Las viñetas musicales de Mange
La música independiente latinoamericana tiene en Mange a una de sus principales aliadas artísticas. Hablamos con la creadora bogotana sobre el arte de ilustrar canciones, sus portadas de álbumes favoritas y sus experiencias con trabajos rechazados.
Durante años Carolina Rodríguez, mejor conocida en el circuito artístico como Mange, se ha encargado de darle una identidad visual al indie colombiano y latino. Nacida en Bogotá, pero criada en Saldaña, Tolima, la artista visual ha estado durante años ilustrando las portadas y los afiches de conciertos de algunos de los músicos independientes más interesantes de la región. Entre sus colaboraciones se cuentan proyectos para Quemarlo todo por error, Piel Camaleón, Nicolás y los fumadores o Higuita en chanclas, entre varios otros.
Mange prefiere la estética artesanal al veloz lenguaje digital. “Decidí enfocar todo mi trabajo hacia el dibujo, porque desde niña fue mi principal interés”, explica Mange sobre su decisión de ser artista que la llevó a inscribirse en la Javeriana donde coincidió con varios jóvenes artistas de distintos campos. “Siento que fue una época muy coyuntural pues, en ese momento, había un montón de proyectos que estaban empezando en esta nueva ola del indie en Bogotá: Nicolás y los Fumadores, Quemarlo todo por error, ha$lopablito. A fin de cuentas era la gente con la que compartía mis espacios”, complementa sobre cómo pasaba el tiempo entre clases y por fuera de la universidad.
Desde pequeña Mange había disfrutado la música en vivo y, conforme sus amigos empezaban a hacerse un espacio en la escena indie, se percató de que existía una necesidad gráfica desde la música alternativa, por lo que empezó a enfocarse de manera casi exclusiva en la ilustración para música.
“Tuve mi primer acercamiento a la música por mis papás. De ahí viene un interés profundo por la música latinoamericana. Mis papás me criaron con mucha canción protesta, cantantes del rock argentino y chileno, sobre todo. Mi papá es súper salsero”, explica Mange, quien recuerda el impacto que le causaron las portadas del Revolver de los Beatles, Siembra de Rubén Blades y La máquina de hacer pájaros, el debut autotitulado de la maravillosa orquesta que montó Charly García tras la disolución de Sui Generis, ilustrada por el caricaturista Crist. “Entender que la portada era una decisión tan importante como la música me hizo dar cuenta de que había más opciones en el arte. Porque siempre supe que iba a dibujar y que en eso me iba a desempeñar durante toda mi vida”, añade.
El afecto que Mange siente por la independencia se extiende también a su cariño por el cómic independiente, que descubrió en sus años universitarios y que complementa también su proceso como ilustradora al servirle como válvula de escape a través de crear sus propias viñetas. “Siempre he tenido un interés por el dibujo y, sobre todo, por la materialidad más básica: el papel y el lápiz. Creo que algo de eso se puede haber dado por los énfasis que hizo la Javeriana en su momento, principalmente el énfasis gráfico, que está enfocado hacia la parte editorial”, reflexiona la joven ilustradora. “Una de las cosas que marcó un antes y un después en mi trabajo, fue cuando vi Virus tropical, la película, uno de los cuatro largometrajes ilustrados que se han hecho en Colombia, inspirada en los cómics de Power Paola. Me empecé a meter en este mundo. Fue muy interesante conocer a una artista que era en parte colombiana y que hablaba de cosas colombianas. Una de las cosas que más me movió la cabeza fue verla a ella, ver a La Watson, a María Luque, que es un súper referente, y entender que era una escena que se estaba moviendo principalmente por mujeres y que era una escena en la que las mujeres podíamos contar cosas sobre nuestra vida”, explica sobre su fascinación por los cómics y novelas gráficas independientes que colecciona y promueve a través de su plataforma digital cada vez más extensa.
