Series infantiles para adultos (o viceversa)
Hace rato se borraron las fronteras entre la televisión infantil y la de adultos. Este listado incluye quince de los programas favoritos de la redacción de Bacánika. Y aquí hablo en primera persona singular: sigo siendo un niño a pesar de las deudas, las canas y los compromisos laborales. Por eso recomiendo no dejar de ver muñequitos.
Doraemon, el gato cósmico
(1979 – 2005)
Hubo una versión inicial que se perdió. Siete años después apareció este clásico del anime, una clara influencia en dibujos más modernos y un referente de la cultura popular. Doraemon es enviado a nuestros días desde el siglo XXII para mejorar la vida del pequeño Nobita, el tatarabuelo del creador del juguete con forma de gato. La cuestión es que poco mejora y son más los problemas que llegan.
Las esferas del dragón
(1986 – 1989)
Cuando Goku aún era un niño, más adultas parecían sus historias. Detalles sexuales –empezando por la siempre provocativa Bulma– escondidos entre la inocencia del pequeño superhéroe sirvieron para construir la leyenda de Dragon Ball. Su influencia es clara en series como Ranma ½ –que a veces raya en el porno– y treinta años después sigue vigente esa primera temporada.
Ren & Stimpy
(1991 – 1995)
Gústele a quien le guste, este es el padre del humor escatológico y psicodélico, claramente para adultos, de Beavis & Butthead, South Park y hasta algunas cosas de Los Simpson. La serie está llena de insinuaciones sexuales, secreciones corporales, violencia y personajes que están lejos de la perfección estética de Mickey Mouse y Bugs Bunny, lo que marcó un estilo que se sigue usando hoy.
La vida moderna de Rocko
(1993 – 1996)
Empezando con la canción interpretada por los B-52’s, este es un paradigma del humor frito, incluso con la censura que aplicó Nickelodeon en algunos episodios. Es pariente cercano de Eek, el gato, otro gran frito. Subversivo y anarquista, con guiños sexuales y animación tradicional, Rocko nos enseñó más lecciones de vida que sus sucesores políticamente correctos, los Backyardigans.
Animaniacs
(1993 – 1998)
Camuflados entre los muñequitos de sábado en la mañana y con la técnica tradicional de Merrie Melodies (fantasías animadas de ayer y hoy), este grupo de personajes maniáticos sirvió para afectar a más de una inocente cabeza y abrió las puertas de una generación de programas infantiles irreverentes, incluyendo a los ya clásicos Pinky y Cerebro y Fenomenoide.
Bob Esponja
(desde 1999)
El éxito de esta serie ha sobrevivido durante más de quince años y ha dado para todo tipo de productos. Aunque parezca un poco tonta, su mezcla de fantasía con la horrible cotidianidad del mundo moderno ha hecho que personas de todas las edades se identifiquen con alguno de sus personajes. El humor se mueve sutilmente entre lo psicodélico y lo infantil y no le tiene miedo a nada.
Coraje, el perro cobarde
(1999 – 2002)
Ningún Lugar, Kansas, es un pueblo bastante difícil para un perrito maltratado por su dueño adoptivo pero mimado por la esposa del señor. Zombis, tareas extravagantes, monstruos y distintos villanos son los encargados de poner a prueba el coraje inherente al nombre de la torpe mascota. Fue uno de los pioneros en combinar técnicas de animación bidimensional y tridimensional.
Los padrinos mágicos
(desde 2001)
Aunque haya perdido algo de su encanto inicial, esta serie lo mantiene a uno más actualizado que el noticiero, con hechos y tendencias, incluso con toques pol
íticos poco comunes en la televisión infantil. Más allá de la moraleja de “ten cuidado con lo que deseas”, el humor, la anarquía y el colorido son una verdadera lección y un viaje sin necesidad de drogas. Las sombrías aventuras de Billy y Mandy
(2003 – 2008)
Emparentada con El laboratorio de Dexter y Vaca y Pollito, esta serie le da un papel importante a la muerte, no porque maten gente sino porque la Parca (Grim) está condenada a andar con los niños protagonistas. Cínica, oscura y grotesca, esta es una linda manera de enseñarles a los niños a perder el miedo. Mentiras, es una linda manera de que los papás se rían junto con los niños. O algo así…
Hora de aventura
(desde 2010)
Con un culto enorme a su alrededor, resulta inevitable ver este programa para poner a volar la imaginación y preguntarse si el loco es uno. Absolutamente surrealista y fantástica, esta es una de las mejores formas de aterrizar los juegos de rol para quienes no los practican (aunque todo es más claro si usted los practica). La técnica visual es muy manual, lo que le da un estilo inigualable.
Un show más
(desde 2010)
Con un formato más parecido al de una comedia de situación, el creador de Las maravillosas desventuras de Flapjack hace este homenaje a la mediocridad: encerrados en un trabajo sin salida, un azulejo, un mapache, un yeti, un fantasma, un grandulón, una chupeta y una máquina de chicles… momento, esto ya no tiene sentido. Pero la narrativa de videojuego es buenísima.
El increíble mundo de Gumball
(desde 2011)
“Suenas como una vaca en anestésicos”, le dice Gumball (gato) a su hermano Darwin (pez). Con claras referencias a las drogas y otros chistes que uno no está seguro si son aptos para menores de 50 años, esta maravilla de Cartoon Network garantiza estrepitosas carcajadas. Junto con Clarence hace parte de una franja dirigida a adolescentes, mejor que ver reality shows.
Gravity Falls
(desde 2012)
Lo más sorprendente es que Disney, el canal de las princesitas, sea capaz de hacer esta comedia. En un pueblo de Oregón suceden muchas cosas sobrenaturales que un par de hermanos tratarán de esclarecer. Además de los gnomos que vomitan arcoíris, los chistes de esta serie dejan a Seinfeld y sus refritos como unos pretensiosos que se las dan de inteligentes.
Steven Universe (desde 2013)
Se podría decir que esta es una especie de Dragon Ball posmoderno. El pequeño Steven está creciendo y debe descubrir los poderes que heredó de su madre, que tiene sangre alienígena. Suena absurdo pero entre grandes himnos rockeros y batallas épicas para proteger unas gemas, el programa se une a otros como Tío Grandpa en una franja de aventuras para morir de risa.
Hermano de Jorel (desde 2014)
Esta es la primera serie de Cartoon Network producida desde Latinoamérica para el mundo. Protagonizada por un niño anónimo hermano del popular y guapo Jorel, aquí hay algo de sexo, mucho rock, toques surrealistas, fútbol y barrios bajos. Todo muy brasilero. La técnica de animación, además, usa un trazo sucio que ratifica lo tropical y lo infantil sin perder la calidad.
Si no entendió nada, no se preocupe. Le recomendamos leer también este artículo.
Suscríbase a nuestro boletín
Sin spam, notificaciones solo sobre nuevos productos, actualizaciones.
Dejar un comentario