Diez salas para salirse del circuito comercial de teatro
En la variedad está el placer. Por eso, hicimos esta lista con algunas de las salas y compañías de teatro que ofrecen obras de calidad y sacan al espectador del tradicional –y muy reducido– circuito del Teatro Nacional y los espectáculos de stand up comedy.
Que no están mal, claro que no, pero ciertamente no son los únicos que existen.
No están todos los que son ni son todos los que están, pero si viven o pasan por Bogotá, Bucaramanga, Medellín, El Carmen de Viboral, Cali o Pereira no duden en buscar su programación y visitar sus sedes. Las sorpresas pueden ser deliciosas.
1. TEATRO DEL PRESAGIO (CALI)
El grupo existe hace once años y la sala, que lleva el mismo nombre, hace dos. Con espacio para 250 personas, el sitio todavía es alquilado y la compañía lucha por derrotar varios prejuicios e imaginarios –está en el barrio Granada, rodeada de hoteles, restaurantes, bares y anticuarios–, además de conseguir el reconocimiento y apoyo del Estado. Según Diego Fernando Montoya, su director, el Teatro del Presagio es un espacio cultural que también se ofrece para que otros grupos lo utilicen y quiere estar abierto siempre, no sólo de jueves a sábado entre 7 y 10 de la noche, cuando se acaba la función del día. La idea es que sea un lugar en el que la gente pueda sentarse a tomar algo y conversar, interactúe con los artistas –si quiere– y acceda a una programación amplia, con teatro, danza, música, literatura y hasta cine.
www.teatrodelpresagio.com
Foto: Cortesía Teatro del Presagio
2. Teatro Salamandra del Barco Ebrio (Cali)
Ya son 22 años haciendo teatro y muy bueno. La compañía, creada por un grupo de actores que se separó del Teatro Experimental de Cali (TEC) en 1994, luego pasó a ser sede en el tradicional barrio San Fernando y hoy, declarada Sitio de Interés Cultural de Cali, allí no sólo se presentan obras de teatro: hay recitales de poesía, conciertos de jazz y exposiciones de pintura y ciclos de cine, además de que se ofrecen talleres de formación teatral para jóvenes.
www.barcoebrio.org
Foto: Tomada del blog Artistas Zona Oriente
www.artistaszonaoriente.blogspot.com.co
3. SALAestrecha (Pereira)
Su nombre lo dice todo. Con un aforo de entre 15 y 25 butacas, SALAestrecha es el único sitio en el que los pereiranos pueden disfrutar hoy del teatro de manera permanente. Nació de la unión de dos grupos (Cicuta Teatro y Casa Flotante) que buscaban un lugar para ensayar. Cada obra presentada en SALAestrecha se adapta al espacio, hecho de varios remiendos, pues la idea no era “disfrazar de teatro el lugar, volverlo una caja negra con telones —como dice su director, César David Salazar—. La idea es que los espectadores dialoguen con la arquitectura”. Hoy, después de tres años, invitan incluso a otros grupos a usar la sala y presentan entre 110 y 120 funciones por año. Un número enorme para una ciudad con tan poca tradición teatral como Pereira. Además, organizan una Muestra de Teatro Alternativo, que nació en 2009, es itinerante (utiliza a SALAestrecha pero se presenta también en espacios no convencionales como bares, discotecas, bodegas y un largo etcétera) e incluye una amplia oferta académica. Su objetivo es “formar un público de teatro independiente, crítico y autónomo”. La Muestra de Teatro Alternativo dura nueve días, tiene nueve funciones (una diaria, en un lugar distinto) e interviene nueve sitios de la ciudad. En 2016 será del 21 al 29 de julio. Estarán grupos de Brasil, México, Bogotá, Medellín, Cali y otras ciudades de Colombia.