“Ver a estas artistas mujeres me hizo entender que había muchas formas de entender la viñeta y la narrativa a través del dibujo, que no necesariamente tenía que ser este cómic de superhéroes, que no está mal y me gusta, pero fue como enterarme de que había otras maneras de narrar”, complementa sobre estos procesos. Así, por ejemplo, Mange tiene viñetas en las que se sienta a conversar con Bad Bunny o Almodóvar, además de un pingüino que le recuerda su viaje por la Argentina. Son retratos personales que nacen desde el afecto por personajes que rodean su cotidianidad y que caben siempre en el universo fantástico y doméstico de sus ilustraciones, pues hay un pedazo privado de la ilustradora que va a dejando como boronas de borrador miga de pan y en sus pequeños mundos de grafito.
“Hace poco un seguidor me preguntaba si me incluyo en mis ilustraciones. Eso me hizo preguntarme por qué tanto de uno está en sus imágenes”, explica Mange mientras recuerda una máxima de su madre, “el papel aguanta todo”, que también está presente en una canción de Héctor Lavoe. “Por supuesto, Benito no va a venir a mi apartamento ni se va a quedar una hora sentado para que yo lo dibuje. La mayoría de mis cómics parten de una referencia fotográfica. Primero está la fotografía que es ya una representación, luego está el dibujo que es una doble representación. Me gusta ilustrar a los personajes de mis cómics de esa manera, lo más literal posible. Hay algo que me parece genial de los cómics que es el tema del absurdo. Hay algo en los míos que es un poco extraño, absurdo y fuera de lo común y creo que se debe a pensar en estas personas, cuando son personajes célebres, como personas comunes que podrían tener una conversación conmigo”, explica sobre viñetas que incluyen también a Charly García, uno de sus artistas favoritos.
Las canciones y los cómics cuentan historias y para Mange el componente narrativo de sus ilustraciones es un tema a considerar en cada uno de sus procesos. “Me adhiero a una definición que alguna vez escuché sobre la ilustración, la de poder hacer un dibujo en el que sin necesidad de dar información literal se pueda contar una historia. Una imagen no necesita un texto o una ficha técnica que soporte la idea o la historia que quiero contar”, explica. Así, la materialidad en sus procesos juega un papel fundamental en la medida en que alude a un espacio íntimo, casi confesional, que permite que cada conjunto de representaciones parezca una escena doméstica a la que fuimos convidados al ser parte del círculo de confianza de la artista bogotana. “Uso mucho el lápiz. Hay cierta cosa que para mí ya entrado el tema de la materialidad y la textura visual me está diciendo unas cosas sobre la narración, la nostalgia, sobre lo análogo”, explica sobre sus ilustraciones, explicando las partes del proceso de digitalización que realiza para soportarlas digitalmente, pero manteniendo ese aura artesanal que caracteriza su línea y estilo.
[widgetkit id="438" name="Articulo - (MANGE)"]
Pero, como sus canciones favoritas, aquellas que le enseñaron sus padres, el estilo de Mange es también una declaración de principios. “El trazo probablemente viene de estar molesta con la academia durante mucho tiempo. En la Historia del Arte, el dibujo siempre fue parte de un proceso, no era un producto, era lo que estaba antes de la escultura o la pintura”, explica sobre el porqué de hacer énfasis en la evidencia del grafito sobre el papel. “Y el dibujo en sí mismo es una potencia tremenda. Para mí, el dibujo es un producto finalizado. Lógicamente es más fácil hacerlo en digital de una vez, pero no. Hay un proceso ahí y unos pasos que para mí son vitales, aunque esto convierte a la línea de producción en una tarea más tediosa y larga. Para mí son vitales por eso mismo: por pensar ese dibujo como una pieza máxima, final. También porque creo que en la manera como hago mis trazos hay una cuestión genuina”, añade, conforme insiste sobre la cuestión del estilo, la obsesión de los artistas por encontrar un diferencial. “Son etiquetas que vienen del capital y de la necesidad de ser únicos, pero encontrar mi estilo me costó mucho. Esa fue la manera que encontré para hacer mis dibujos y que la gente pueda reconocer un estilo propio y que me pueda asociar automáticamente a él me obliga a serle fiel a ese proceso”, complementa.
