El final de Hannibal
¿El caníbal nace o se hace? Así nos imaginamos el final de Hannibal.
A lo largo de la serie, el famoso caníbal fue muchas cosas: brillante psiquiatra, chef alabado por todos sus comensales, dibujante apasionado, amante de la ópera, colaborador del FBI, fugitivo de la justicia y preso que ocasionalmente ayudaba a atrapar asesinos en serie. Ahora, en la séptima temporada, Hannibal Lecter escapa de la cárcel pero su principal rival no es la policía que lo busca en todos los continentes sino la obesidad. Su pasión por la cocina y por la carne humana ha causado estragos en su salud y solo queda el recuerdo de su tonificada figura europea. Por esa razón, Hannibal decide retirarse y escapar a Argentina junto a las dos únicas personas a las que ha amado desde la muerte de su hermana: Will Graham y Clarice Starling.
Al principio no fue fácil lograr que Will y Clarice aceptaran estar en una relación triple y, durante varios meses, competían por la atención del caníbal que les robó el corazón y les jodió el cerebro. Pero gracias a la terapia grupal de Hannibal, ahora son un trío de amor retorcido. Con el apoyo de sus dos cómplices y la tranquilidad que da tener una nueva identidad en Suramérica, Hannibal está dispuesto a bajar esos molestos kilos de más. Su nueva casa queda frente a un lago y es perfecta porque tiene suficiente espacio para correr y nadar. Algunos podrían decir que el agua es muy fría pero Hannibal sabe que vale la pena correr el riesgo de terminar con hipotermia si eso significa que va a tener un cuerpo tonificado.
Además de sus sesiones de ejercicio, en las que siempre lo acompañan Will y Clarice, Hannibal empieza una dieta estricta. Siguiendo el consejo de su nutricionista, que también es caníbal y le dijo que comiera pequeñas porciones cada tres horas, Hannibal y sus amantes empiezan a criar enanos. Para Lecter, lo más importante es que los que coma sean orgánicos y libres de gluten; por eso en su criadero no hay enanos que hayan probado las drogas ni que se pinten el pelo ni que coman comida chatarra. En la nueva granja Lecter-Graham-Starling, no se aceptan químicos; todo lo que comen viene de la tierra o del vientre de alguna señora. “No sabes el daño que te haces comiendo enanos que no sean low-carb, Hannibal”, le dice su nutricionista, “puedes creer que porque son chiquitos no te van a engordar pero sí. Debes alimentarlos con granola y quinoa y cosas saludables. Recuerda que eres lo que comes”.
Así, junto a los amores de su vida, con una rutina de ejercicio y una dieta muy saludables, Hannibal Lecter baja de peso y se inspira para escribir I’m having an old friend for dinner, un libro de cocina que terminará siendo un best-seller.
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