6 autoras de cómic colombianas
Después de sumergirnos en el trabajo de algunas ilustradoras, tatuadoras y grafiteras, llega el turno de las autoras de cómic, mujeres que navegan entre el dibujo y las letras para contar historias.
Bacánika ha sido un espacio para destacar el trabajo de autoras de cómic extranjeras como Maliki, Tillie Walden, Marguerite Abouet y Emil Ferris, pero con algo de vergüenza debemos confesar que nunca antes habíamos revisado qué están haciendo sus pares colombianas.
Para nuestra sorpresa, la escena local es robusta: varias editoriales independientes se han especializado en estos formatos narrativos y librerías de nicho le han abierto un más amplio espacio y mayor visibilidad en sus estantes, dinámicas que han impulsado el trabajo de nuevas firmas. Algunas autoras colombianas están haciendo residencias especializadas en cómic fuera del país y otras han unido fuerzas en publicaciones colectivas como el fanzine de cómic Dr. Fausto. La edición más reciente de esa publicación tuvo como editoras invitadas al colectivo Somos Hiedras y reunió historias sobre la culpa femenina, algunas de ellas contadas por varias de las autoras que aparecen en este listado.
Como una primera apuesta por reconocer el trabajo de las autoras locales de cómic, les presentamos el trabajo de estas 6 mujeres. Sabemos que la lista es mucho más larga y que el mundo del cómic femenino va muchísimo más allá de esta selección, así que los invitamos a contarnos sobre otras autoras en los comentarios.
Yapi
(Medellín)
Yapi vive en Medellín, pero al momento de publicar este listado estaba cursando el último mes de una residencia en cómic en Angulema (Francia) que el Ministerio de Cultura de Colombia y La Cité Internationale de la Bande Dessinée et de l’image convocaron y que ella se ganó el año pasado. Su carrera como historietista ha tomado forma a través de trabajos de oficina y de enseñanza, pero también participando en eventos de cultura alternativa como El Faire, El Garaje, Eterno Verano y La Revueltería, y en publicaciones como la sección Entreviñetas de El Espectador y Dr. Fausto.
Yapi asegura que su motivación para dibujar y hacer cómics viene de una necesidad por hallar respuestas y de la certeza de que hay otras personas que, a pesar de que transitan caminos diferentes al suyo, encuentran en sus imágenes y narraciones un punto en común. Entre sus referentes están Ignasi Blanch, Powerpaola, Lorena Álvarez, Gipi, Isol Misenta, Camilo Sandoval, Wil Zapata, Gusti, Shaun Tan, entre otros.
“La conexión entre mi trabajo y el hecho de ser mujer es real y por eso sé que no es fortuito que siempre represente a mujeres en mis cómics o en mis ilustraciones. A través de mi trabajo, consciente o inconscientemente, estoy hablando de mí e indiscutiblemente de todas las mujeres que han hecho parte de mi vida como mi mamá, mis hermanas, mi sobrina, tías, abuelas, primas y amigas. Siento mucha admiración por todas ellas y por los caminos que han tenido que transitar. Me gusta reconocer en su cotidianidad cuáles son las pequeñas revoluciones que cada una debe librar en casa o en sus espacios de estudio y de trabajo. Siento la responsabilidad de representarlas para que ellas también se sientan identificadas e incluidas. Quiero hacerles saber que no están solas y que pueden hacer también todo lo que se propongan así el miedo a veces nos diga que no podemos hacerlo”.
Carolina Pineda / La Despa
(Bogotá)
La Despa dibuja cómics desde que tiene cinco años y su aventura como autoeditora empezó en 2015 con su novela gráfica Hello, My Love, una publicación que está disponible en su blog y a la que le han seguido varios cómics y dos novelas gráficas más (la más reciente, de título y tema sorpresa, será publicada por Planeta Cómic). Entre sus referentes están historietistas como Hergé, Tardi, Ulli Lust, Crepax, Gipi, Julie Maroh, Jill Thompson, Alberto Breccia, Caloi, Quino, Maitena, Susana Martín y Maliki, y algunos colegas colombianos como Powerpaola, Camilo Aguirre, Joni B, Mariana Gil, la dupla Díaz-Guerra, Edd Muñoz, Lorena Álvarez, Yapi, Gusanillo, Gelatina, Sindy Elefante, La Parcera, Guarisquín, Reptil, Marco Noregna y Estefanía Henao. Parte de su trabajo más significativo ha surgido de la mano de instituciones como la Organización Internacional para las Migraciones y el colectivo Las Parceras, quienes le han brindado la oportunidad de aportarle un sentido social a su ilustración.
