Ilustraciones, graffiti y tatuajes de La Parcera
María del Mar es una artista multifacética que navega por diversas técnicas, pasando por la pintura, el graffiti, la ilustración y el tatuaje para expresar su sentir. Aquí, un pedacito de esa esencia con olor a aerosol, viento y asfalto.
La Parcera es ruidosa, estrambótica y ruda, nada la “azara”, va en contra del patriarcado y de todo pronóstico. Su gusto es un sancocho musical, desde el vallenato, la salsa y el hardcore hasta llegar a los ritmos del hip-hop y el reggaeton. Una callejera de Medellín, tanto que en varios skateparks está pintada.
La chinguita por su parte es una niña curiosa, tierna y preguntona, pero igualmente rebelde. Amante del Lo-fi o chillhop, los colores pastel por excelencia la definen, junto a un peinado curioso que podría ser un pastel o un castillo.
A diferencia de María del Mar, La Parcera y La Chinguita se mueven entre las páginas de su libreta y no en patineta.
Hablar con María del Mar es como estar en un parche en casa, se siente la calidez de la risa suelta y el parlache diario. Su estilo es rebelde e ingenioso, escapando de la estética común. Es estudiante de artes plásticas de la Universidad Nacional, sede Medellín, y aunque la ilustración no es un fuerte en su carrera, es su proyecto de vida y lo que la hace vibrar. Aunque dibujaba desde niña, su gran estallido fue en 2016, cuando hablando con uno de sus amigos creó la idea de darle un nombre y personalidad a una chica que llevaba meses dibujando. “La parcera”, surgió como el nombre natural que le daba María del Mar a su personaje mientras la dibujaba, así, esta “parcerita” se convirtió en su primer heterónimo.
La Parcera es un personaje que no solo habla sobre la “malparidez” existencial que nos suele atacar, también tiene ideologías, está al tanto de las noticias y la opinión pública, se emberraca y se queja con fuerza. Y es que por medio de La Parcera, María del Mar ha podido realizar diferentes proyectos como su fanzine “Cariño, debes denunciarlo”, una guía práctica e ilustrada para denunciar los casos de violencia de género, principalmente el maltrato físico. Este cómic ha sido un dispositivo para ayudar a discernir y empoderar a otras mujeres para enfrentar por vías legales a su abusador.
La inspiración de María del Mar palpita en las olas de las calles que atraviesa en su tabla, cuando una idea se apodera y gira en su cabeza, debe sacarla a flote como aprendiendo un nuevo truco; la entrena, se cae varias veces, la analiza y se vuelve a parar con un cómic compuesto de trazos enérgicos, redondos y en colores pastel. Tras pasar horas viendo caricaturas como Steven Universe o Gravity Falls, estos diseños infantiles se aferraron a su estilo, creando piezas con sentido político y revolucionario pero con una estética tierna y sensible.
Cuando se navega por el perfil de Instagram de La Parcera (@laparceracomic) se crea la atmósfera de un taller de arte, hay viñetas y piezas gráficas, pero también tutoriales, videoblogs, respuestas a preguntas, dibujos de seguidores y hasta proyectos universitarios de María del Mar, como las “vaginetas”, unas patineta con la forma de vulvas como resultado de su clase de escultura, pero que tuvieron tanto éxito que fueron expuestas en el Proyecto Rodar, un festival audiovisual de skateboarding que se realiza en Medellín.
El graffiti y el muralismo acompañan a gran escala el sentir de esta artista, es por esto que La Parcera no solo está en Instagram, también está en las calles. Hay días donde María del Mar no está en la comodidad de su estudio, sino afuera, aguantando sol con un aerosol en la mano y dejando su tag (marca o firma) por toda la ciudad, en otras ocasiones hay más dirección y orden, haciendo llamados por su página o con amistades para salir a rayar, “mis compañeros me invitan a pintar, entonces cuadramos y vamos por la ciudad a hacer letricas,pero siempre intento dejar mensajitos que alguien pueda leer, que le llegue entonces pinto cosas como “Me paro duro por vos” o “Aborto legal”.
María del Mar tiene la viveza para comerse el mundo, nunca está quieta, necesita crear. Durante la pandemia estaba cansada de las mismas paredes repletas de ilustraciones y fotografías, La Parcera y su perrita Luna eran la única compañía, cansada del trajín emocional de La Parcera decidió integrar a otro heterónimo a la lista, así surgió su niña, La Chinguita. Con una personalidad más dulce y soñadora, La Chinguita podría ser un retrato de la infancia de María del Mar. Con ganas de cambiar el mundo y un overall, se ganó con facilidad el amor de una fanaticada, tanto, que ya fue tatuada sobre la piel de una seguidora.
Otra de las pasiones de María del Mar es enseñar, desde los tutoriales que crea en sus historias hasta los talleres que dicta, es una fiel creyente del cambio de la mano de la educación popular, es por esto que suele dictar talleres en la ciudad, principalmente en el barrio San Javier, guiando a niños y niñas a encontrarse y amar el arte en el proceso. En estos encuentros también hay una intención por el reconocimiento del territorio, en actividades como mapas de la casa al colegio o dibujos del barrio. Su próximo taller será junto con la Secretaría de la No Violencia, donde se crearán fanzines con enfoque de género.
Con sus heterónimos y Luna, María del Mar va por las calles de Medellín dejando un mensaje que grita entre las letras lo que callan las pantallas, una parcera que dibuja, pinta y hasta tatúa, a la que todo le pasa, menos la quietud.
Suscríbase a nuestro boletín
Sin spam, notificaciones solo sobre nuevos productos, actualizaciones.
Dejar un comentario