Un laboratorio para los ritmos del Pacífico colombiano
Discos Pacífico tiene el oído puesto en proyectos musicales de Timbiquí, Guapi, Tumaco y Cali que exploren y experimenten con la tradición. “Entre Patía y Sanquianga”, de la Agrupación Changó, es el primer sencillo del sello.
l aislamiento al que buena parte del Pacífico colombiano ha sido sometido ha llevado a que sus sonidos, ritmos y formas de tocar y hacer música se hayan mantenido intactos. El currulao, el bambuco, el bunde, el abozao, los arrullos y los chigualos se han preservado, pero a la vez han estado alejados de las audiencias que están fuera del territorio.
Discos Pacífico es un sello discográfico que se creó partiendo del respeto y la comprensión hacia las dinámicas que rodean estas músicas tradicionales y el vínculo que tienen con los territorios y las comunidades. Su objetivo es presentar sonidos contundentes y propuestas innovadoras de la escena que se teje desde Tumaco, Timbiquí, Guapi y Cali.
El sello se configuró como un “laboratorio creativo” porque su quehacer está atado a la gestión cultural: construir un equipo de personas capaces de apoyar a los músicos en distintas áreas, como los mercados culturales y la sincronización de su trabajo con obras audiovisuales.
Discos Pacífico hace parte de Llorona Records, un sello discográfico bogotano que se ha concentrado en resaltar los sonidos que se producen lejos de los centros urbanos y en crear experiencias en torno a cada disco que producen.
Igual que Llorona, que se creó en tiempos donde los formatos físicos estaban perdiendo vigencia y la música en vivo era incipiente en el país, Discos Pacífico llegó en tiempos inciertos y está adaptando sus dinámicas a la pandemia: aunque el sello estaba pensado bajo un modelo de residencias y trabajo articulado con los artistas, ahora está funcionando desde la distancia.
La primera adición al catálogo de Discos Pacífico es Berejú, el trabajo discográfico más reciente de la Agrupación Changó, un colectivo con base en Tumaco que ha ocupado el primer y segundo lugar en distintas categorías y ediciones del Festival Petronio Álvarez. Bajo el mando de su director Wisman Tenorio Arboleda, Changó ha recuperado ritmos que según Diego Gómez, director creativo de Discos Pacífico, estaban casi en extinción. “Entre Patía y Sanquianga”, el primer sencillo de Berejú, “nos lleva a ese universo de lo que es la costa de Nariño”.
A pesar de que los integrantes de Changó están en distintos municipios de Nariño y de que “creímos que no iba a funcionar”, Gómez asegura que “la voluntad de todos los miembros de Changó ha hecho que sea un proyecto maravilloso”.
Changó llegó a Discos Pacífico con su álbum casi terminado, pero la idea detrás del sello es volcarse al territorio en busca de procesos para producir el trabajo discográfico con los músicos. Para ello, el sello convocó a “los guardianes de la tradición, los renegados del currulao, las excursiones afro-futuristas de marimba, al proyecto que está traduciendo la ciencia del bunde y la juga al lenguaje de las máquinas”. “Tenemos claro ese interés en los guardianes de la tradición, pero también estamos interesado en quienes toman ese sonido y lo llevan a otro lugar”, afirma Gómez.
De las cerca de 50 propuestas que recibieron (todas de “un nivel impresionante”), y con el respaldo de Territorios de oportunidad, un programa que distribuye recursos de cooperación internacional con el fin de generar otras opciones de suficiencia económica en territorios específicos, Discos Pacífico espera elegir y producir cuatro trabajos discográficos en los próximos 12 meses.
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