¿Cómo bajar de peso, pero sin morir de hambre?
¿Se siente gordo? Cuando se mira al espejo, ¿ve que algo no anda bien con su cuerpo?
¿El médico le sugirió que tenía que bajar de peso?...
o primero que tiene que hacer es sacarse de la cabeza la palabra dieta. Aunque es cierto que el significado de dieta es reducción alimenticia, esta no tiene que ser severa. Tenga en cuenta que lo que quiere es bajar de peso y no varios metros bajo tierra en un ataúd, y que su peso apropiado es el que su genética le permita. Cuando se exceden estos límites se cae en problemáticas como el sobrepeso o la anorexia. Aunque no lo crea, una descompensación en los hábitos nutricionales puede causar la muerte. El tema es sencillo, y el éxito de una alimentación balanceada está en la mente.
Coma alimentos de todos los grupos: cuando usted consume en porciones moderadas harinas, frutas, verduras y proteínas, su organismo recibirá los nutrientes necesarios para tener una alimentacion balanceada.
Coma en horas específicas: aunque es un tema complicado por aquello de la variación de horarios, intente cargar frutas, galletas o yogures para que coma en los tiempos medios entre el desayuno y el almuerzo, o entre el almuerzo y la cena. Las llamadas “galgerías” no son las mejores amigas, ya que, por ejemplo, los empaquetados o los embutidos contienen sustancias artificiales que incrementan las posibilidades de engordar. Si usted es de los que no desayuna y almuerza en grandes proporciones, no está teniendo una alimentacion sana.
Evite la comida “chatarra”: estos alimentos contienen una densidad calórica muy alta y si su actividad diaria no representa mayor esfuerzo físico, no gastará todas estas calorías y efectivamente engordará. Ademas, estas comidas contienen grasas malignas, las cuales se adhieren a las arterias y se endurecen. Si usted es amante de las hamburguesas y quiere empezar a comer saludablemente, no las tiene que dejar del todo, puede reducir su consumo considerablemente e introducir otro tipo de comida en pequeñas porciones.
Coma sano todos los días: de nada sirve comer saludablemente y con menús balaneados de lunes a viernes, si el fin de semana se desordenará comiendo todo tipo de grasas y de postres.
No coma rápido: cuando usted ingiere las comidas de forma acelerada, el cerebro no asimilará que comió y por lo tanto no se sentirá satisfecho, lo cual le generará más y más ganas de comer. Tómese su tiempo, disfrute los sabores y mastique bien los alimentos. Comer de afán es una pésima idea.
Haga ejercicio: comer sano no siempre es suficiente. Actividades como el ejercicio pueden complementar el proceso de pérdida de peso. Cuando se hace ejercicio, se eliminan las calorías que le sobran al organismo y se queman las grasas malignas acumuladas. Es importante tener en cuenta que el ejercicio debe ser cotidiano y no una vez a la semana, ya que es una actividad en donde los resultados se ven a largo plazo y su evolución es lenta, y si se hace en periodos de tiempo alejados, no se tendrá éxito pronto y será una pérdida de todo menos de peso.
Infórmese sobre otros tipos de dieta: hace ya varios años, el naturópata James D’Adamo descubrió que según el tipo de sangre que se tenga se pueden clasificar mejor los alimentos para bajar de peso. Según D’Adamo la sangre es la encargada de llevar los nutrientes que necesita el organismo y es por esto que al existir diferentes tipos de sangre, también existen alimentos saludables para cada tipo. Una buena opción es buscar cuáles alimentos benefician más su nutrición en relación con su tipo de sangre y así tener un peso estable.
Cambie de mentalidad: la clave para querer bajar de peso está en la mente. Si usted se mentaliza y transforma sus hábitos alimenticios de manera juiciosa, obtendrá buenos resultados a mediano plazo. Si antes se comía siete porciones de harinas o fritos a la semana, redúzcala a la mitad e introduzca más frutas y verduras a su plato. Si no le gustan las verduras, busque recetas en donde las mezcle con alimentos de su agrado; solo inténtelo y encontrará deliciosos platos.
Cristina Posada, jefe de nutricion de Colsanitas a nivel nacional, cuenta que este es un proceso en donde la palabra moderar es fundamental. No se tiene que cambiar radicalmente la alimentación, sino moderarla, balancear las proporciones e incluir alimentos saludables. Cuenta que es muy complicado cambiarle los hábitos alimenticios a una persona amante de la comida “chatarra” y es consciente de que es un proceso dificil, pero con un cambio de mentalidad y reduciendo esos malos hábitos en un porcentaje considerable ¾sin restringirlo del todo a menos que sea un caso crítico¾ se pueden lograr las metas fijadas.
El cuerpo no es bobo, a él no se le engaña y si se le dan elementos perjudiciales, los asimilará y responderá a estos.Los gorditos de másson la manifestación del cuerpo frente a los alimentos que le proporcionamos. Así que para hacer dieta sin morir de hambre se debe educar al cerebro para que asuma la responsabilidad que representa este proceso.
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