The Nightmare Before Christmas: ¿una película de Halloween o para Navidad?
Hace treinta años el mundo conoció la historia de Jack Skellington, el rey calabaza de Halloween Town.
El impacto de Tim Burton en el mundo visual lleva cuatro décadas amplificándose. Desde sus primeras aventuras como animador para Disney en los ochenta, demostrando su creatividad en el corto Vincent, hasta su participación como director de los primeros cuatro episodios de la Wednesday de Jenna Ortega, el director californiano ha demostrado que su imaginario visual que bebe del terror gótico es una de las muestras más singulares de estilo en el universo fílmico. Esto es particularmente cierto si revisamos el universo visual de The Nightmare Before Christmas, una de las historias más bellas que escribió, aunque no llegó a dirigirla por un compromiso previo con Warner Studios.
Después de terminar su corto Vincent en 1982, Burton, quien en ese momento trabajaba en Walt Disney Feature Animation, redactó un poema de tres páginas llamado “The Nightmare Before Christmas”, inspirado en los especiales de televisión de Rudolph the Red-Nosed Reindeer, How the Grinch Stole Christmas y el poema “A Visit from St. Nicholas”. Creó arte conceptual y guiones gráficos para el proyecto en colaboración con Rick Heinrichs, quien también esculpió modelos de personajes. Burton luego mostró el progreso del proyecto a Henry Selick, quien también era animador de Disney en ese momento. Tras el éxito de Vincent en 1982, Disney comenzó a pensar en desarrollar The Nightmare Before Christmas como un cortometraje o un especial de televisión navideño de 30 minutos. Sin embargo, el proyecto se estancó y Burton fue despedido del estudio en 1984 y pasó a dirigir las exitosas películas Beetlejuice (1988) y Batman (1989) para Warner Bros. Pictures.
A lo largo de los años, Burton volvió ocasionalmente sobre la historia. En 1990, el director descubrió que Disney aún poseía los derechos cinematográficos, por lo que se comprometió a producir un largometraje con Selick como director. El presidente de Walt Disney Pictures, David Hoberman, creía que la película demostraría ser un logro creativo para la imagen de Disney y explicó: "Podemos pensar fuera del sobre. Podemos hacer cosas diferentes e inusuales". Así, después de dos largos años de producción, la película se estrenó el 29 de octubre de 1993 a través de Touchstone Pictures, la productora para adultos de Disney, por considerarla una película muy oscura y aterradora para los niños.
“Making Christmas”: la perfecta película navideña
Jack Skellington, conocido como el "Rey Calabaza" y protagonista central de la historia, es un esqueleto ambulante proveniente de un lugar llamado Halloween Town. La narrativa se enfoca principalmente en él y los demás ciudadanos desorientados a quienes guía, pero su aventura está centrada completamente en la Navidad. Cuando Jack llega por primera vez a Christmas Town, queda tan impresionado por la grandeza de la Navidad, tan inspirado por la gloriosa alegría que presencia, que anhela desesperadamente recrearla.
En otras palabras, está contagiado del espíritu navideño, por lo que regresa de inmediato a Halloween Town para difundir la alegría navideña y compartir lo que ha experimentado con sus coterráneos. Decide tomar el control de la Navidad por sí mismo y, aunque sus impulsos son inapropiados y dignos de un pedazo de carbón, reúne un equipo de renos (aunque sean esqueletos), se pone un traje rojo y una barba falsa, y vuela alrededor del mundo repartiendo regalos. Jack reconoce luego el caos que ha creado en su mundo y en el nuestro y regresa a Halloween Town con un renovado sentido de aprecio por su hogar. ¿Cuántas películas e historias navideñas han dependido de la transformación del personaje de alguien que estaba obsesionado consigo mismo y que luego entendió su egoísmo y aceptó sus propias imperfecciones?
Es cierto también que estos regalos son perturbadores, pero corresponden con la manera en la que los personajes de Halloween Town se comportan. Después de todo, la celebración navideña está empapada del contexto cultural de la sociedad que la practica, incorporándose la idiosincrasia de las regiones en los festejos. Por ello, por ejemplo, en Colombia la Navidad se celebra con natilla y buñuelos, nuestros villancicos son distintos a los de otras regiones del continente y entregamos los regalos en la noche del 24, aunque en otras regiones se ofrezcan el 6 de enero. Así las cosas, por ser una celebración distinta no deja de ser una celebración navideña. Al final de la cinta, así lo entiende Santa Claus quien, después de haber sido secuestrado, maltratado y torturado, sobrevuela Halloween Town para regalarles su primera nevada, deseándoles también una feliz Navidad a su modo.
