Autopsia a un balón
Nada de arepas ni orquídeas ni café. El escudo de la Selección Colombia de fútbol es un balón, pero ¿por qué? ¿Quién fue el que lo creó?
Dijimos que el escudo de la Selección Colombia de fútbol era simple, poco original y sin ninguna identidad. Por eso, y sin pretensiones universales, nos pusimos la camiseta y, con la ayuda de varios participantes, le echamos mano al logo; a la bandeja de entrada de nuestro correo electrónico llegaron docenas de propuestas. Pero para nosotros no fue suficiente ese juego de reinvención, así que nos pusimos la tarea de desentrañar la historia del ícono futbolero: quisimos saber por qué ese diseño (más allá de las respuestas obvias), quién lo creó y cuándo lo creó. Las respuestas que encontramos nos dieron la razón: el escudo es malo desde su diseño hasta su valor histórico y simbólico.
Dime qué escudo tienes y te diré quién eres
Primero lo primero. La historia de los escudos o blasones va de la mano con las sociedades. Desde el siglo VI a.C. los griegos usaban signos en sus armas de guerra para diferenciarse del enemigo. En la Edad Media, en pleno S. XI d.C., los caballeros de las cruzadas llevaban a los campos de guerra objetos bélicos con símbolos inscritos en sus superficies para representar su compañía militar. Años después, las familias reales, los nobles, los clérigos y hasta los hidalgos replicaron esta práctica y crearon sus propias insignias, blasones que pasaban de generación en generación.
Cuando la modernidad tocó las puertas, después de la Revolución Francesa, los Estados crearon símbolos para unificar sus territorios y prácticas culturales. Ahí nacieron los himnos, las banderas y los escudos.
“La marsellesa” + “Azul, blanco, rojo” + “El gallo galo” = Francia.
“Oh gloria inmarcesible…” + “amarillo, azul y rojo” + “el cóndor, nuestros mares, nuestras riquezas” = Colombia.
Las empresas no se quedaron atrás. Ante la arremetida del capitalismo y la globalización surgió la necesidad de crear logos y frases para que los negocios se diferenciaran de la competencia. El fútbol –y aquí empieza el propósito de este artículo– es un negocio y un deporte de competencia y, por eso, necesita de objetos que identifiquen sus marcas, equipos, selecciones, clubes u organizaciones.
Nuestra marca nacional es un balón rojo que parece un recipiente de helados de La Campiña.
Autopsia al balón rojo
A lo largo de su historia, la Selección Colombia ha tenido tres escudos. El primero, desde 1954 hasta 1965, tenía los colores amarillo, azul y rojo divididos en tres partes dentro del ícono de tres puntas; en la mitad había un balón pequeño y, cruzando el escudo, una insignia que decía ADEFUTBOL (nombre de la Federación en esos tiempos: Asociación Colombiana de Fútbol); con ese signo, y con un uniforme azul y blanco, Colombia disputó su primer mundial en Chile 1962.
El segundo escudo, que nació en 1966, un año después de la fundación de las FARC y el mismo año en el que el ELN empuñó las armas, era el símbolo patrio de Colombia: el cóndor, el gorro frigio, el istmo de Panamá, las riquezas y las palabras “Libertad y orden”… Los jugadores, con la camiseta azul, tenían el signo, con un fondo blanco circular, a la izquierda del pecho.
El escudo actual se creó en 1971, año en el que nació la Federación Colombiana de Fútbol. Por primera vez, con la camiseta color zapote o salmón, copia del uniforme de Holanda, el equipo llevó en el pecho el escudo del balón rojo en la Copa América de 1975.
¿Y quién lo creó y bajo qué fundamentos lo hizo? La Federación Colombiana de Fútbol no tiene un archivo bibliográfico, tampoco alguien que ordene los datos históricos del deporte. No tienen idea de las raíces del eslogan que ellos mismos portan (cuando llamamos a la Federación para que nos dieran respuestas, no contestaron. Ninguno sabía por qué el escudo es un balón).
“Creo que nadie sabe quién hizo el escudo”, dice Guillermo Ruiz Bonilla, periodista deportivo y, seguramente, una de las personas que más sabe de fútbol colombiano. “El problema de la Federación es que no tiene un historiador. Tampoco un consultor. No hay un museo. No hay estadísticas. No hay gestión. No hay historia”, sentencia.
José Orlando Ascencio, periodista y subeditor de deportes del diario El Tiempo, cree que el escudo nació por iniciativa del técnico yugoslavo Todor Veselinović, “Toza”, quien dirigió la Selección desde 1971 hasta 1974; Toza cambió el color del uniforme de azul a zapote y, cotejando fechas, seguramente hizo su propio cambio con el escudo.
Sea como sea, nadie sabe, a ciencia cierta, de dónde salió el balón y bajo qué criterio heráldico, de marca o de gusto alguien diseñó un ícono tan obvio.
Resultado anatómico
De las 32 selecciones que juegan el Mundial de Brasil 2014, la mitad tienen en sus escudos un balón de fútbol, incluyendo a Colombia. Sin embargo, lo que diferencia nuestra marca frente a la de los demás, es que nuestro balón es la marca y no una parte de ella. Argelia, Costa de Marfil, Irán, Bosnia y Herzegovina, Italia, Croacia y México, entre otros, tienen un balón en sus escudos y no un balón como escudo.
“El de nuestra selección, ese al que muchos jugadores le han dado más picos que a la propia madre”, dice Alejandro Arrubla, director de diseño de Domobox Studio, “es el más básico, escueto y obvio de todos los que hay en el ranking de la FIFA”.
Y es que si comparamos nuestro escudo con el de Rusia, que tiene un águila bicéfala con las alas desplegadas y en el centro un jinete de plata que emula a San Jorge de Capadocia; o con el de Australia, que tiene los emblemas del país (un canguro y un emú) al lado de un círculo con 6 estrellas que representan los 6 estados australianos; o con el de Japón, que tiene un cuervo de tres patas o “Yataragasu” que, según un mito japonés, es la criatura que guió al emperador Jinmu hacia Yamato para fundar el país en 660 a.C., realmente, estamos jodidos.
“La mayoría de los países implementaron en sus escudos elementos representativos de su idiosincrasia, pero sin llegar al cliché. Supongo que ese fue el miedo de quien diseñó el escudo actual de la Selección Colombia: tener una arepa, un grano de café, una orquídea, una mata de coca o al mismo Juan Valdez”, opina Alejandro.
Por esa razón, más allá de cualquier crítica, quisimos que nuestros lectores demostraran que se puede hacer un escudo mejor. Y, créannos, los hay.
A continuación les presentamos los trabajos ganadores que le echaron mano al signo de nuestra selección, una que se identifica frente a las demás por un balón rojo en el pecho.
Propuesta ganadora del concurso: Échele mano al escudo de fútbol de Colombia. Enviada por Yerson Leonardo Chaves Torres.
Propuesta ganadora del concurso: Échele mano al escudo de fútbol de Colombia. Enviada por David Alfonso Celis Tellez.
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