www.marcapasospublico.com.co
www.teatroalternativopereira.blogspot.com
Foto: Cortesía Agenda Ciudad Cultural
4. Teatro Matacandelas (Medellín)
Para hablar de buen teatro en Colombia, de riesgos e innovación, de un proceso creativo y apasionado, hay que hablar del Teatro Matacandelas. “Nacimos y nos fuimos enviciando al teatro en una inmensa mansión, la Casa de la Cultura de Envigado, construida en el siglo XVIII (...) Éramos entonces nueve muchachos aficionados, el 9 de enero de 1979, que de pronto creíamos que el teatro podría ser un espacio para no caernos de la infancia y, quizás, una pequeña herramienta que avalaría nuestro ideal de un mundo distinto. Recibíamos con alborozo los perfumes que aún giraban en el aire con la explosión del movimiento nadaísta, las baladas adolescentes, las formas innovadoras de la literatura y un teatro que se consolidaba con un cardumen de rebeldes entre los que, por supuesto, tomaban la delantera Santiago García y Enrique Buenaventura. Supimos de una posibilidad para hacer teatro cuya fórmula salvadora era en grupo, y que a falta de una sólida tradición podríamos crear en colectivo”. Así comienza la crónica de un nacimiento que hace un tiempo escribió el “matacandelo” mayor: Cristóbal Peláez. Hoy, 37 años después, con 6.800 funciones (entre teatro, música y títeres), participación en casi 60 festivales nacionales y regionales y más de 70 internacionales, y un millón y medio de espectadores, el Matacandelas es toda una institución. Tanto así que desde 1991, la Asociación Colectivo Teatral Matacandelas hace parte del Patrimonio Cultural de la capital antioqueña. Peláez dice, en todo caso, que más que teatro alternativo lo que hacen es “teatro underground”. Como sea, para enviciarse con su trabajo solo hay que visitar la actual sede del grupo, una casa sabrosa ubicada entre las calles Bomboná y Girardot, en pleno centro de Medellín.
www.matacandelas.com
Foto: Cortesía Teatro Matacandelas
5. Teatro Tespys (Carmen de Viboral)
Que una pequeña población del suroriente de Antioquia, con apenas 50.000 habitantes, tenga una sala de teatro con programación permanente de febrero a diciembre –repartida entre obras de la compañía estable y de grupos invitados– y además organice un festival internacional de teatro habla muy bien de lo que ha logrado la Corporación Cultural Teatro Tespys. Carlos Mario Betancur, su director, se entregó en alma y cuerpo al proyecto desde hace casi 25 años. Las apuestas nunca fueron optimistas pero hoy, gracias al empuje de Tespys, El Carmen de Viboral tiene más grupos de teatro que muchas capitales departamentales de Colombia (sobrepasan la decena) y entre el Festival de Teatro Local Carmentea y el Festival Internacional de Teatro El Gesto Noble se han convertido en un ejemplo a seguir cuando de descentralización y masificación de las artes escénicas se trata.
www.teatrotespys.org
Foto: Cortesía Teatro Tespys
6. Colectivo de Teatro PFU en Collor (Bucaramanga)
Desde 1992, este colectivo ha revitalizado la agenda cultural de Santander gracias al juicioso trabajo del director y dramaturgo Lizardo Flórez, a quien todos en el mundo teatral llaman “Chalo”. Lo que los hace diferentes es que sus montajes siempre son creaciones colectivas basadas en investigaciones de temas nacionales o están adaptados al contexto colombiano. Compuesto por doce personas, el colectivo no tiene sala y ha hecho propio el sello de la itinerancia, lo que los ha llevado por los más variados espacios públicos (les encantan las bibliotecas) y privados (universidades, auditorios, teatros) de la capital santandereana. Ganador de las últimas tres ediciones de la Beca de Itinerancia Artística del Ministerio de Cultura, el Colectivo PFU (el término se aplica a los estudiantes expulsados de las universidades por bajo rendimiento académico) ha rodado por todo el país con sus propuestas y arriesgados montajes, que muchas veces incluyen música en vivo. Tiene una alianza con el Teatro La Candelaria, de Bogotá, donde presentan sus obras.
www.pfuteatro.8m.com
Foto: Cortesía Chalo Flórez
7. La Maldita Vanidad (Bogotá)
Nació como grupo en 2009 con el encuentro de un grupo de amigos que querían montar una obra llamada El autor intelectual, que ya ha recorrido más de 25 festivales en Colombia y el mundo. Luego empezaron a intervenir distintos espacios de la ciudad, hasta que encontraron una vieja casa en el barrio Palermo, que hoy ya es punto de referencia de la escena teatral en Bogotá. Hoy sala concertada (con lo cual algo de apoyo del Estado recibe), hasta el año pasado se autofinanciaba con las utilidades de las obras que presentaba. Cada año estrenan una o dos piezas y organizan distintos talleres. “La Maldita Vanidad nunca cierra. Si no se presentan obras de teatro del grupo, que es casi como una familia, hay montajes de artistas invitados”, cuenta su director Jorge Hugo Marín. También hacen actividades gratuitas: todos los sábados a las cinco de la tarde son de Benditas Lecturas (lecturas de teatro gratuitas) y una vez al mes es el Martes de Vino, cuando un personaje habla de su experiencia en el teatro y la comparte con los que estén allí ese día.