“Creo que también, con todo este video de los artistas de tener que encontrar un estilo propio, muchas veces nos sentimos atados a un estilo. Sin embargo, gracias a esto, tengo la fortuna de que la gente que está buscando ilustraciones para sus portadas o afiches entiende que hay unas limitantes súper claras a la hora de realizar la imagen. Y, muchas veces, las referencias que tienen son mis propias ilustraciones, lo que es muy bueno”, complementa. Al verse asociada por contexto y proximidad con el trabajo de músicos alternativos, han ido apareciendo más clientes que le permiten solventarse de manera independiente conforme se dedica principalmente a la ilustración para bandas y a la creación de contenido en Instagram y TikTok.
Pero hay una parte de Mange que se involucra siempre con la canción, que viene de un proceso de escucha atenta de las cosas. “Pienso cuáles son las imágenes que me transmite la canción, cuáles son los colores que pienso, cuáles son los climas que se me vienen a la cabeza. Ahora estoy trabajando en una portada para un set de beats de hip hop y la sensación que me daba esa música era como de lluvia, como cuando una está en tierra caliente y llueve, por lo que le toca quedarse encerrada. Estas relaciones sinestésicas que se tienen a través de la música me interesan mucho. Soy muy caprichosa, siempre estoy dando mi opinión. Generalmente, todo sale bien porque creo que tengo una buena intuición y he tenido la fortuna de trabajar con proyectos que me gustan o que me terminan gustando. Entonces, aunque todas las ilustraciones sean distintas las unas de las otras, son todas muy personales. Siempre hay jueguitos, unos motivos muy míos que están en todas las piezas”, explica sobre su relación con la música que traduce a conceptos visuales.
Al final, es una cuestión de principios la que media su arte. Primero, ejerciendo una resistencia a través de la técnica para devolverle la dignidad al dibujo y, segundo, aceptando trabajar con artistas por los que se siente interpelada emocionalmente. “Se trata de pensar a largo plazo. Con las portadas, más allá de que queden subidas en plataformas o que queden en un post de Instagram, son una pista que uno como artista le está dando al cliente”, reflexiona. “Es el primer imaginario que va a tener con relación a esta música. Eso me parece una responsabilidad gigante. Más allá de preguntarme si me gusta o no es mirar si quiero que la primera imagen que se asocie con esta música sea la mía.Por mucho tiempo no me importaba, pero ahora tengo la fortuna de poder rechazar trabajos si no me siento cómoda”, añade. Mange piensa que hay una crisis en la educación del freelancer, a quien se le obliga a aprender todo tipo de técnicas para todo tipo de clientes. “Muchas veces lo más profesional que uno puede hacer no es aprender a hacer de todo, sino poder delegar y saber a dónde enviar a alguien a quien tú no le puedes ayudar. Finalmente es durísimo porque es un medio en el que todo el mundo necesita plata y es difícil darse el lujo de rechazar los trabajos. Pero muchas veces es lo más sensato”, concluye.
Mange es una mujer cargada de referentes que ha encontrado la manera de que estos le sirvan para la construcción de una identidad artística. Empecinada en resaltar la importancia de los procesos, la artista ha visto crecer a sus compañeros universitarios para convertirse en algunos de los nombres claves del indie nacional, conforme ella misma se construía un hogar propio en el arte independiente y las esferas de la cultura alternativa. La ilustradora siente una pasión desbordada por las canciones que han forjado la identidad continental contemporánea y no para de explorar y compartir música nueva, lo que la ha convertido en una importante divulgadora. Mange siempre que iba a dibujar y ver cómo ha crecido vertiginosamente en un tiempo relativamente corto es un mensaje a resaltar para todos cogen un lápiz, ya sea para dibujar o para escribir canciones: hay que honrar el proceso, hay que estar convencidos de nuestro valor y, por encima de todo, hay que amar lo que hacemos y compartir con el mundo nuestras pasiones desde el amor. No puede ser tan difícil.
Imágenes: Mange
Suscríbase a nuestro boletín
Sin spam, notificaciones solo sobre nuevos productos, actualizaciones.
Dejar un comentario