Blockchain, NFT y criptoarte (casi) explicados
La virtualidad está replanteando la idea de lo que es una obra de arte, su existencia, autenticidad y forma de poseerla. Algunos conceptos pueden ayudar a entender esta revolución estética y tecnológica de un mercado que parece renacer en las pantallas.
Nombre de la obra: The Pixel
Artista: Pak
Técnica: puede hacerse en Word, Paint, Illustrator…
Tamaño: 1x1
Descripción: The Pixel es una declaración, está creado para validar. Es una obra de arte nativa digital representada visualmente por un solo píxel (1x1). Es un token que firma la unidad más básica de una imagen digital en una casa de subastas global tradicional. Es una pequeña marca para llevar el arte nativo digital a una posible historia futura.
La obra está colgada en la plataforma de venta de arte digital Nifty Gateway, en una sección especial para la subasta que organizaron con la casa Sotheby’s. La subasta comenzó el 12 de abril y se extendería por dos días más, abrió en 50 dólares que ofreció ‘juicetra’ pero a las dos horas ‘33’ iba ganando con 1.111.333 dólares. La competencia por ese pixel gris que pretende ser una declaración de futuro, de lo que va a pasar con internet, de lo que es el criptoarte, cerró en 1.355.555 dólares ofrecidos por el coleccionista ‘etyoung’.
No se escuchó el sonido seco del martillo de madera. Solo un cambio en la interfaz: de In auction a Sold.
El criptoarte viene en forma de avalancha. Aunque apenas hace cuatro años fue lanzado el que se consideraría el primer esbozo de criptoarte –los avatares únicos de CryptoPunks–, hoy hay una comunidad artística establecida como cualquier otra y hay diseñadores y artistas haciendo dinero y una carrera completa en el universo cripto. Pero ¿cómo funciona?, ¿por qué está vendiendo millones de dólares?, ¿cualquiera puede hacer parte de esta aparente revolución digital?. Hablamos con un teso en criptomonedas y en explicar la mecánica que hay detrás –Gabriel Jiménez, creador del Petro–, con un diseñador que hace parte del equipo de Reserve –Carlo Santi–, con un artista metido en el cuento de criptoarte –Domingo Betancur–, nos metimos a Twitter (ahora entenderán por qué), vivimos la emoción de una subasta virtual, nos dejamos encantar por artistas cripto y acá les contamos lo que entendimos.
¿A qué se le puede llamar criptoarte?
El criptoarte no es como otras corrientes artísticas como el dadaísmo o el arte bachué, no fue que un grupo artistas se unieran bajo un manifiesto para crear y que se pusieran de acuerdo en paletas de colores, formas o conceptos. El criptoarte no responde a un estilo gráfico, sino más bien a una tecnología: la de la blockchain.
Primero la blockchain
La blockchain es una base de datos abierta que tiene una manera de registrar los datos en los que todos están conectados entre sí, por eso su nombre que traduce cadena de bloques. Cada bloque es una especie de página donde puedes escribir –con números, letras, datos que construyen imágenes–, pero esta página solo puede ser leída con la página que pasó y con la que sigue. Si lo pensamos en clave de criptomonedas, la blockchain es una especie de gran libro contable que no puede duplicarse y que está distribuido en toda la cadena, lo que permite que los datos registrados sean únicos, y así pueda asignarse un valor. Esta tecnología descentralizada permite que sea MUY difícil de hackear pues para atacarla se tendría que atacar toda la cadena.
¿Y qué tiene que ver la blockchain con el criptoarte?
Todos podemos entrar a Google y poner: La noche estrellada de Vincent van Gogh y vamos a encontrar, seguro, fotografías de ese cuadro pequeñito que muestra ese cielo imaginado de espirales. Las reproducciones digitales de este cuadro son “públicas”, pueden descargarse, enviarse e incluso imprimirse, pero el dueño de esta obra postimpresionista es el Museo de Arte Moderno de Nueva York, solo ellos tienen su certificado de autenticidad y por eso solo ellos pueden cobrar para que sea visto, vender reproducciones de él y crear mercancía a partir de la obra. El certificado de autenticidad es normalmente un pedazo de papel cuando hablamos de obras tangibles, pero ¿cómo tener la información del dueño con una obra digital?, ¿cómo saber además, con los cientos de reproducciones que hay de las obras digitales, cuál es la original? La blockchain es ese lugar donde es posible saber quién es el dueño de una obra y la historia digital de ésta; esto se puede lograr gracias a los NFTs.
