Los colores del mar
¿Sabe usted cuánto le debe a los arrecifes de coral? ¿Hace usted algo para cuidarlos? Aunque no viva en el mar, aquí le damos unos consejos para que ayude al medio ambiente más allá de la indignación en redes sociales.
Los arrecifes de coral se encuentran siempre en aguas bajas, claras y cálidas. Gracias a esas condiciones, más de doscientas especies de animales se crían en ellos. Los corales generan muchos beneficios hasta para aquellos que no viven en las costas. Por ejemplo, ayudan a disminuir los efectos del cambio climático ya que una de sus funciones es absorber el gas carbónico de la atmósfera; además, protegen las costas de tormentas y del fuerte oleaje. Por eso son fundamentales en la preservación de las praderas marinas y los manglares y esta no es ni la mitad de los beneficios que traen los corales. Pero, tristemente, en sus diversas clases son muy frágiles.
Las especies más comunes de corales que son amenazados en el Caribe colombiano son cuerno de alce (Acopora palmata) y cacho de venado (Acropora cervicornis): han perdido casi 90% de su cobertura por la descarga de aguas contaminadas y sedimentos del Canal de Dique en la zona del Rosario y San Bernardo.
En el año 2011, jóvenes voluntarios instalaron una “guardería de coral” con más de veinte fragmentos de estas especies. Actualmente, este proyecto cuenta con más unas dos mil piezas que ayudarán a repoblar una hectárea por año del arrecife. El proceso es lento y este tipo de ecosistemas están acabándose por culpa de la contaminación del agua y del aire.
Claro, es muy fácil quejarse o deprimirse ante el panorama. Sin embargo, si usted quiere colaborar en la restauración de los corales como voluntario puede hacerlo. En este enlace encontrará la información necesaria para participar. En el Parque Nacional Natural Corales del Rosario y de San Bernardo se hace este tipo de contribuciones a la protección y restauración de los arrecifes de coral. Su convocatoria se abre a través de la página de Parques Nacionales Naturales de Colombia.
Ahora, si usted no puede o no quiere participar en el voluntariado también puede ayudar a cuidar los corales aun cuando usted no viva en las costas. Para que lo logre, le damos cinco recomendaciones:
1. Disminuya la contaminación usando opciones de transporte que no requieren demasiado combustible, como la bicicleta o la patineta, caminando o moviéndose en los medios masivos de transporte. Las emisiones de gases son una de las principales causas del blanqueamiento de los arrecifes de coral, lo que conlleva a su destrucción.
2. Si usted vive en un lugar campestre, utilice fertilizantes orgánicos. Aunque se encuentren lejos de las costas, los fertilizantes químicos llegan al mar a través de cuerpos de agua.
3. No arroje basura al suelo, especialmente cuando vaya a ríos, lagos o playas; por el contrario, recoja la que pueda, así no haya sido usted quien la tiró. Evite usar productos que contaminan y que en realidad no son útiles, como las bolsas plásticas o los pitillos.
4. Conserve el agua: cuanta menos gaste, menos contaminación llegará al mar. Tómese duchas cortas, reutilice el agua que pueda, no arroje basura en el inodoro… todo eso que le han dicho desde el colegio realmente funciona.
5. Siembre un árbol (o varios, si tiene dónde): de a poquitos reduce la velocidad y cantidad de elementos inorgánicos que llegan al mar. Incluso con plantas en la casa puede hacer pequeños cambios.
No hay que sacrificarse demasiado, paso a paso y con el trabajo de todos podemos mejorar las condiciones del planeta.
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