats electrónicos, que concatenan con una propuesta de valor en la que su voz está siempre en el primer plano.
En este cuarto trabajo, las hermanas reflexionan sobre su identidad, su lugar como mujeres y como artistas latinoamericanas. Aquí la reflexión intimista deviene en conclusiones políticas para los cuerpos que circulan por el espacio público. Con dos colaboraciones ejemplares, este trabajo encuentra a Las Áñez en un lugar riquísimo de experimentación y visibilidad, pues han salido de los círculos estrechos de la cultura para presentarse en espacios como el Festival Estéreo Picnic o Rock al Parque, demostrando que la música cerebral y visceral tiene un espacio en el espectro de consumo de un público cada vez más ávido de descubrir y redescubrirse en las canciones de nuestros artistas.
Paralelas no descuida la fascinación de las gemelas por los ritmos autóctonos de nuestro contexto, sino que la integra en un compendio de canciones contemporáneas y delicadas que sobrecogen por la fragilidad de su factura y el minimalismo de sus formas, como pequeñas burbujas de vidrio en las que podemos encontrarnos reflejados.
Canciones recomendadas: “De curvo cuerpo”, “Árbol genealógico”, “Señal del viento (ft. El Cholo Valderrama).
Lucas Hill
Renacido
Lorenzo Márquez parece haber nacido de la montaña, haber germinado de bellota a robusto árbol cuyas ramas tupidas acarician antes que arañan las nubes que crean con vapor formas de animales fantásticos. Renacido, el segundo álbum del bogotano, lo encuentra regresando a un lugar artesanal de la canción en la que el coqueteo con la producción electrónica es sutil y preciso para enfatizar el carácter telúrico que envuelve cada una de las canciones.
Lucas Hill se sorprende con el florecimiento de la flor, pero encuentra también sosiego al verla desprenderse de sus pétalos coloridos conforme avanza el tiempo, pues celebra todas las etapas del camino vital como parte de un aprendizaje, a veces doloroso, que nos conecta con la plenitud de un mundo que no siempre podemos entender.
Es un disco de una belleza melancólica, porque Lucas Hill es feliz escribiendo canciones tristes: bien sabe que en la despedida está el recuerdo de un pretérito al que agradecer, que a veces las lágrimas refractan la luz en formas bellísimas que también tenemos que aprender a contemplar. Luego se repone y sonríe, guitarra en mano, y continúa su camino por entre la bruma y la hojarasca.
Canciones recomendadas: “Renacido”, “Vuela”, “Cambia”.
Luis Aguirre
Mucho niño poco hombre
Luis Aguirre se ha convertido rápidamente en un fenómeno orgánico del pop colombiano. “Antes de que sean las 6”, su primer sencillo, se ha convertido en un himno del indie colombiano reciente que llamó la atención del cantante chihuahuense Sous-Sol y su equipo, quienes la produjeron por afinidad estética. Desde entonces, Aguirre ha venido explorando las formas del desamor desde composiciones honestas, íntimas y evocativas desde una atmósfera de pop de cantautor que juega con juega con la exploración de sonidos sintéticos y la mezcla de géneros.
Mucho niño poco hombre es un álbum de siete canciones que gira en torno al amor, hibridando el bedroom pop con trap, reggaetón y programaciones electrónicas de ensueño en las que el bogotano reconoce sus debilidades afectivas y entiende sus falencias e irresponsabilidades para madurar y convertirse en una mejor versión de sí mismo, una que ya no sufra de apego evitativo y que pueda amar responsablemente.
Es un disco novedoso y experimental para nuestro contexto, con una inteligencia y sensibilidad pop muy avanzada para un artista de una edad tan corta. Mucho niño poco hombre es un documento honesto que invita al cariño responsable y a desbaratar las estructuras tóxicas que nos mantienen aterrados de sentir. Sí: podemos salir heridos, pero la alternativa es no sentir nada.
Canciones recomendadas: “Piso 10”, “Bogotá Madrid”, “Dorado”
Mestizo
Mestizo
Después de trabajar mancomunadamente, y a la distancia, por fin llega el debut discográfico de Mestizo, una agrupación de trece músicos que reúne talentos nacionales y al otro lado del charco, en Inglaterra. Por medio de una iniciativa del British Council, espacio del que también nació Ondatrópica, esta plétora de artistas empezó a intercambiar saberes y tradiciones para encontrar un lenguaje común que parte del jazz, la música tradicional del Pacífico, la salsa o el hip hop.
El resultado es un álbum en el que las gaitas y tamboras contrapuntean con los cobres del jazz y rebotan sobre gruesas líneas de bajo, conforme N. Hardem, de Bogotá, y la cantante británica SHANTÉH intercambian reflexiones y visiones del mundo. Mestizo se configura como un encuentro natural que integra lo mejor de dos formas de hacer música y esto se debe, en gran parte, a que cuenta con dos directores musicales en cada una de sus sedes, Ahnansé, creador del colectivo británico Steam Down, y Daniel Michel, Director de La Boa y fundador de Mambo Negro Records.
En el disco se construye una pluralidad musical que respeta cada uno de los lugares que informan las canciones, desprovista de protagonismos y vanidades en función de lo que realmente importa: trazar puentes cósmicos entre culturas y acentos, estrechando las distancias a través de la canción.
Canciones recomendadas: “Puente cósmico”, “Goldmine”, “Borrachero”.
Pilar Cabrera
29:56
Reponerse de una depresión paralizante es una de las victorias silenciosas más heróicas del ser contemporáneo. Hacerlo y producir en medio una obra de arte que se sostiene y que interpela a una audiencia que no nos conoce, pero que se puede relacionar con nuestra historia, es un ejemplo de cómo el ser humano es infinito, plural e invencible.
La compositora ha hecho eso y mucho más en el primer álbum de una ya larga carrera solista. Y el resultado es sobrecogedor. 29:56 es una suerte de bitácora de viaje en la que la música nos confiesa cómo recuperó el movimiento, cómo dejó la comodidad de un capullo cálido que la protegía, pero que le impedía extender sus alas, representado en la figura de una cama abultada.
Cabrera no es condescendiente con su dolor, ni se regodea en la belleza simbólica de sus heridas, sino que se presenta desnuda y sin maquillaje para mostrarnos su fragilidad que la hace fuerte, su cabello despelucado por todas las ideas que la habitan y una mirada certera que, después de contemplar durante meses el techo de su habitación, ansía bañar sus párpados con la cálida y revitalizante luz del sol.
Canciones recomendadas: “Alivio (ft. Mateo París)”, "Gravedad" y "Movimiento ".
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