Los NFTS
Los NFTs son Non Fungible Tokens o tokens no fungibles en español. En lenguaje económico algo fungible es cuando puede ser intercambiado: como un billete de veinte del cual existen muchos iguales y puede cambiarse por dos de diez, o como los Bitcoin que son iguales entre sí e intercambiables; pero un activo no fungible es único e indivisible. En el criptoarte los NFTs funcionan como certificados de autenticidad y propiedad con los que las obras digitales pueden ser declaradas originales y por lo tanto ser compradas o vendidas, pero no intercambiadas. Los NFTs son registrados en la blockchain (generalmente de Ethereum) y allí pueden ser rastreados y encontrar la información de quién la posee.
La criptomoneda del arte: Ethereum
El Ethereum es una criptomoneda como lo es el Bitcoin, pero con otras características. Sigue siendo una moneda descentralizada que no depende de ningún gobierno o empresa, pero también en la blockchain de Ethereum se pueden crear contratos inteligentes que son los que permiten que puedan hacerse negocios con los NFTs. Aunque hay otras criptomonedas involucradas con criptoarte, la más popular es esta.
Empecemos
Lo primero que debe hacerse cuando se quiere vender criptoarte es encontrar una plataforma de venta. Las más conocidas, porque no tienen curaduría y cualquiera puede entrar, son OpenSea, Rarible e HicEtNunc, pero también hay otras “privadas” a las que hay que mandar el portafolio y ellos determinan si puedes o no exponer allí tu arte, algunas de las más conocidas son KnownOrigin, SuperRare, Foundation y Nifty Gateway. Para poder subir el arte a estas plataformas debe contarse primero con un monedero o wallet que será donde estén contenidos los NFTs. Generalmente la misma plataforma recomienda cuáles usar.
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Para poder que estas plataformas puedan vender las obras se debe hacer una transacción en la blockchain, para esto debe pagarse una tarifa de gas, que es realmente el pago a los mineros que sostienen la red. El costo puede variar según la demanda, si hay pocas personas intentando subir NFTs es más barato y visceversa.
¿Algún truco para que una obra se venda mejor?
No hay trucos específicos pero funciona mucho tener una narrativa detrás de la obra o del artista. Pak, por ejemplo, antes de vender The Pixel en la subasta de Sotheby's ya había vendido un píxel rojo por 7.154 dólares, ya había comenzado una historia y un movimiento que se manifiesta sobre el futuro y el internet y que le ayudó para que se replicara y ganara fama y valor. Además, no se sabe si Pak es una persona o un grupo de diseñadores, lo que genera aún más elementos para solidificar la narrativa. En resúmen, la obra no necesariamente se vende por su valor estético –hasta podría decirse que esto es la excepción– sino por el cuento que se construya alrededor de ella.
No es solo arte gráfico
El criptoarte no es únicamente para piezas de arte gráfico, se pueden hacer NFTs de canciones, podcast, videos, avatares, prendas virtuales y hasta tuits. También se pueden hacer un NFTs de la representación de una obra que exista en la vida real, por ejemplo hacer el NFTs con la foto de una escultura tangible que luego puede o no ser enviada a quien la compre.
¿Y si tengo preguntas?
Twitter es un ecosistema natural para hablar de criptoarte, allí hay conversaciones, se muestra el trabajo de los artistas y se comparten las noticias del día a día. Es importante seguir Artnome para conocer sobre historia de arte digital y ver una gran curaduría, Loopify para conocer el estado del criptoarte y recibir consejos, Mocda que es el Museo Contemporáneo de Arte Digital y Museumofcrypto y VerticalCryptoart para ver noticias, tendencias, foros y contenido en general. También hay conversaciones en Discord y paneles en Twitch donde se resuelven dudas y se debate sobre criptoarte. Hay que buscar.
NFTs y contaminación
Uno de los debates más comunes es que sostener las blockchains generan un gran consumo de energía, se dice, por ejemplo, que la minería de Bitcoin alcanzará un punto máximo de consumo de energía en el 2024 de 297 teravatios por hora que se traduce en aproximadamente 130 millones de toneladas métricas de emisiones de carbono. Sin embargo, plataformas como HicEtNunc o Kalamint con monedas como Tezos están pensando en maneras sustentables de seguir haciendo y transando criptoarte.
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