“Siempre sentí que no había una conexión entre mi trabajo y el hecho de ser mujer, pero desde el trabajo con la OIM y mi colaboración con Las Parceras tuve que reflexionar acerca de la sensibilidad con la que abordé ambos momentos creativos. No pude dejar de lado mi punto de vista de comunicadora mujer porque eran temas como la trata de personas con fines de explotación sexual y el aborto. Conocí e investigué tantas historias que fue inevitable el implicarme: fueron historias que le sucedieron a mujeres y niñas y que siguen ocurriendo. ¿Cómo desligarse del hecho de que una niña fuese violada y explotada sexualmente o de que una mujer fuera obligada a parir? Además, me di cuenta de que tenía prejuicios y creencias interiorizadas que no sabía que tenía, que negaba y a las que tuve que enfrentarme para comunicar de la mejor manera estos temas. El machismo es algo tan arraigado que incluso a niveles inconscientes está en nosotras. Entendí además que el feminismo no es uno solo, que es cambiante y que por ello requiere no solo militancia sino reflexión constante; que como dibujante y comunicadora puedo contribuir quizás más de lo que siempre pensé. Solo fui consciente de ello gracias a esas experiencias laborales de las que además me siento muy orgullosa”.
Ratttus
(Manizales)
Ratttus considera que el dibujo es un hábito que le permite narrar su vida, por lo que se ha enfocado en documentar lo cotidiano y plasmarlo en fanzines, pinturas en la calle, grabados, carteles y producciones digitales. El cómic es un campo que le interesa desde hace dos años, y en el que se sumergió por la necesidad de conectar el dibujo y el texto. Hasta ahora, uno de los proyectos más relevantes en los que ha participado fue la más reciente edición de Dr. Fausto. Ratttus ha “intentado deconstruir” a quién admira y quién la inspira, y se ha ceñido a una lista de mujeres que viven realidades similares a la suya y que desarrollan sus procesos creativos en contextos cercanos, como Powerpaola, María Luque, Herikita con K, Camila Barrales, UnxCualquierx, Animal Azul, Irana Douer, Muriel Bellini y Daniela Mesa de Taller Colmillo.
“Todo mi trabajo está atravesado por mi experiencia de habitar el mundo siendo una mujer rodeada de muchas otras mujeres. Me posiciono y enuncio desde los feminismos para ir dibujando situaciones en las que me encuentro diariamente y en las que se encuentran las mujeres que tengo cerca. Intento, mediante mi dibujo, ir haciendo una bitácora autobiográfica, ir narrando mi proceso personal de aprendizaje y crecimiento diario a través de los procesos y luchas feministas. Mis colaboraciones gráficas son principalmente con mujeres o personas que tengan empatía por las luchas feministas, dibujo para colectividades feministas, proyectos de base y algunos corporativos que propugnan por la garantía de los derechos de las mujeres y las diversidades sexuales y de género pues busco aportar desde mi trabajo al crecimiento de los proyectos de otres”.
Laura Henao / Nube
(Pereira)
Desde niña Nube ha sentido un interés por el dibujo en movimiento y por crear historias: jugaba a dibujar cuadro a cuadro las películas que más le gustaban y se inventaba personajes, diálogos e historias que continuaba de cuaderno en cuaderno. Ahora trabaja de manera independiente o en colectivo, pero con el ojo puesto en la forma en la que la atraviesa el mundo y en crear un dibujo que, incluso de forma “encriptada”, termine siendo autobiográfico. La lista de quienes la inspiran a crear está encabezada por la española Andrea Ganuza, una “dibujante, historietista, pintora y feminista rabiosa” que ha inspirado a Nube a “contar las cosas más viscerales que vivo y siento”. Entre sus referencias también están Isabel E., Ana Barrios, Otto Duarte, Camil Barral, GG, Aidan Koch, Rosario Lucas, María Medem, Deborah Lee, Mathilde Van Gheluwe, Sophia Foster y a Tillie Walden.
