Los contrastes de Fulaleo
Fulvio Obregón no ilustra por ilustrar, él espera paciente hasta que crea un contraste entre su personaje y su entorno. Un encuentro simbólico entre lo que es y representa.
Su familia lo llama Alejandro, sus amigos le dicen Fulvio, y él se hace llamar Fulaleo en el mundo de las artes gráficas. Vive en Cali y lleva poco más de cuatro años trabajando como diseñador e ilustrador.
Cuando era niño, lo que más le gustaba dibujar eran los personajes de Hanna-Barbera como Los Picapiedra o Scooby Doo. Luego se dejó llevar por la fiebre anime y copiaba los trazos de Dragon Ball, Pokémon y Digimon como muchos que nos creíamos unos duros calcando o aprendiendo las bases del dibujo japonés. Pero, a diferencia de los que crecimos y tomamos otros caminos, Fulvio siguió acabando lápices en busca de su propia línea.
La inspiración del ilustrador caleño viene de un seguimiento empedernido a los artistas y música que le gustan. Sabe que no es un innovador y que pocos en esta época lo son, pero sí le parece importante ver para dónde están moviéndose otros artistas y qué técnicas están usando. Sigue varias disciplinas: los que tallan madera, los realizadores de videos o los fotógrafos, todo lo que ve es una brújula para encontrarse a sí mismo. “Si me gusta Michael Jackson y me inspira algo pues le dedico un trabajo solamente a él o si hay un tema en mi entorno como la corrupción, hago un proyecto dedicado a los políticos más corruptos de la historia”, dice Obregón.
En el Mundial de 2014 fue llamado “el colesterol gráfico de los futbolistas” al borrar la grilla abdominal de los six pack de los deportistas para darle paso a una graciosa redondez. Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Neymar Da Silva, Radamel Falcao García y James Rodríguez perdieron su escultural figura en una apuesta por ver a las estrellas del balón en su físico opuesto.
Posteriormente, fue contratado por una empresa de jugos para hacer una serie sobre el lado saludable de los superhéroes: la Mujer Maravilla haciendo yoga, Superman usando mascarilla para la cara mientras corta un pescado o Batman comprando verduras en el supermercado y depilando con cera a Superman.
En ambos casos, Fulvio Obregón fue reseñado por artistas y medios de comunicación que encontraron, más allá de su línea –que es bien diferente en cada una de las series–, un giro simbólico. No solo son dibujos bien hechos, hay un contraste entre sus personajes y lo que representan.
Su última serie, Yo y mi otro yo, estuvo guardada por meses en su cabeza y su cuaderno. Buscaba hacer ilustraciones de personajes de la cultura pop, pero lo que no tenía era un concepto que los definiera. “No quería hacerlos por hacerlos, sino que tuvieran algo detrás hasta que se me ocurrió ponerlos en contraste: la persona joven y la persona vieja”. Ese chispazo vino a su cabeza luego de que su prima le mostrara una foto vieja de él con una más reciente. Así de espontánea y a la vez cuidadosa puede ser su inspiración.
Más allá del choque generacional de estrellas del pop, hay un roce semiótico: Mick Jagger joven vs. su actual cuerpo con una camisa con la imagen de David Bowie –uno de sus mejores amigos–, Paul McCartney con la palabra “Michelle” –una de sus canciones de amor más famosas– y el rostro de John Lennon en su pecho, Michael Jackson agarrando a su versión de niño, Al Pacino junto a su versión joven que interpretó a Scarface o Bill Gates con una camisa con un logo de Xbox y su par con una prenda de Windows son algunas de las ilustraciones de esta serie.
Seguir el trabajo de Fulaleo es saltar de un lado a lado en colores, texturas y líneas. El caleño no se casa con un determinado estilo sino que, al contrario, en esa misma flexibilidad encuentra su fuerte. “Me doy cuenta de que yo mismo no me conozco y desde ahí he aprendido que uno no debe quedarse con una técnica, por eso me la paso probando cosas nuevas. Me siento feliz porque creo que puedo ver una evolución de mi trabajo pero cuando la consigo no me gusta quedarme ahí sino encontrar otras maneras de ilustrar”, afirma.
A continuación, le hicimos algunas preguntas para conocer un poco más sobre él.
¿Qué música escucha en este momento?
En este momento estoy escuchando mucha música de los setenta y ochenta, sobre todo pop y rock de esa época.
¿Le gusta la fiesta o es más introspectivo?
Cada quince días salgo a bailar salsa, eso es fijo. Mis cantantes favoritos son Héctor Lavoe, Cheo Feliciano y Rubén Blades.
¿Qué personaje o serie le gustaría reinterpretar?
Los de la salsa. Desde hace un año vengo pensando que quiero hacer algo con la Fania All Stars pero no he encontrado el concepto o la columna por la cual abordarlo.
¿Qué es lo que se le dificulta más a la hora de ilustrar?
Hay un problema que tengo que nadie sabe y es a la hora de hacer contrastes en colores. Necesito ver referencias –muchas veces fotografías– dependiendo del estilo del trabajo.
¿Tiene una ilustración o dibujo animado que le parezca horrible?
Es Breadwinners de Nickelodeon, no puedo entender cómo pasan eso por televisión.
Artista o ilustrador colombiano con el que le gustaría trabajar
Felipe Bedoya y Armando Mesías. Yo creo que ellos no lo saben, pero alguna vez hicieron unos talleres aquí en Cali y yo fui; no creo que se acuerden de mí pero esos manes me ayudaron mucho. Si pudiera hacer algo con ellos, sería genial.
¿Cuál es su programa favorito?
Illustrator y Photoshop.
¿Cuál es su herramienta favorita de diseño?
Pincel.
// Fotos: Fulvio Obregón. //
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