El arte detrás de la violencia
La música, los relatos y las imágenes que ha generado nuestra guerra, cobran una dimensión estética que, así suene a utopía, nos ayuda a construir la paz. Este es el primer capítulo de una serie que nos tatúa en el corazón la palabra PACIFISTA.
Juan Manuel Echavarría dice que, cerca de sus cincuenta años, derrumbó las cuatro paredes de su estudio y descubrió los retratos que se escondían detrás de las noticias. Colombia es un país en los tabloides y otro muy diferente en el campo o en las calles. El trabajo de Echavarría, durante la última década, ha sido el de revelar las voces de las víctimas y la estética de las tumbas de cadáveres no identificados. Con esas obras, está construyendo la memoria de una guerra que no se borra a punta de buenas intenciones sino de proyectos reales. Así se labra la esperanza de los sobrevivientes y, con arte, nos demuestra que el objetivo del país debe ser la paz (en serio, no en discursos).
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