“Alguna vez, en una charla sobre el cómic ‘femenino’, conversábamos sobre lo mucho que me cuesta responder si mi trabajo tiene relación con el hecho de ser mujer, lo mucho que tuve que analizar esa pregunta antes de decir cualquier cosa. Al final concluí (abierta a cambios) que quizás la manera en la que he procesado lo íntimo y he podido darle un lugar a lo sentimental me ha ayudado a disponer la gráfica para expresar abiertamente mis emociones y mis experiencias más personales. No sé si quizás la posibilidad de mirar sus emociones de frente es algo que haya sido menos dado a los hombres en algún punto. Examinarlas, procesarlas y llevarlas al espacio de lo público... De todos modos preferiría pensar que mi trabajo es independiente a mi género, aún cuando espero seguir usándolo para decir cosas que sienta relevantes dentro de las problemáticas feministas que me envuelven y atraviesan”.
Tatiana Ríos / Soy Pirata
(Medellín)
El trabajo de Tatiana, o Soy Pirata, nace de un “hambre eterna” por expresarse, comunicar y desahogarse que toma forma gracias a la unión de los dos amores de su vida: la escritura y el dibujo. Cuando empezó a hacer cómic de manera profesional tomó como referencia el trabajo de las autoras colombianas Powerpaola y Tatee, pero ahora su inspiración viene de las películas, las imágenes, lo que le pasa y lo que le cuentan. Tatiana también hizo parte de la más reciente edición de Dr. Fausto.
“Pienso que sí existe una conexión entre mi trabajo y el hecho de ser mujer, aunque también creo que no es algo que se deba destacar. Cuando estaba iniciando no había muchas chicas en el mundo del cómic colombiano, así que llamábamos la atención. Pero las charlas a las que íbamos giraban más en torno a que éramos mujeres en un ‘mundo de hombres’ (o por lo menos eso fue lo que sentí) y eso importaba incluso más que nuestros trabajos. Sin embargo, sería injusto decir que no existe conexión. Al identificarme como mujer y moverme como mujer en el mundo he tenido experiencias diferentes a las de un hombre y seguro he llegado a manifestarlas por medio de mi trabajo, pero también siento que soy más un ser humano que mujer y que en mí están los dos géneros. He cometido errores que se piensa que son exclusivos de los hombres y también seguro eso se ha visto expresado. Mi trabajo es una expresión humana, tanto mujeres como hombres se pueden ver reflejados en él y pueden sentir esa cercanía. O por lo menos eso espero”.
Valentina Aguirre / Gatoenbús
(Pereira)
// Fotografía de Gustavo Pontón //
Los cómics de Gatoenbús son una prolongación de lo que hacía de niña: contar historias con pequeñas secuencias de dibujos con texto. Ella encuentra en el dibujo una manera de conciliar sus propias emociones y también de conectar con personas, especialmente mujeres, mientras narra historias personales y “raramente trascendentales”. La mayoría de sus cómics están en sus redes sociales, aunque también ha participado en ediciones colectivas como las dos compilaciones de Hablemos de BD y en la edición #12 de Dr. Fausto, editado por Somos Hiedras. Sus referentes vienen de muchos lugares (de cosas que ve, escucha o saborea), pero si se trata de cómic la lista empieza por Lynda Barry, Delius, Julie Doucet, María Luque y termina, por supuesto, con PowerPaola.
“Cuando hago cómics abro un espacio de diálogo conmigo misma que me permite procesar emociones para entenderlas mejor. Por eso mi trabajo viene de un lugar muy personal: hablo de mi vida y mis experiencias en el mundo y eso es algo que viene implícitamente ligado al hecho de ser mujer. Pienso que por eso otras mujeres se ven reflejadas en mis dibujos, porque ellas también han sentido las mismas emociones que yo”.
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