6 tatuadoras colombianas
Nuestra segunda entrega de esta serie sobre mujeres creativas colombianas se centra en el trabajo de 6 tatuadoras. Desde diferentes regiones del país, estas jóvenes talentosas exploran las posibilidades creativas de la tinta sobre la piel.
El tatuaje está más vivo que nunca y en medio de esa dinámica de emprendimiento, creatividad y talento, muchas mujeres ocupan el lugar protagónico en el mundo y en Colombia. Esta, al igual que nuestra entrega de 6 ilustradoras colombianas, es una lista corta que busca abrir la conversación e invitar a toda nuestra comunidad a sumar nombres para irlas actualizando con nuevas firmas y estilos.
Algunas de ellas han montado su propio estudio, otras han perfeccionado su estilo durante años. Lo invitamos a que conozca el trabajo de estas seis tatuadoras colombianas, le aseguramos que aquí encontrará una nueva artista para admirar y, ojalá, la alternativa ideal para ese tatuaje que tiene pendiente.
Verónica Duque
(Manizales)
Prefiere las máquinas rotativas ya que son livianas y potentes y encuentra inspiración en las demás compañeras que hacen parte de la industria del tatuaje. “La representación femenina a nivel nacional es importante. Sin embargo, es un gremio pesado para las chicas, muchas veces las oportunidades laborales no dependen de tu talento, por lo que nos hemos visto forzadas a crear espacios casi exclusivamente femeninos para que nos sintamos seguras en nuestro lugar de trabajo”.
Juanita Blackwork
(Bogotá)
Su estilo es el blackwork, como lo indica su nombre. Trazo grueso combinado con algunas líneas delgadas, bloques de color negro y plano, líneas firmes, contornos definidos (los cuales logra gracias a su uso exclusivo de máquinas de bobinas) y una ligera influencia del estilo tradicional en sus diseños. Estas son algunas de las características de las obras de Juanita, que tatúa de manera impecable en Inner Secrets Tattoo, un estudio ubicado en el norte de Bogotá.
Juanita se ha hecho un nombre en la industria del tatuaje bogotano. Del mismo modo en que “hay hombres muy duros, también hay mujeres que son demasiado buenas en esto, dignas de admirar y de competir en igualdad de condiciones a cualquier hombre”.
Susana Moncada
(Medellín)
Susana es una maestra del color aplicado al tatuaje. Su formación como artista plástica y su empeño personal en estudiar la teoría y la historia del color la han llevado a dominar su propio estilo, que ella concibe como una forma de realismo reinterpretado desde el color y la ilustración. “En Colombia tenemos todo tipo de pieles y de colores. Me gusta ponerme el reto de que los colores sean vivos sin importar la piel”.
Ella es la creadora de Punky Bambi Estudio, un lugar en el que solo tatúan mujeres ubicado en Envigado. El estudio surgió de una necesidad que identificó Susana: muchas de sus clientas requerían un espacio más íntimo en el que se sintieran seguras, ya que algunas la llamaban para tatuarse cicatrices, estrías, varices o pezones. Ella trabajaba en un espacio con muchos hombres y le tocaba atender a sus clientas en horarios especiales, para que se sintieran cómodas. Fue así como nació Punky Bambi, de la necesidad de brindarle a las clientas un espacio donde se sientan protegidas, seguras y libres.
Maria Alejandra Castro
(Cali)
Esta tatuadora comenzó a los 16 años influenciada por la corriente del New School Tattoo, un estilo marcado por la caricatura, el cómic, los rasgos exagerados y el uso de colores llamativos, con muchos contrastes. A lo largo de su carrera trató de especializarse en esta forma de tatuar, hasta que conoció el estilo neotradicional “y fue como amor a primera vista”, según ella. “Puedo mostrar mi capacidad para hacer buenas líneas, buen pulso, también trato de que la inyección de color sea limpia, pareja y saturada”.
Hoy, María Alejandra es dueña de su propio estudio en Cali, donde realiza distintos tipos de trabajos y pedidos, desde la precisión y la suavidad de los tatuajes realistas hasta la elegancia y sobriedad del estilo neotradicional.
Mila Mantilla
(Bucaramanga)
Mila es la propietaria de Inkvictus Tattoo Society, un estudio ubicado en Bucaramanga. Su trabajo se puede categorizar dentro del estilo neotradicional, aunque con algunas influencias del blackwork, todo esto en conjunto para crear su propia forma de tatuar. Le gusta trabajar con colores sobrios y oxidados por encima de los colores brillantes, además, es notable su paleta de color tipo tierra con naranjas, amarillos y rojos.
Para Mila, a pesar de que “todavía hay una categorización entre tatuaje femenino y masculino en las premiaciones y convenciones”, según ella, esto no pasa de ser un simple espacio de reconocimiento de ambos géneros, ya que el trabajo de hombres y mujeres tatuadoras está al mismo nivel.
Selene
(Medellín)
Selene es otro de los grandes nombres del tatuaje paisa. Desde su estudio, Angrymom Tattoo, ubicado en Envigado realiza increíbles obras que destacan por la precisión con los detalles y el color. Su especialidad es el realismo y la eligió porque en su infancia tuvo varios acercamientos con la pintura al óleo. “Siempre sentí mucha afinidad para fluir en los colores, me gusta la teoría del color, las sensaciones que pueden transmitir los colores al mezclarse. Además, el estilo de trazo es muy parecido a la pintura”.
Para ella, es motivador sentir que hay pocas mujeres dedicadas al tatuaje, al menos en comparación con el número de hombres. “A veces es complicado porque hay personas dudan en si tatuarse con una mujer, porque ven el tatuaje como un oficio para hombres” Según ella, la hace querer demostrar que es buena en este oficio.Suscríbase a nuestro boletín
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