Tito Contreras: una vida dedicada a Batman
Tito Contreras es uno de los mayores coleccionistas de Batman en Colombia. Aquí nos cuenta cómo convirtió su apartamento bogotano en una sucursal de la Baticueva.
En un apartamento en Modelia, en Bogotá, se esconde una de las mayores colecciones de Batman en Colombia. Si bien es cierto que hay algunas otras con mayor cantidad de objetos, la dedicación de Tito Contreras para encontrar productos curiosos hace de su gabinete de curiosidades un espacio único para los amantes del hombre murciélago en nuestro país. Por ello su colección ha sido expuesta varias veces en espacios dedicados al ocio y el universo geek como SOFA y Comic-Con.
De pared a pared en el apartamento de Tito, los ojos de figuras de acción siguen al visitante, vigilando que no se haga con ninguno de los objetos que el nortesantandereano ha invertido tanto tiempo en conseguir. Hay vinilos con la banda sonora de la serie de los años sesenta, figuras de la trilogía de Christopher Nolan protagonizada por Christian Bale en su segundo rol como millonario excéntrico, productos licenciados de todas las eras y dibujos autografiados por algunos de los artistas que han imaginado al Caballero de la Noche en años recientes. Entrar a este santuario es el sueño de cualquier fanático de uno de los superhéroes más oscuros e interesantes de la historia de los cómics.
“Crecí en una época dorada para Batman y los superhéroes, una versión más inocente con los Súperamigos, con la serie de Adam West, con las historietas de Novaro que llegaban en los setenta y en los ochenta”, explica Tito mientras se acomoda en uno de los pocos lugares que no están atiborrados de personajes. “Soy de Norte de Santander, de una ciudad que se llama Pamplona, y allí se usaba que los cuentos y los cómics se alquilaban. Tú ibas a una peluquería o a una zapatería y había cuenterías, como si fuera una biblioteca. Cuando ibas a cortarte el pelo te prestaban el cuento. Crecí leyendo eso. De hecho, tengo muchas historietas de Novaro y lo que me enganchó definitivamente fue la película de Tim Burton del 89. Tenía trece años cuando estrenaron la película. Desde ahí quedé enganchado de por vida”, agrega.
Fue un momento central para la cultura pop: por un lado la serie de Hanna-Barbera de los Súperamigos continuaba ilusionando a los más pequeños tras su final en 1986, aunque su difusión en América Latina se extendió hasta bien entrados los noventa, y, por el otro, el trabajo de escritores como Alan Moore o Frank Miller introducían a la audiencia a la Edad Oscura de los cómics, una era cargada de violencia entre viñetas y un tono sombrío que se extendió por todo el universo de DC. En ese sentido, la película de Tim Burton en la que Jack Nicholson ofrece una actuación asombrosa como el Joker, es una síntesis de estas dos corrientes y un hito de la cultura de los cómics en el cine. En aquel momento, con solo 13 años, Tito empezó a interesarse por el hombre murciélago, comenzando así su a conformar su catálogo de piezas. “Tuve una primera colección que mi mamá regaló cuando me vine a Bogotá a estudiar. Echo mucho de menos una o dos revistas en las que Batman hacía un crossover con The Shadow. He seguido buscándola también durante mucho tiempo”, recuerda con tristeza.
Hay algo ominoso en la figura de Batman, desde que Bob Kane imaginó al vigilante de Ciudad Gótica a finales de la década de los treinta. Desde entonces, el alter ego de Bruce Wayne ha seducido a generaciones de jóvenes alrededor del globo. Ahora, quienes comenzaron en solitario su recorrido por la senda del murciélago pueden compartir esta pasión con sus hijos. “Las historietas de Batman de los setenta eran argumentalmente muy buenas, tenían excelentes guionistas. Era, por ejemplo, la época de Neil Adams, de Dennis O’Neil. Eran historias muy maduras y fabulosas. Historias de detectives”, explica Tito sobre su fascinación por este héroe. “Con Superman, en cambio, uno sabía que siempre iba a resolver todo con sus poderes”, añade. Y es que, a diferencia del último ciudadano de Krypton, Batman es un humano con debilidades reales: a veces ha dejado que sus sentimientos por Gatubela o Talia Al Gul nublen su buen juicio, otras ha permitido que la sed de venganza por la muerte de alguna de las versiones del Joven Maravilla ensombresca sus acciones, otras tantas simplemente ha sido derrotado por un oponente que lo supera en tamaño y habilidad, como cuando Bane le partió la espalda. Batman es un héroe que cae y se levanta, que aprende de sus errores, que admite sus derrotas.
“Batman es visualmente muy atractivo. Lo que sueñan los dibujantes es dibujar a Batman y tú dibujas a Batman como se te dé la gana y todo el mundo va a reconocer ahí al súper héroe”, explica sobre por qué nos sentimos inmediatamente atraídos hacia esta figura que se mueve entre sombras. Por más de treinta años, Tito Contreras ha dedicado sus horas libres a un hobby en el que ahora también participa su hija adolescente. Cuando habla sobre Batman se le ilumina el rostro y conforme va mostrando uno a uno los tesoros de su colección su voz se llena de emoción. Cada uno de estos objetos está conectado íntimamente con su emotividad. Por ello, sin preocuparnos por el valor económico que estas piezas tienen en Internet, su colección es invaluable: el amor no tiene precio.
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