La película fue pensada primero como un poema navideño por Tim Burton y su tercera historia consecutiva ambientada en la Navidad, luego de presentar Batman en 1989 y Edward Scissorhands en 1992. La particular sensibilidad de Burton hace posible que este relato de redención suceda en medio de calabazas y criaturas sombrías. Pero el héroe se reencuentra consigo mismo a la mejor manera de las historias navideñas con moraleja.
“This is Halloween”: un clásico de octubre
Varias razones invitan a considerar que, a pesar de su nombre, ésta es una película para ver en las fechas cercanas a Halloween. Para empezar, Selick ha declarado que la cinta es una historia para las festividades de octubre. Esto, en principio, debería resolver el debate, pero no es tan sencillo. Para empezar, si bien Selick dirigió las aventuras de Jack y Sally entre Halloween Town y Christmas Town, lo cierto es que la conceptualización y todo el desarrollo de la historia con sus personajes son una creación de Tim Burton, mientras que las canciones fueron escritas junto a Danny Elfman. Así las cosas, Selick no tiene la última palabra en un debate del que puede ser parte, pero no único juez.
Además, aunque es cierto que la película tiene algunas escenas que se desarrollan en Christmas Town, las que detonan la historia, es una película centrada en Halloween Town, sus personajes y su rey, Jack Skellington. En ese sentido, la historia funciona en un contexto tenebroso, con una paleta de color centrada en los tonos oscuros y otoñales, además de un elenco de personajes terroríficos que incluye a hombres lobos, vampiros, payasos terroríficos, científicos locos y sus creaciones suturadas, además del esqueleto protagónico.
Temáticamente, la película se inclina más hacia Halloween que hacia la Navidad. Mientras que la Navidad brinda la oportunidad de sentirse ajeno en situaciones familiares y aprender sobre el espíritu de dar, Halloween es una celebración de la aceptación. Se trata de aceptar la muerte y celebrar la vida, manteniendo la mente abierta a la posibilidad de una existencia más allá de lo terrenal. Además, está relacionado con el acto de disfrazarse y convertirse en otra persona por una noche. Aunque podría interpretarse como lo opuesto a la autoaceptación, los disfraces a menudo reflejan aspectos del portador y pueden brindarle información sobre sí mismo, como en el caso de Jack.
Jack se pone el traje de Santa Claus, “Sandy Claws”, porque ya no desea ser el Rey Calabaza: aspira a ser algo diferente. Cuando sus esfuerzos por difundir la Navidad resultan ser un desastre, Jack se sumerge en un soliloquio musical en un cementerio, en el que se da cuenta de que es la persona que está destinada a ser y de que no puede dejar de ser él mismo. Ser Santa por una noche le enseña a Jack la importancia de aceptarse tal como es, similar a cuando una persona se pone tacones como parte de su disfraz y descubre la gratificante sensación de usar zapatos planos en su vida diaria.
“What’s This?”: conclusiones
Durante treinta años la cinta ha ayudado a las personas a aceptarse y reconocerse, apoyándose en una historia entrañable y una banda sonora conmovedora y divertida. Saber que podemos disfrutar de esta historia como mínimo dos veces al año es una alegría que compartimos los fanáticos de Tim Burton, quienes hemos hecho de sus películas, libros de poemas y sobrecogedoras criaturas parte de nuestro universo personal. La historia de Jack resuena a muchos niveles y nos enseña en cada oportunidad. En este revisión gótica de clásicos como los de Roald Dahl y Charles Dickens, Burton escribió algunos de sus personajes más enternecedores, auxiliando a Selick a convertirse en un referente del stop-motion, aliento que aprovecharía para dirigir las sobresalientes Coraline, James and the Giant Peach o Monkeybone.
The Nightmare Before Christmas es al final una historia sobre el amor y la amistad. Es tanta la devoción que tienen los ciudadanos de Halloween Town por su Rey Calabaza que harán lo imposible por arrancar una sonrisa de su esquelético rostro. Al final, los dos pueblos aprenden a convivir juntos, trazando un vínculo improbable entre lo festivo y lo terrorífico, entre la celebración de la natalidad y el regodeo en la oscuridad de la muerte.
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