
Lugares para una segunda (o tercera) cita en Bogotá: comidas y bebidas
¿A dónde llevar a alguien si vamos apenas por el segundo date? ¿Un sitio tranqui, algo más arriesgado, un lugar que sea una declaración de todo por el todo? Porque nunca es fácil escoger, la autora nos trae una selección de sitios en la capital para todo tipo de gustos, presupuestos e intenciones: desde los que quieren un segundo encuentro para ir despacio hasta los que quieren jugarse la mano completa.
Si algo he aprendido en mi regreso al mundo de las citas es que la primera salida es como el tráiler de una película: demasiada expectativa, edición de más y a veces muy poco relacionado con lo que viene después. La segunda y la tercera (si no te gosthean antes), ya son otra historia.
Ahí es donde uno confirma si la chispa que se sintió era real o si solo fueron los fuegos artificiales de una noche. Es como un colador natural: si llegó hasta ahí es porque había curiosidad, las risas quedaron rondando o, como mínimo, ganas de repetir el experimento sin tanta formalidad de entrevista de recursos humanos. En la segunda cita ya es válido bajar la guardia y conocerse en serio.
Y justo para ese propósito, el plan pesa más de lo que uno cree. Porque cualquiera puede decir “tomémonos algo”, pero proponer un lugar bien escogido habla de iniciativa, interés y ganas de hacer algo diferente. Un rooftop, un bar íntimo, una cena en un lugar con una propuesta diferente, cada espacio pone un tono distinto a la historia y a la charla. Y no, no es solo un tema de plata: es de saber elegir el mejor escenario, un plan que lleve a otro aún mejor.
Esta es mi guía personal para segundas (o terceras) salidas en Bogotá: para repetir con ganas y no por costumbre.



El Carnero
Carnes, buena vista y canelazo en la Calera
Dónde: Kilómetro 6, vía Bogotá–La Calera, antes del peaje de Patios
Por qué funciona:
Salir de la ciudad rumbo a las montañas ya tiene un encanto especial, y El Carnero lo potencia con su ambiente campestre, la vista a Bogotá y música en vivo que suena en el fondo. Es amplio, relajado y pet friendly, lo que lo convierte en un plan perfecto para una cita de domingo o incluso para escapar de la rutina entre semana. El aire frío hace que la experiencia sea aún más especial: nada como abrigarse en compañía y terminar con la chaqueta del pretendiente.
Qué pedir:
La especialidad es la picada armada al gusto, combinando cortes de carne y acompañamientos. También hay pizzas, pastas y cócteles, pero lo imperdible es terminar con un canelazo o un vinito caliente, ritual indispensable de cualquier subida a la Calera.
La recomendación de La Cata:
Perfecto para ir un domingo a comer picada o a la hora del atardecer para ver cómo la ciudad se enciende desde lejos. En ese momento, con un canelazo en la mano, es el escenario perfecto para acercarse un poco más.



Antenna Sistema de Difusión
Izakaya, vinilos y rooftop en una sola noche
Dónde: Carrera 14 # 85-24
Por qué funciona:
Lo que hace especial a Antenna es su versatilidad, permite vivir tres ambientes distintos sin salir del mismo lugar. El Izakaya, restaurante japonés es ideal para arrancar tranquilo, el Collector’s Lounge se presta para una charla más íntima entre vinilos y cocteles, y el rooftop Radio Shack sube la energía con un ambiente mucho más rumbero. Una segunda cita aquí puede transformarse varias veces en el transcurso de la noche.
Qué pedir:
Empiecen con rollitos de sushi y sake en el Izakaya, pasen a un coctel de autor en el lounge escuchando a algunos de los mejores selectores de vinilos y terminen con un trago clásico en el rooftop, donde la música pide movimiento.
La recomendación de La Cata:
No planeen demasiado. Dejen que el recorrido marque el ritmo, puede terminar en charlas profundas acompañadas de buenos cócteles o en una pista de baile inesperada midiéndole el ritmo a su acompañante.



Vinos y Vinilos
Copas, música y vinilos que giran sin prisa
Dónde: Calle 127 # 15-03, piso 7
Por qué funciona:
Este listening wine bar combina lo mejor del vino y la música en vinilo. La luz cálida, la terraza discreta y la curaduría musical que va desde funk, jazz, hip hop, new wave, hasta house, crean un ambiente íntimo que invita a prolongar la conversación. Aquí no hay afán, el plan es dejar que la copa se vacíe al ritmo del tocadisco.
Qué pedir:
Tapas, pinchos o pizzas ligeras para acompañar vino por copa o botella. Para los curiosos, las catas guiadas son una forma distinta de compartir la experiencia.
La recomendación de La Cata:
El mejor momento es un sábado tardeado. Con luz natural, la terraza y buena música, es un refugio perfecto para charlar sin mirar el reloj mientras se hace de noche.