www.lamalditavanidadteatro.com
Foto: Cortesía La Maldita Vanidad
8. Teatro Varasanta (Bogotá)
Hace un año, los integrantes del Teatro Varasanta –compañía creada en 1994 por Fernando Montes– se despidieron de su tradicional sede en el barrio Teusaquillo. Fue duro. Una década de trabajo continuo, un proceso que incluyó muchos años de pedir cosas prestadas, alquilar espacios y recuperarlos para que luego se los pidieran y otros disfrutaran de lo bien que habían quedado. Tan bonitos. Pero nunca dejaron de crear y hacer lo suyo. Hoy, están todavía celebrando la inauguración de su nueva sede en el barrio 7 de Agosto, que gracias a Varasanta, Resortera y La Gata Circo, entre otras compañías, se ha convertido en un “nuevo polo cultural de la ciudad”, como dice Montes. Adiós al prejuicio de que no puede haber teatro en un barrio que solo es de talleres mecánicos y donde vive gente a la que no le interesa un espectáculo artístico. Con una rica programación en dos salas –la del piso de arriba tiene capacidad para 150 espectadores y la de abajo, para espectáculos en pequeños formatos y unas 50 personas–, talleres informales para actores y no actores y una escuela del cuerpo en la que se puede hacer yoga, cursos de clown o aprender a tocar tamboras, en Varasanta tienen claro que rendirse no es una opción, por más dificultades que se crucen en el camino.
www.teatrovarasanta.net
Foto: Carlos Mario Lema / Cortesía Teatro Varasanta
9. Mapa Teatro (Bogotá)
Una vieja casa republicana ubicada en pleno centro de Bogotá (carrera 7 con calle 23), al lado del hoy venido a menos centro comercial Terraza Pasteur, es el escenario ideal para la constante experimentación de Mapa Teatro. Creado hace 32 años en París por los hermanos Heidi y Rolf Abderhalden, colombianos de ascendencia suiza, Mapa Teatro es una de las compañías más arriesgadas y transgresoras del panorama teatral colombiano. Y van mucho más allá del teatro, se han metido con intervenciones urbanas, videoinstalaciones y hasta ópera. Por eso, ellos mismos piden que se hable de artes vivas para explicar lo que hacen. Mapa Teatro es sinónimo de vanguardia, de montajes originales, se trata de un laboratorio de artistas en constante movimiento. Las páginas más importantes de la historia del teatro colombiano tendrán que dedicarse, en algún momento, a hablar de algunos de sus tremendos montajes: Casa Tomada, Orestea Ex Machina, Horacio, Un señor muy viejo con unas alas enormes, Ricardo III, Psicosis 4.48, Discurso de un hombre decente y Los incontados: un tríptico.
www.mapateatro.org
Foto: Cortesía Kiosko Teatral
10. La Candelaria (Bogotá)
Esta lista está incompleta pero no podía dejar por fuera al Teatro La Candelaria, que este 6 de junio celebrará 50 años de vida. Medio siglo. En marzo de 2016, el Festival de Teatro Alternativo, impulsado por la Corporación Colombiana de Teatro y dirigido por Patricia Ariza, que se realiza cada dos años de manera paralela al Festival Iberoamericano de Teatro, le rindió un merecido homenaje al teatro fundado por el maestro Santiago García (nombrado Embajador Mundial del Teatro por la Unesco en 2012), que en un inicio se llamó Casa de la Cultura. El capítulo sobre el teatro alternativo e independiente en Colombia le debe muchas páginas al Teatro La Candelaria, que sigue presentando los clásicos de siempre (El Quijote, Guadalupe: años sin cuenta) pero ha sabido renovarse y no quedarse anclado en el pasado.
www.teatrolacandelaria.com
Foto: Commons Wikimedia
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