Famiglia
Pizzas artesanales y pola sin pretensiones
Dónde: Calle 69 # 10-06 | Carrera 16 # 85-14 | Carrera 4 # 54-81
Por qué funciona:
Famiglia es la pizzería que se toma en serio su producto sin cobrar un precio absurdo por él: fermentan la masa mínimo 48 horas, escogen ingredientes de calidad y proponen combinaciones únicas. Ese cuidado se nota en el producto final, que llega en un ambiente relajado, con playlists pensadas y detalles decorativos hechos por amigos artistas del dueño. Es el lugar donde una segunda cita se siente ligera, divertida y sin pretensiones.
Qué pedir:
Las favoritas son la Italian Nightmare, la Prosciutto e rúgula y la Bianca Tartufo. Acompáñenlas con una pola fría o un cóctel sencillo para completar el plan.
La recomendación de La Cata:
Perfecto para hablar largo y tendido con buena pizza en la mesa. Aquí no hay necesidad de impresionar, solo de disfrutar un productazo.



Petit Comité
Coctelería de autor en un altillo secreto
Dónde: Carrera 6 # 67-63, piso 3 (altillo de Paradisco)
Por qué funciona:
Pequeño, acogedor y con una barra magistral, Petit Comité es el tipo de lugar que sorprende por su intimidad. La música está a cargo de DJs locales y la luz tenue convierte el espacio en refugio. Es perfecto para segundas citas donde en la conversación ya hay confianza y se busca algo un poco más íntimo.
Qué pedir:
Podrá escoger entre carta de cócteles de autor, entre clásicos reinterpretados y creaciones que rescatan destilados colombianos como el viche, entre otros.
La recomendación de La Cata:
Déjense guiar por el bartender y pidan algo distinto a lo habitual, ahí está la magia.



Diosa Cervecería
Rituales con cerveza artesanal y cultura
Dónde: Teusaquillo (Cra. 19 # 36-55) y La Candelaria (Cra. 3 # 11-88)
Por qué funciona:
Inspirada en la diosa sumeria Ninkasi, Diosa convierte la cerveza en un ritual cultural. Además de sus estilos artesanales, el lugar comparte espacio con la librería Matorral, donde se organizan lecturas de poesía y eventos. La cita aquí se transforma en un plan con más capas: buena cerveza, comida inesperada y cultura.
Qué pedir:
La IPA Ritual es la más popular, pero también vale probar la Celebración (Amber Ale) o la Adoración (Sweet Stout). Para comer, la hamburguesa de cordero o los tacos destacan.
La recomendación de La Cata:
Vayan una tarde y quédense hasta que los coja la noche. Es el tipo de lugar que convierte una cita en experiencia completa.



Templo Té
Infusiones y calma en medio de la ciudad
Dónde: Parkway (carrera 24 #37-60), La Macarena (carrera 5 #26c-29) y Chapinero (calle 60a #3-32)
Por qué funciona:
En medio del ruido de Bogotá, Templo Té ofrece un espacio sereno, con más de ochenta variedades de té y una pastelería artesanal que acompaña el ritual. Es perfecto para quienes quieren un plan sin alcohol, con tiempo para hablar y disfrutar de un ambiente distinto.
Qué pedir:
Tés verdes, negros u oolong, o mezclas florales para probar algo nuevo. Acompáñenlos con tortas o galletas de la casa.
La recomendación de La Cata:
Vayan a tardear cualquier día de la semana, y en especial si quiere disfrutar de la terraza en las Torres del Parque en la Macarena un día soleado. Sí quiere una charla larga es ideal porque aquí la cita se disfruta a otro ritmo ni ruido.



Odem
Terraza con vista a Lourdes y tardeada que se vuelve fiesta
Dónde: Calle 63 #13-11
Por qué funciona:
Con su rooftop vibrante, Odem ofrece una vista a la Basílica de Lourdes que no le envidia nada a las postales europeas. La propuesta mezcla rumba electrónica y perreo en dos ambientes, con coctelería variada y cocina que aguanta desde la tarde hasta la madrugada. Es de esos lugares donde la cita puede empezar tranquila y terminar bailando.
Qué pedir:
Un cóctel con viche para experimentar o un clásico como el negroni. Para acompañar, platos de la carta que funcionan tanto para picar como para quedarse varias horas.
La recomendación de La Cata:
Llegue en la tarde para ver la basílica con luz dorada y déjense atrapar hasta que la noche decida que sigue.



QUN
Cocina nikkei con un toque colombiano
Dónde: Calle 85 # 12-72
Por qué funciona:
QUN tiene el equilibrio justo entre sofisticación y calidez. Su cocina nikkei está atravesada por ingredientes andinos y amazónicos, y el ambiente con luz cálida y música al volumen perfecto se presta para una cita que busca sorprender sin exagerar.
Qué pedir:
El ceviche Ancón o el ebi-tori como entrada, el lomo salteado nikkon o la causa limeña como fuerte, y de postre el suspiro limeño reinterpretado con helado de limón. La coctelería de autor o las sodas de frutas completan la experiencia.
La recomendación de La Cata:
Es el sitio para esas segundas citas en las que quieres dar un paso más, mostrar un plan cuidado y dejar un recuerdo memorable.


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